Matajud¨ªos
En el puritanismo ling¨¹¨ªstico que asola nuestro pa¨ªs a menudo se ha llegado al disparate
De todas las formas de puritanismo, la m¨¢s est¨²pida quiz¨¢ sea la ling¨¹¨ªstica, puesto que ni siquiera se justifica por la educaci¨®n a veces. El uso reiterado y continuo de eufemismos (¡°discapacitados¡±, ¡°internos¡±, ¡°trabajadores de la limpieza¡±, ¡°sin techo¡±), as¨ª como de frases y expresiones rebuscadas, algunas de ellas sin significaci¨®n (¡°una persona de color¡± o ¡°de edad¡±, pongo como ejemplos, carecen de ella salvo que se precisen el color y la edad de esa persona), persiguen m¨¢s la correcci¨®n pol¨ªtica que la ling¨¹¨ªstica, y en ocasiones lo ¨²nico que pretenden es calmar la propia conciencia. As¨ª cuando alguien dice ¡°individuo de etnia gitana¡± en lugar de gitano sin m¨¢s (que es como se llaman los gitanos a s¨ª mismos) o ¡°da?os colaterales¡± para no tener que decir heridos o muertos.
En el puritanismo ling¨¹¨ªstico que asuela nuestro pa¨ªs a menudo se ha llegado al disparate (?qui¨¦n no recuerda a aquella ministra que quer¨ªa que dij¨¦ramos ¡°miembra¡±, ¡°conserja¡± y ¡°gerenta¡± en pro de la igualdad de la mujer?) y en no pocas ocasiones se han perpetrado aut¨¦nticas barbaridades formales y etimol¨®gicas. Esta semana pasada, sin ir m¨¢s lejos, el embajador de Israel y las autoridades de Burgos protagonizaban un acto muy aplaudido por toda la prensa en una localidad cuya denominaci¨®n molestaba, seg¨²n parece, a muchas personas: Castrillo Matajud¨ªos. Tras un refer¨¦ndum entre los vecinos (?qu¨¦ iban a decidir los pobres con las bromas que ven¨ªan soportando desde antiguo, ¨²ltimamente tambi¨¦n acusaciones de xenofobia?), el nombre se mud¨® por otro nuevo se supone que m¨¢s respetuoso: Castrillo Mota de Jud¨ªos. Lo curioso es que Matajud¨ªos no significa lo que la gente cre¨ªa al o¨ªr el nombre de la misma manera que los cientos de Matas (¡°porciones de terreno poblados por ¨¢rboles de la misma especie¡±, seg¨²n la RAE) repartidos por Espa?a: Mataporquera, Matalasca?as, Matalebreras, Matallana, Matilla, Matueca, La Mata en sus m¨²ltiples variantes: de la B¨¦rbula, del P¨¢ramo, de Morella, de Armu?a¡, no indican que en ellas se mate a nadie, ni siquiera que se vaya a hacer. Matajud¨ªos era, pues, un top¨®nimo normal, ni xen¨®fobo ni antisemita, una Mata habitada o fundada por jud¨ªos en alg¨²n momento de la historia, de ah¨ª su nombre.
Pero el mal ya est¨¢ hecho, no a los jud¨ªos, sino a la toponimia y al nomencl¨¢tor de este pa¨ªs. Y a ver qui¨¦n da marcha atr¨¢s ahora. As¨ª que lo mejor es aceptar el nuevo nombre y rezar, eso s¨ª, porque a alguien no se le ocurra cambiar tambi¨¦n el del hijo m¨¢s ilustre de Castrillo Mota de Jud¨ªos, antiguo Castrillo Matajud¨ªos, el gran organista y compositor del Renacimiento Antonio de Cabez¨®n, por si tambi¨¦n su apellido pudiera molestarle a alguien.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.