El Justin Bieber menos conocido
Detr¨¢s de la imagen de joven caprichoso del cantante se esconde un profesional concienzudo que ha encontrado un nuevo fil¨®n en la m¨²sica electr¨®nica
Tal vez tenga mucho de adolescente caprichoso pero Justin Bieber tambi¨¦n ha demostrado recientemente que tiene bastante de artista listo. M¨¢s all¨¢ del ruido que generan sus actos menos previsibles y absurdos, como abandonar una entrevista en directo en la radio, bajo el argumento de ir al ba?o, o suspender un concierto, tras cantar solo una canci¨®n porque se siente molesto cuando una parte del p¨²blico derrama un extra?o l¨ªquido sobre el escenario, la estrella del pop puede presumir de ser uno de los protagonistas musicales de este a?o.
Se hace dif¨ªcil medirlo entre tanta marabunta medi¨¢tica con este chaval que tiene una legi¨®n mundial de concienzudos y entregados fans que se hacen llamar beliebers -la palabra es el resultado de la uni¨®n de Bieber y believe (creer en ingl¨¦s)- y, con m¨¢s de 68 millones de seguidores solo en Twitter, tiene m¨¢s influencia en las redes sociales que Barack Obama o el Dal¨¢i Lama, seg¨²n un estudio publicado por The Observer. Pero, detr¨¢s de esta rimbombante fachada de ¨ªdolo juvenil, el m¨²sico ha tenido un enorme ¨¦xito en su incursi¨®n en el mundo de la electr¨®nica de baile.
A sus 21 a?os, Bieber se ha visto obligado a replantarse su carrera que comenz¨® a los 13 a?os despu¨¦s de subir unos v¨ªdeos a Youtube, versionando con su voz acaramelada a Stevie Wonder o Chris Brown, y de que pujasen por ¨¦l dos pesos pesados de la industria musical norteamericana, a los que tambi¨¦n versionaba, como Justin Timberlake y el rapero Usher, quien finalmente consigui¨® hacerse con sus servicios con la ayuda de Scooter Braun, un h¨¢bil productor que gestiona en la actualidad los pasos musicales del joven cantante. En este curso, el ni?o pop, con cara bonita y canciones no?as de amor plat¨®nico, ha conseguido transformarse en un m¨²sico cre¨ªble y reconocido por buena parte de la cr¨ªtica especializada gracias a Where are ? Now. Algo que no sucedi¨® de forma tan contundente con su anterior ¨¢lbum Believe.
Es la canci¨®n con la que busca un antes y despu¨¦s en su carrera, transmut¨¢ndole en otra cosa bien distinta a lo que ven¨ªa siendo. Y ha llegado despu¨¦s de que en septiembre de 2014 Scooter Braun consiguiese una poderosa alianza en el campo de la m¨²sica de baile contempor¨¢nea. Bieber firma esta pieza de cuatro minutos con Jack ?, el dueto de djs y productores formado por Diplo y Skrillex. Ambos son dos nombres internacionales, dos fen¨®menos efectistas que se mueven como peces en el agua en el proceso de masificaci¨®n y comercializaci¨®n que tiene la m¨²sica de baile. Diplo ha producido ¨¦xitos de M.I.A. o Usher y ha sido parte esencial de todo un mega hit como Lean On de Major Lazer, la composici¨®n en una l¨ªnea pegadiza muy similar al tema de Bieber. Skrillex, por su parte, es algo as¨ª como un nuevo Midas de la electr¨®nica del espect¨¢culo, capaz de orquestar ritmos vertiginosos y expansivos ante grandes audiencias.
¡°Uno se siente como si estuviera en el futuro¡±. Es lo que dijo Diplo al escuchar la canci¨®n ya mezclada. Una canci¨®n perfecta de discoteca, que hace converger el pop comercial y la electr¨®nica y que tiene un gancho novedoso: lo que Skrillex llam¨® dolphin (delf¨ªn), un sonido digital creado de un aspecto humano como la voz de Bieber, elevada unas octavas, distorsionada y ecualizada y con una brev¨ªsima reverberaci¨®n. El m¨¢s orgulloso con el resultado era el propio Bieber, que, sorprendido por el reconocimiento del p¨²blico en el festival Billboard y de su buena acogida en el mercado, lleg¨® a decir: ¡°He abierto mis ojos a una nueva audiencia, a toda una nueva plataforma¡±.
Con Diplo y Skrillex, Bieber ha dado un cambio de tim¨®n inesperado y ha conseguido, m¨¢s all¨¢ de la lluvia de galardones que cosech¨® en los premios MTV, que Where are ? Now sea una de las canciones del a?o, compitiendo en cuanto impacto, por sus visionados y escuchas en Internet, con los estrenos de Adele o Drake. Sucede algo muy parecido con Sorry, lo ¨²ltimo que se conoce del cantante y que tambi¨¦n ha sido un ¨¦xito dentro de un similar concepto. Con tanta espantada, puede parecer que Bieber no sabe lo que hace, pero para lo que verdaderamente le importa, que es su carrera y su transici¨®n al mundo del pop adulto, bien sabe lo que se juega y c¨®mo conseguirlo.
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