No nos enteramos
?Se imaginan de qu¨¦ estar¨ªamos hablando si 9.000 personas estuvieran llegando diariamente a las playas de Almer¨ªa?
El 18 de agosto de 2006, las playas de Canarias batieron el r¨¦cord de llegadas de inmigrantes irregulares: 512. Y ese fin de semana, las autoridades contabilizaron 1.268 indocumentados. El Gobierno sac¨® la calculadora: si ese ritmo se manten¨ªa, pod¨ªamos esperar unas 175.000 llegadas al a?o. Estos sucesos, seguro que lo recuerdan, desataron una especie de histeria colectiva. Con los telediarios retransmitiendo en directo las llegadas, los medios comenzaron a hablar de ¡°crisis de los cayucos¡±, el Gobierno convoc¨® al gabinete de crisis y la diplomacia espa?ola se despleg¨® por todo el ?frica subsahariana para lograr acuerdos de repatriaci¨®n.
M¨¢s recientemente, el 6 de febrero de 2014, en lo que la prensa describi¨® como un ¡°asalto masivo¡±, entre 250 y 450 inmigrantes intentaron entrar en Ceuta. Y un mes despu¨¦s, 500 inmigrantes lo lograron en Melilla en un solo salto. Cuando ese mes un pol¨¦mico informe del CNI avis¨® de que 30.000 inmigrantes esperaban para saltar a Espa?a toda medida fue poca: se reforzaron las vallas, se instalaron concertinas y se abri¨® el paso a las ¡°devoluciones en caliente¡± y al uso de balas de goma, con funestas consecuencias.
Comparemos cifras. En el punto ¨¢lgido de la crisis de los cayucos, en 2006, se registraron 39.180 llegadas. Y en 2014, 14.000 personas intentaron saltar la valla en Melilla pero s¨®lo 2.000 tuvieron ¨¦xito. Ahora imaginen la situaci¨®n en Grecia, con 9.000 personas llegando cada d¨ªa a sus costas, es decir, todas las llegadas a Canarias de 2006 cada cinco d¨ªas. O piensen en Eslovenia, un pa¨ªs de dos millones de habitantes con un ej¨¦rcito de 7.300 soldados que en solo una semana ha visto deambular por su pa¨ªs a 50.000 personas. ?Se imaginan de qu¨¦ estar¨ªamos hablando si 9.000 personas estuvieran llegando diariamente a las playas de Almer¨ªa? ?O qu¨¦ dir¨ªamos si un mill¨®n de sirios atravesara Espa?a en una semana? Tan inmersos que estamos en los contorsionismos pol¨ªticos y jur¨ªdicos de Artur Mas, ERC y la CUP que no nos enteramos de lo que est¨¢ pasando ah¨ª fuera. Y lo que est¨¢ pasando ah¨ª fuera es de una magnitud descomunal. Como lo ser¨¢n sus consecuencias. Pero preferimos no enterarnos. @jitorreblanca
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