24 hours Berl¨ªn people
Si crees que Berl¨ªn mola ahora, en los ochenta ya ni te cuento. El brit¨¢nico Mark Redder nos lleva de la mano por la ciudad alemana en 'B-Movie: Lust & Sound in West-Berlin 1979-1989', uno de los documentales proyectados en el Beefeater In-Edit
Lo de Mark Redder puede parecer una completa insensatez: imag¨ªnate vivir en el Manchester de finales de los setenta, con Joy Division encabezando el emergente movimiento postpunk, los Buzzcocks a punto de publicar ese cl¨¢sico incontestable que ser¨¢ el Singles Going Steady, y Vini Reilly bautizando The Durrutti Column a su grupo sin saber siquiera qu¨¦ fue la Guerra Civil Espa?ola; imag¨ªnate estar en el meollo de todo aquello, coger las maletas, y largarte a Alemania. En el documental B-Movie: Lust & Sound in West-Berlin 1979-1989, ser¨¢ el propio Redder quien nos demostrar¨¢ que de insensatez nada de nada. Para disipar cualquier tipo de duda, os presentamos algunos de sus anfitriones en este Berlin Occidental en plena ebullici¨®n.
NENA
Posiblemente, de todo el viaje musical que construye B-Movie: Lust & Sound in West-Berlin 1979-1989, Nena fue el producto m¨¢s exportable. Aunque no form¨® parte de facto de la escena en la que se adentra el documental, s¨ª que regurgit¨® toda su efervescencia en ese hit de pop chicloso que fue 99 Luftballons, consiguiendo que medio mundo chapurreara el alem¨¢n intentando imitarla. Si el fen¨®meno Nena no tom¨® la envergadura del que experiment¨® -por emparentarla con un fen¨®meno musical en sinton¨ªa- Debbie Harry con sus Blondie, sus Call Me, y sus Hanging on the telephone, fue ¨²nicamente por la barrera idiom¨¢tica que trazaban sus letras germanas. Pero en su pa¨ªs natal, Nena llenaba y continua llenando estadios enteros.
DIE ?RTZE
Coge toda esa provocaci¨®n nazi chick de Sex Pistols -esv¨¢sticas y cruces gamadas por doquier- e intenta lucirla en el pa¨ªs donde murieron seis millones de jud¨ªos, la RDA te tiene cercado, y el movimiento squatter est¨¢ en pie de guerra contra las fuerzas del orden. La banda de punk c¨®mico Die ?rtze lo hizo y consigui¨® salir con vida del envite, construyendo himnos como Westerland o Eva Braun, sat¨ªrica canci¨®n de amor dedicada a la que fuera esposa del F¨¹hrer. Multados, censurados y vilipendiados por los sectores m¨¢s conservadores, Die ?rtze fueron a los mismos lugares creativos que Notsensibles o Siniestro Total, pero, si algo los diferencia de estas dos bandas, es que los alemanes se jugaban el cuello con cada concierto que daban.
CHRISTIANE F.
Mark Reeder tuvo dos encontronazos con Christiane F. en Berl¨ªn: el primero, en la sala donde ve Yo, Cristina F. con una chica que acaba de conocer en la puerta del cine; el segundo tiene lugar en un bar, donde coincidir¨¢ con la propia Christiane. Convertida en musa junkie gracias a la pel¨ªcula de 1981, la imagen de esta adicta a la hero¨ªna es indisociable, desde que se estren¨® su biopic, de la m¨²sica de David Bowie, que servir¨ªa a Yo, Cristina F. de banda sonora. La presencia de Bowie en B-Movie: Lust & Sound in West-Berlin 1979-1989 no se limita a este episodio: volver¨¢ a aparecer hacia el final -como David Hasselhoff y Ronald Reagan- para dar un concierto que buscaba contentar al mayor n¨²mero de fans: el escenario se situ¨® justo al lado del muro que separaba en dos la ciudad.
BLIXA BARGELD
El jurado a¨²n est¨¢ deliberando si Blixa Bargeld, coraz¨®n y alma de la m¨²sica alternativa berlinesa, est¨¢ absolutamente desquiciado o es un genio. Su banda Einst¨¹rzende Neubauten destroz¨® el industrial mucho antes de que a Sisters of Mercy les diese tiempo a conocerse, y su sombra cobijar¨ªa a bandas de l¨ªnea dura como Psychic TV. Imposible de etiquetar, este artista alem¨¢n vaticina, en el propio documental, el fin de la escena cultural a la que pertenece, y las razones son de fuerza mayor: ¨¦l se est¨¢ aburriendo a m¨¢s no poder. Por suerte, durante esos a?os conocer¨¢ a alguien con el que establecer una de sus pocas colaboraciones musicales ortodoxas: un Nick Cave a punto de formar la que ser¨ªa su banda m¨¢s famosa.
NICK CAVE
Pero, un momento, ?qu¨¦ diablos hace Nick Cave en Berl¨ªn? Respuesta corta: coleccionar pintura alemana del per¨ªodo g¨®tico, blandir un revolver, y absorber las influencias que desembocar¨ªan en la formaci¨®n de The Bad Seeds. Todo el influjo oscuro de la ciudad servir¨ªa al creador de Nature Boy para cimentar las bases del que acabar¨ªa siendo su inimitable estilo. Cave se instal¨® en la capital europea el tiempo suficiente como para darse cuenta de que con The Birthday Party, su proyecto musical de aquel entonces, hab¨ªa dicho todo lo que ten¨ªa que decir en lo que a postpunk se refiere, y que era momento de probar otras disciplinas. Si hay violines con pedal de distorsi¨®n en sus conciertos, hay que agradec¨¦rselo sin duda a su casero alem¨¢n.
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