Aunque ya sea demasiado tarde
En 'La grandeza de la vida' (Tusquets), Michael Kumpf?m¨¹ller sigue muy de cerca el amor entre Franz Kafka y Dora Diamant

Esta es la historia de amor de un hombre de 40 a?os, que acaba de jubilarse y padece una grave enfermedad, y una joven de 25 que empieza a buscarse la vida. Se conocen durante unas vacaciones en M¨¹ritz, en la costa del mar B¨¢ltico. ?l es torpe e inseguro, complicado: escribe un diario desde muy joven donde apunta observaciones como esta: ¡°Soy una persona cerrada, callada, insociable y descontenta¡±. Ella, en cambio, es espont¨¢nea, natural, sencilla, abierta; trabaja en la colonia de vacaciones del Hogar del Pueblo Jud¨ªo de Berl¨ªn. Se gustan cuando ¨¦l la encuentra all¨ª preparando un pescado, luego dan algunos paseos, se hacen caranto?as. El hombre, que viaj¨® a M¨¹ritz para recuperarse de su dolencia en casa de su hermana, empieza a barruntar que quiz¨¢ no sea a¨²n demasiado tarde, que acaso pueda entregarse por fin a una mujer sin tantas reservas, y que quiz¨¢ esa mujer sea aquella joven jovial y atractiva. Empiezan a hacer planes. Vivir¨¢n en Berl¨ªn, donde siempre quiso instalarse.
En La grandeza de la vida (Tusquets), Michael Kumpf?m¨¹ller los sigue muy de cerca. Va contando lo que piensan y sienten, est¨¢ atento a cada uno de sus movimientos, describe c¨®mo pasan un largo tiempo, ¡°fundidos en una especie de abrazo, pelvis contra pelvis, como una pareja¡±. Son los a?os veinte del siglo pasado, han pasado cinco desde la Gran Guerra, Alemania se ha llenado de refugiados del Este y muchos son jud¨ªos. La inflaci¨®n es brutal. Hay hambre, hay violencia, florece el antisemitismo.
El hombre es Franz Kafka, la joven se llama Dora Diamant. Kumpfm¨¹ller ha reconstruido el ¨²ltimo a?o del escritor, de julio de 1923 al 3 de junio de 1924, cuando muri¨® de tuberculosis. No quedan muchos rastros de ese periodo. Parte de los cuadernos y escritos de aquellos d¨ªas los quem¨® la propia Diamant a petici¨®n de Kafka y los que conserv¨® se los quitar¨ªa la Gestapo. Kumpf?m¨¹ller ha tenido la osad¨ªa de meterse en el interior de esa relaci¨®n, con delicadeza y elegancia, para atrapar lo que dur¨® un suspiro. El desaf¨ªo de Kafka de vivir con una mujer y su precipitado final al que lo arrastra la enfermedad.
elpaissemanal@elpais.es
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