La UE obliga a sus vecinos a soportar su pol¨ªtica de inhospitalidad
![Un hombre sostiene a tres ni?os que se protegen con mantas t¨¦rmicas a su llegada a la isla griega de Lesbos el 28 de octubre. SANTI PALACIOS (AFP)](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LM4FMWH2LYOFM3CB5ZRELZU7PI.png?auth=6f56874a7d7d99e775e5fc1e4eea5946d30ac289b85f8a1e1069acf487a24b38&width=414)
AUTOR INVITADO: EMMANUEL BLANCHARD
Apenas unas semanas despu¨¦s de la emoci¨®n planetaria suscitada por la foto del cad¨¢ver del peque?o Aylan Kurdi encallado en la costa turca, han ca¨ªdo las m¨¢scaras. Desde cumbres ministeriales excepcionales, a "discursos hist¨®ricos" ante el Parlamento Europeo, pasando por los planes de acci¨®n y otros textos de la Comisi¨®n, la UE ha reafirmado claramente sus prioridades en materia de polic¨ªa de fronteras, de subcontrataci¨®n de la gesti¨®n migratoria a pa¨ªses vecinos y de disuasi¨®n de los movimientos migratorios:
- Con la creaci¨®n de los hotspots, o puntos calientes, el encierro de personas extranjeras va a generalizarse, incluidas quienes demanden asilo. Estos campos van a ser utilizados como dispositivos de selecci¨®n entre ¡°buenos refugiados¡± y ¡°malos migrantes¡±. Los Estados europeos estar¨ªan dispuestos a ¡°repartirse la carga¡± de la acogida de una (peque?a) cantidad de solicitantes de asilo, pero a condici¨®n de que los escasos derechos y garant¨ªas procedimentales que la ley reconoce al conjunto de migrantes sean abandonados. Los hotspots est¨¢n concebidos sobre todo como catalizadores de expulsi¨®n debiendo posibilitar la mejora de los ¨ªndices de expulsi¨®n de las personas exiliadas que no sean elegibles al privilegio de la relocalizaci¨®n (la posibilidad de entrar en las cuotas de personas refugiadas duramente negociadas por los Estados miembros).
- Se reafirma la subcontrataci¨®n de la vigilancia de fronteras, pero tambi¨¦n de la acogida de solicitantes de asilo en los Estados vecinos de la UE. El pasado 7 de octubre, ante el Parlamento Europeo, el presidente de la rep¨²blica francesa declar¨®: ¡°Es en Turqu¨ªa, en la medida de lo posible, donde han de ser acogidas las personas refugiadas¡±. Es tambi¨¦n el planteamiento de la Comisi¨®n y de la mayor¨ªa de Estados miembros. Y esto cuando m¨¢s de dos millones de personas sirias han encontrado ya refugio en un pa¨ªs que el presidente Erdogan ha sumido en una deriva autoritaria y en una verdadera estrategia de la tensi¨®n con la minor¨ªa kurda y las fuerzas democr¨¢ticas.
- La militarizaci¨®n de los controles migratorios ha franqueado una nueva etapa. En nombre de la lucha contra los contrabandistas y otros traficantes de seres humanos, emprende una guerra contra las personas migrantes. Los nav¨ªos militares de la operaci¨®n EUNavfor Med, rebautizada c¨ªnicamente Sof¨ªa, pueden ya abordar en alta mar los barcos sospechosos de contribuir al tr¨¢fico de personas. Ma?ana, si la ONU da su acuerdo, estas intercepciones, incluso destrucci¨®n de nav¨ªos, podr¨¢n realizarse en las aguas territoriales libias. Con toda probabilidad, los pasajeros as¨ª rescatados de sus supuestos verdugos ser¨¢n conducidos a campos en Italia o entregados, en Libia u otros pa¨ªses, en manos de quienes pretend¨ªan huir.
- Con la creaci¨®n de los hotspots, o puntos calientes, el encierro de personas extranjeras va a generalizarse, incluidas quienes demanden asilo. Estos campos van a ser utilizados como dispositivos de selecci¨®n entre ¡°buenos refugiados¡± y ¡°malos migrantes¡±. Los Estados europeos estar¨ªan dispuestos a ¡°repartirse la carga¡± de la acogida de una (peque?a) cantidad de solicitantes de asilo, pero a condici¨®n de que los escasos derechos y garant¨ªas procedimentales que la ley reconoce al conjunto de migrantes sean abandonados. Los hotspots est¨¢n concebidos sobre todo como catalizadores de expulsi¨®n debiendo posibilitar la mejora de los ¨ªndices de expulsi¨®n de las personas exiliadas que no sean elegibles al privilegio de la relocalizaci¨®n (la posibilidad de entrar en las cuotas de personas refugiadas duramente negociadas por los Estados miembros).
- Se reafirma la subcontrataci¨®n de la vigilancia de fronteras, pero tambi¨¦n de la acogida de solicitantes de asilo en los Estados vecinos de la UE. El pasado 7 de octubre, ante el Parlamento Europeo, el presidente de la rep¨²blica francesa declar¨®: ¡°Es en Turqu¨ªa, en la medida de lo posible, donde han de ser acogidas las personas refugiadas¡±. Es tambi¨¦n el planteamiento de la Comisi¨®n y de la mayor¨ªa de Estados miembros. Y esto cuando m¨¢s de dos millones de personas sirias han encontrado ya refugio en un pa¨ªs que el presidente Erdogan ha sumido en una deriva autoritaria y en una verdadera estrategia de la tensi¨®n con la minor¨ªa kurda y las fuerzas democr¨¢ticas.
- La militarizaci¨®n de los controles migratorios ha franqueado una nueva etapa. En nombre de la lucha contra los contrabandistas y otros traficantes de seres humanos, emprende una guerra contra las personas migrantes. Los nav¨ªos militares de la operaci¨®n EUNavfor Med, rebautizada c¨ªnicamente Sof¨ªa, pueden ya abordar en alta mar los barcos sospechosos de contribuir al tr¨¢fico de personas. Ma?ana, si la ONU da su acuerdo, estas intercepciones, incluso destrucci¨®n de nav¨ªos, podr¨¢n realizarse en las aguas territoriales libias. Con toda probabilidad, los pasajeros as¨ª rescatados de sus supuestos verdugos ser¨¢n conducidos a campos en Italia o entregados, en Libia u otros pa¨ªses, en manos de quienes pretend¨ªan huir.
Para alcanzar sus objetivos, los Estados miembros y la UE est¨¢n dispuestos a todo tipo de compromisos: las operaciones militares en el Sahel desarrolladas por los contingentes franc¨¦s y belga se contemplan a partir de ahora tambi¨¦n como un medio para cortar las rutas migratorias; est¨¢ previsto instalar en N¨ªger campos destinados a organizar retornos desde las fronteras europeas; los reg¨ªmenes m¨¢s represivos (en particular Sud¨¢n o Eritrea, en el marco del proceso de Jartum) de los que huyen decenas de miles de solicitantes de asilo, se benefician de subsidios a fin de retener a su poblaci¨®n y de hacer seguras sus fronteras¡
Todo este mercadeo y, sobre todo, la cuesti¨®n de los acuerdos de readmisi¨®n (es decir, el compromiso de los Estados de origen o de tr¨¢nsito para retomar las personas expulsadas de Europa), ser¨¢n las cuestiones clave de la pr¨®xima cumbre euroafricana de La Valeta (11-12 de noviembre de 2015). De cara a que se admita la dimisi¨®n moral de la UE y su renuncia a aplicar las grandes convenciones internacionales de protecci¨®n de derechos humanos, las autoridades europeas van a continuar apoy¨¢ndose en la pol¨ªtica del miedo: los equilibrios nacionales y europeos estar¨ªan en peligro por ¡°la mayor afluencia migratoria desde la segunda guerra mundial¡±. Para ello, van a insistir machaconamente en las estad¨ªsticas oportunamente proporcionadas por Frontex: "?He de recordar que Europa se enfrenta a una presi¨®n migratoria sin precedentes? ?Que, desde comienzos de a?o, la agencia Frontex ha constatado ya m¨¢s de 710.000 entradas irregulares en territorio europeo?"escribe el ministro franc¨¦s del Interior en respuesta a un informe del Defensor de Derechos que denuncia la suerte de miles de migrantes bloqueados en Calais y obligados a vivir en chabolas.
Sin embargo, la agencia Frontex ha reconocido que sus cifras eran parciales. Contabiliza pasos de fronteras y no personas. Estas ¨²ltimas, a lo largo de su periplo hacia Alemania o Europa del norte son, pues, censados en varias ocasiones. En muchos pa¨ªses de la UE (Francia, Gran Breta?a, Italia¡) las estad¨ªsticas nacionales de solicitantes de asilo permanecen estables en 2015. Los datos de Frontex son utilizados, sin embargo, para contrarrestar los movimientos de solidaridad con las personas exiliadas y llevar el agua al molino de los argumentos inhospitalarios e incluso xen¨®fobos. Ocultan oportunamente que en 2015 la UE es ciertamente un milagro para centenares de miles de personas exiliadas pero que ya no es una tierra de asilo: no recibe m¨¢s que a quienes han sobrevivido a los m¨²ltiples obst¨¢culos puestos en su camino. As¨ª, Turqu¨ªa, que la UE desear¨ªa convertir en guardi¨¢n de la estanqueidad de sus fronteras, acoge al menos cuatro veces m¨¢s refugiados sirios que el conjunto de los 28 Estados miembros. Para llegar a este resultado utiliza todas las posibilidades y defiende tercamente la asignaci¨®n a residencia de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n mundial y la puesta en pr¨¢ctica de facto de un ¡°delito de emigraci¨®n¡± contrario a todos los textos internacionales, en particular al art¨ªculo 13 de la Declaraci¨®n Universal de Derechos Humanos de 1948. Son estos valores -la inhospitalidad, la negaci¨®n de derechos fundamentales, el mercadeo m¨¢s c¨ªnico- los que llevar¨¢ la UE a la mesa de negociaciones que se desarrollar¨¢n en La Valeta los pr¨®ximos 11 y 12 de noviembre.
Emmanuel Blanchard es Presidente de Migreurop
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