Las piezas clave de un futuro en com¨²n
Casi una veintena de organizaciones se unen para lanzar un mensaje com¨²n: los derechos humanos y de la Tierra deben ser las piedras angulares del nuevo modelo social, ecol¨®gico y econ¨®mico
El siglo XXI avanza con la certeza absoluta de que el mundo est¨¢ m¨¢s interconectado que nunca. Nuestros problemas ya no se limitan al entorno m¨¢s cercano; son globales, como globales deben ser sus soluciones. Hace tiempo que numerosos colectivos sociales comparten en gran medida este an¨¢lisis. Fruto de ello, ONG, sindicatos, movimientos sociales y redes ciudadanas hemos iniciado un proceso conjunto para avanzar hacia el modelo de sociedad que queremos; un modelo que parte precisamente de los principios comunes que nos unen.
La recta final de este a?o 2015 nos ofrece enormes posibilidades para definir c¨®mo vamos a afrontar nuestro futuro como humanidad. En el plano dom¨¦stico, elegiremos a un nuevo Gobierno. En Europa celebramos el A?o Europeo del Desarrollo, que ha puesto en debate el modelo de desarrollo actual. En el ¨¢mbito mundial, la reci¨¦n estrenada Agenda 2030 marcar¨¢ la hoja de ruta de la comunidad internacional para los pr¨®ximos a?os en pol¨ªticas de lucha contra la pobreza y la desigualdad y en la protecci¨®n del medio ambiente. Y en el mes de diciembre, Par¨ªs acoger¨¢ la Conferencia sobre Cambio Clim¨¢tico (COP21) que ser¨¢ determinante para saber si los Estados son capaces de asumir compromisos reales que protejan el clima y, por tanto, el planeta.
Participaci¨®n ciudadana, la pieza clave
Vivimos tiempos de contestaci¨®n y propuesta ciudadana en todo el mundo. La aplicaci¨®n de pol¨ªticas de austeridad que protegen los intereses privados mientras recortan los derechos humanos ¡ªespecialmente, los de las mujeres¡ª est¨¢ generando una creciente reacci¨®n social. Los pueblos exigen hacer su propia historia y participar en los asuntos p¨²blicos.
El modelo de sociedad global que queremos construir pasa ineludiblemente por una serie de cuestiones que han de cumplirse si queremos asegurar nuestro futuro y el del planeta. Las piedras angulares que gu¨ªan este modelo social, econ¨®mico y ecol¨®gico que proponemos, han de ser los derechos humanos y los derechos de la Tierra. Su pleno ejercicio debe ser garantizado para todas las personas, independientemente de su procedencia, g¨¦nero, edad o etnia. Solo as¨ª podremos construir sociedades plenamente democr¨¢ticas.
La reci¨¦n estrenada Agenda 2030 marcar¨¢ la hoja de ruta en pol¨ªticas de lucha contra la pobreza y la desigualdad, y en la protecci¨®n del medio ambiente
Necesitamos un cambio urgente que modifique el rumbo. El modelo de crecimiento econ¨®mico actual es insostenible y no puede seguir siendo la medida del progreso de las sociedades; de hecho est¨¢ en el origen de la injusta distribuci¨®n de la riqueza, de la precariedad, la vulnerabilidad social y la grave crisis ecol¨®gica que enfrentamos. Defendemos, por tanto, un desarrollo que genere condiciones de partida iguales y equitativas para todas las personas y que use racional y equitativamente los recursos naturales. No podemos vivir de espaldas a la dependencia humana y a los l¨ªmites planetarios.
Queremos una econom¨ªa al servicio de las personas y no personas al servicio de la econom¨ªa. Y una de las piezas clave para ello es la universalizaci¨®n del trabajo decente y la protecci¨®n social como v¨ªa para superar la pobreza y la vulnerabilidad. Los ¨ªndices de paro tanto en Espa?a, como en el mundo son absolutamente escandalosos; las graves consecuencias que suponen para la vida de millones de personas, tambi¨¦n.
Debemos acabar con la din¨¢mica de privatizaci¨®n y recorte de los servicios p¨²blicos. La l¨®gica de la rentabilidad no puede ser el principio que rija su gesti¨®n. La educaci¨®n, la sanidad o los servicios sociales son derechos b¨¢sicos absolutamente necesarios para alcanzar una democracia real. Por eso deben ser universales sin excepci¨®n de ning¨²n tipo y deben contar con financiaci¨®n p¨²blica suficiente. No asegurar que as¨ª sea est¨¢ generando efectos desoladores en las condiciones de vida actuales y los tendr¨¢ tambi¨¦n sobre las futuras.
Desigualdades insostenibles
Asistimos a una desigualdad obscena tanto en nuestro pa¨ªs como en todo el planeta. Espa?a se sit¨²a a la cabeza de los pa¨ªses europeos m¨¢s desiguales. En el mundo, el 1% de la poblaci¨®n tiene el mismo patrimonio que el 99%; y el 70% de la poblaci¨®n pobre son mujeres. La persistencia ¨Ce incluso aumento progresivo- de estos datos, adem¨¢s de ser una injusticia, amenaza nuestra cohesi¨®n social y es un indicador de mala salud de nuestra democracia.
Enfrentar esta situaci¨®n debe ser un objetivo central de cualquier pol¨ªtica p¨²blica. La acumulaci¨®n de la riqueza en manos de unos pocos debe frenarse con pol¨ªticas fiscales progresivas, acompa?adas de acuerdos internacionales que acaben con la evasi¨®n fiscal y los para¨ªsos fiscales, e impidan a las empresas transnacionales eludir el pago de impuestos e imponer sus intereses en los pa¨ªses donde operan.
Merece especial atenci¨®n la situaci¨®n de desigualdad a la que se ven sometidas las mujeres. El abanico de discriminaciones que enfrentan es muy amplio y tiene su origen en factores estructurales propios del sistema patriarcal que rige el mundo. Por ello, es prioritario abordar esta situaci¨®n de manera diferenciada y transversal al conjunto de pol¨ªticas que adopte cualquier gobierno.
Una de las cuestiones m¨¢s alarmantes de nuestro tiempo es la crisis de migrantes y refugiados que afecta a todo el planeta. No podemos mirar hacia otro lado e ignorar que 60 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Esta situaci¨®n debe ser abordada desde la defensa de los derechos humanos, el derecho de retorno a sus hogares y el cumplimiento de las leyes establecidas para proteger a personas que no han elegido salir de sus pa¨ªses sino que se han visto obligadas a hacerlo a causa de conflictos, violaciones de derechos humanos, crisis medioambientales o emergencias humanitarias.
En miles de rincones del planeta, la sociedad civil demanda participaci¨®n y mecanismos de rendici¨®n de cuentas efectivos. Garantizar la participaci¨®n pol¨ªtica y social de la ciudadan¨ªa y su protagonismo es uno de los principales elementos para solucionar los problemas que nos afectan y para fortalecer la salud democr¨¢tica. En este sentido, medidas como las llamadas ¡°Leyes Mordaza¡± deben revertirse de manera inmediata.
El nuevo gobierno que sea elegido en las pr¨®ximas elecciones, tendr¨¢ en sus manos la posibilidad de defender estos principios y consolidarlos no solo en el ¨¢mbito dom¨¦stico, sino tambi¨¦n, en las actuaciones internacionales que nos afectan como parte de la sociedad global a la que pertenecemos. Nuestro futuro se sit¨²a en el fortalecimiento de las relaciones de cooperaci¨®n y no de competencia entre pa¨ªses; ah¨ª es d¨®nde se encuentra el camino hacia el futuro com¨²n que queremos.
Este art¨ªculo presenta las principales propuestas del documento de Mensajes Comunes, enmarcado en el proyecto Futuro en Com¨²n (www.futuroencom.net). Lo firman las siguientes organizaciones: AIETI, Alianza contra la Pobreza, Alianza por la Solidaridad, Amigos de la Tierra, Asociaci¨®n Bienestar y Desarrollo, CEAR, Coordinadora de ONGD-Castilla La Mancha, Coordinadora de ONGD-Espa?a, Consejo General del Trabajo Social, EAPN Espa?a, Ecologistas en Acci¨®n, Entreculturas, Federaci¨®n de Planificaci¨®n Familiar Estatal, F¨®rum de Pol¨ªtica Feminista, IECAH, InspirAction, Movimiento por la Paz-MPDL-, SEO/BirdLife, USO, WWF.
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