Mujeres por encima de la violencia, por encima de la muerte
Hoy escribeLula G¨®mez, periodista y directora del documental 'Mujeres al frente, la ley de las m¨¢s nobles'
Luz Marina Bernal muestra una noticia sobre la historia de su hijo. Imagen: Pablo Tosco / Oxfam Interm¨®n.
Luz Marina Bernal dice ser una madre muerta en vida. Y cuando la fot¨®grafa colombiana Carolina Satizabal se acerc¨® a ella para retratarla, esta madre coraje colombiana eligi¨® la tierra, la tierra que acogi¨® a su hijo, la tierra que le enterr¨® y le guarda. Luz Marina Bernal dice que es una madre muerta en vida de una forma reposada y explica una y cien veces a periodistas, vecinos de a pie, militares o quien sea necesario que a su hijo le mataron por hacerle pasar por guerrillero, por una recompensa, por unos pocos d¨®lares que justificaban los ¨¦xitos del ej¨¦rcito colombiano contra la insurgencia. Desde entonces, esta mujer no ha dejado de sorprender al Estado organiz¨¢ndose para denunciar la desaparici¨®n de miles de ¡°NNs¡± (?no names: pobres sin recursos!) secuestrados por los militares. Su hijo, con una discapacidad mental y par¨¢lisis en el pierna y brazo derecho, con la que dec¨ªan manejaba su arma, fue acusado de ser un dirigente de las Farc. Fue el primero de lo que en Colombia se conoce como ¡°falsos positivos¡±, pobres disfrazados de guerrilleros y presentados como trofeos.
Luz Marina no tuvo acceso a los medios. Su verdad era inc¨®moda para el Gobierno y las redacciones de su pa¨ªs se le cerraron. No le import¨®: trag¨® saliva, seguramente tambi¨¦n mucha tierra y mont¨® un espect¨¢culo con las otras madres de desaparecidos. As¨ª, con los peri¨®dicos silenciados, y desde lo alto de los escenarios, empez¨® a escucharse su voz y la de las comadres que la acompa?an, las otras madres de los desaparecidos y muertos. Tom¨® como referencia el mito de Ant¨ªgona para poner en pie Ant¨ªgona, Tribunal de mujeres, una version de la tragedia griega en la que una mujer se enfrenta al sistema para reclamar justicia: ¡°?Ay! pero ustedes se?ores del Tribunal, se ven tan bonitos, ?viven en un mundo de cristal! No se han dado cuenta de que por todas partes hay fosas comunes. Cu¨¢ntas madres esperando a que un d¨ªa vuelvan sus hijos, no saben que est¨¢n a cinco metros bajo tierra... Tengo sed, pero sed de Justicia", clama ella y las otras madres, madres coraje, madres valientes, madres perseguidas y amenazadas.
Dice no tener miedo ni l¨ªmites. Luz Marina Bernal afirma que le prometi¨® a su hijo ya muerto luchar por otro pa¨ªs en el que a las mujeres no las violen, no haya massacres, torturas, genocidios o reclutamiento de menores. ¡°No puedo permitirme el lujo detener miedo, porque si lo tengo, soy permisiva con lo que est¨¢ pasando, y alguien tiene que denunciar, explica esta mujer-tierra convertida a la fuerza en defensora de los derechos humanos. Lo hace ante el publico que la va a ver, ante el Parlamento Europeo, ante el Tribunal de la Haya ¨Cdonde tambi¨¦n ha llegado- o en las mesas de negociaci¨®n de la Habana, donde se sent¨® con guerrilleros y Gobierno para reclamar, como hace desde la tarima, ¡°que vengan a respondernos a nosotras por estos cr¨ªmenes. Juzguen ustedes: a mi hijo, bajo el Gobierno de ?lvaro Uribe V¨¦lez, lo desaparecieron, apareci¨® vestido de guerrillero y y muerto, ocho meses m¨¢s tarde¡¡±. Silencio. Quien la escucha, traga saliva. No resulta f¨¢cil pasar esas barbaries con las que quisieron enterrar la verdad.
Luz Marina es una de las 7 mujeres implicadas en la paz en Colombia que he podido retratar en el documental 'Mujeres al frente, la ley de las m¨¢s nobles': campesinas, abogadas, feministas, activistas y defensoras de los derechos humanos... Incluso Vera Grabe, ex dirigente del M19 y ahora directora del Observatorio de la Paz, una mujer de hierro que en su d¨ªa empu?¨® las armas y que no duda hoy en afirmar que la paz requiere de m¨¢s valent¨ªa, y que es posible.
En el d¨ªa contra la violencia recuerdo a todas estas mujeres colombianas que est¨¢n haciendo durante a?os su parte para acabar con ella. Patricia Guerrero, fundadora de la Ciudad de las Mujeres; Mayerlis Angarita, responsable de la Fundaci¨®n Narrar para vivir; Nelly Velandia, l¨ªder campesina; Luz Marina Becerra, representante de Afrocolombianos Desplazados y experta en g¨¦nero y Beatriz Montoya, feminista y responsable de que una organizaci¨®n de mujeres que batalla por la paz en Antioquia. Ellas, y muchas otras mujeres colombianas, est¨¢n en el camino para vencer a la violencia, como Luz Marina logr¨® que se restableciera la verdad por encima de la muerte.
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