Fuego cruzado diplom¨¢tico

El derribo por Turqu¨ªa del caza ruso podr¨ªa abrir un nuevo frente en la escalada de violencia que asola a Siria, y dar al traste con las expectativas de acercamiento entre Rusia y Occidente surgidas tras la masacre de Par¨ªs. Con los presidentes de Rusia ¡ªVladimir Putin¡ª y de Turqu¨ªa ¡ªRecep Tayyip Erdogan¡ª enredados en fintas verbales, y ante la escalofriante posibilidad de un escenario m¨¢s grave, la Uni¨®n Europea no debe escatimar esfuerzos para racionalizar su relaci¨®n con Turqu¨ªa.

Antes de la embestida terrorista, Erdogan parec¨ªa tener las riendas de esta relaci¨®n. El mes pasado, los dirigentes europeos, abrumados por la crisis de los refugiados, aprobaron un plan de acci¨®n conjunta por el que a cambio de la cooperaci¨®n de Turqu¨ªa en su contenci¨®n, compromet¨ªan fondos, liberalizaci¨®n de visados y ¡ªsignificativo¡ª retomar las negociaciones sobre su adhesi¨®n a la Uni¨®n. Todo ello benefici¨® a Erdogan en su campa?a para las elecciones generales del 1 de noviembre pasado: tanto el plan de acci¨®n como la posterior visita de Merkel a Estambul se percibieron en Turqu¨ªa como apoyos de facto a su presidente en funciones. Y, tras los comicios en los que el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan recuper¨® una holgada mayor¨ªa parlamentaria, la reciente Cumbre del G-20 en Antalya deb¨ªa consagrar el retorno triunfal de Erdogan al escenario global. Pero los acontecimientos frustraron este elaborado programa.

Con las relaciones de su pa¨ªs con Rusia en el punto de mayor tensi¨®n desde el final de la Guerra Fr¨ªa, con una composici¨®n de fuerzas sobre el terreno en Siria ¡ªindispensables para la derrota del Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingles)¡ª inquietante para los intereses de Turqu¨ªa, y con la amenaza directa del ISIS ¡ªpatente desde el doble atentado suicida del mes pasado en Ankara¡ª, la vulnerabilidad de Erdogan es notoria. Adem¨¢s, frente a la ventajosa posici¨®n de ambig¨¹edad estrat¨¦gica que Turqu¨ªa adopt¨® cuando la anexi¨®n de Crimea por Rusia en 2014 quebr¨® las relaciones entre Occidente y el Kremlin, hoy el derribo del caza ruso y su obstinada oposici¨®n a El Asad en cualquier negociaci¨®n, agravan esta situaci¨®n. Por ¨²ltimo, mientras Francia reh¨²ye de la OTAN para coaligar la respuesta internacional al ISIS, el enfoque turco de tolerancia cero hacia la intrusi¨®n en su espacio a¨¦reo ha tensado las relaciones entre Rusia y la OTAN. En este contexto, la actitud de la UE es trascendental.

Aunque Turqu¨ªa mantiene cierta ventaja negociadora frente a la UE ¡ªel flujo de refugiados todav¨ªa representa un reto de calado para Europa¡ª, hoy ambas partes se encuentran en aut¨¦ntico estado de necesidad, sin poder permitirse que la situaci¨®n, ya de por s¨ª vol¨¢til, se complique m¨¢s a¨²n. Y esto ha de quedar plasmado en la cumbre del d¨ªa 29.

La rotunda victoria del AKP en las recientes elecciones brinda una buena oportunidad al Gobierno para asumir el liderazgo regional que le corresponde

Frente al necesario apoyo real de Turqu¨ªa en materia de inmigraci¨®n y terrorismo, la Uni¨®n debe comprometerse en el establecimiento de garant¨ªas cre¨ªbles para evitar que las potenciales zonas de seguridad del norte de Siria ¡ªesenciales para contener los flujos migratorios y comenzar a estabilizar el pa¨ªs¡ª amenacen la seguridad interna de Turqu¨ªa. Asimismo, Europa junto con EE UU tienen la responsabilidad de utilizar todos los recursos a su disposici¨®n para evitar la escalada entre Rusia y Turqu¨ªa, y deben dejar claro al Gobierno turco que no contemplan el respaldo a El Asad m¨¢s all¨¢ de ¡ªeventualmente¡ª un primer per¨ªodo de pacificaci¨®n y transici¨®n en Siria.

Turqu¨ªa debe ampliar sus miras. Los acontecimientos en su frontera sur trascienden la cuesti¨®n kurda: la estabilidad de toda la regi¨®n est¨¢ en juego. La rotunda victoria del AKP en las recientes elecciones brinda una buena oportunidad al Gobierno para asumir el liderazgo regional que le corresponde y volcar su atenci¨®n en la resoluci¨®n de los problemas de su dilatado entorno, en lugar de perseguir una agenda limitada a planteamientos romos. Para hacer frente a los retos m¨¢s acuciantes, Turqu¨ªa y la UE deben comprometerse con la construcci¨®n de una alianza fundada en intereses comunes como la seguridad, con la buena fe rigiendo las negociaciones del proceso de adhesi¨®n.

La cumbre UE-Turqu¨ªa es importante.Ahora, m¨¢s que nunca, sobre la Uni¨®n Europea y Turqu¨ªa recae la responsabilidad de actuar de consuno antes de que esta ya execrable situaci¨®n empeore.

Ana Palacio, exministra de Asuntos Exteriores de Espa?a y exvicepresidenta primera del Banco Mundial, es miembro del Consejo de Estado de Espa?a.

? Project Syndicate, 2015.