"Ceder¨ªa gratis los derechos de mi padre si dejaran de publicar reediciones horrorosas"
El hijo del dibujante de c¨®mics Manolo V¨¢zquez estrena una pel¨ªcula que carga contra el mundo de la cultura. Y est¨¢ harto de que todo el mundo le pregunte por su padre en las entrevistas
¡°Mi padre me tra¨ªa mucho a este bar de peque?o. Yo me quedaba en las recreativas mientras ¨¦l se emborrachaba con Manel, un dibujante que por aquel entonces trabajaba en El Jueves. Seguramente, a¨²n le deba dinero al due?o¡±, cuenta el director Manolo V¨¢zquez en un local llamado, parad¨®jicamente, Flor y Nata. Acabamos encontr¨¢ndonos en este bar porque, seg¨²n cuenta, estuvo viviendo con su padre -el dibujante de c¨®mics como Anacleto o Las Hermanas Gilda- en esta misma manzana; aunque s¨®lo, recalca, durante alg¨²n tiempo. ¡°Nos mud¨¢bamos cada dos a?os m¨¢s o menos, porque mi padre dejaba de pagar el alquiler. Hemos vivido en casi toda Barcelona: hoteles, pisos, casas de otra gente¡ Eso me afect¨® hasta tal punto que soy incapaz de vivir m¨¢s de dos a?os en el mismo sitio, y no por motivos econ¨®micos, sino por una especie de costumbre adquirida¡±.
Manolo V¨¢zquez no s¨®lo hered¨® su nombre del famoso historietista, sino que carga a sus espaldas con an¨¦cdotas que atentan contra la suspensi¨®n de la incredulidad; incluso contra la de los fans del dibujante. ¡°Cuando estuve asesorando a ?scar Aibar para El Gran V¨¢zquez, el biopic de mi padre que protagoniz¨® Santiago Segura, desechamos algunas vivencias reales porque pensamos que nadie del p¨²blico iba a darlas por ciertas. Quiero decir: la noche de bodas la pas¨® con mi madre en una casa de putas. No puedes meter eso en una pel¨ªcula y esperar que los espectadores se lo crean¡±.
"Yo ceder¨ªa los derechos de mi padre de forma completamente gratuita si, a cambio, se publicase algo m¨¢s que esas reediciones horrorosas de Anacleto y Las Hermanas Gilda"
Todos recordamos esas historias en las que V¨¢zquez se plasmaba a s¨ª mismo en vi?etas, mostr¨¢ndose como un bastardo carism¨¢tico que dejar¨ªa en evidencia al mism¨ªsimo Bugs Bunny; un Bugs Bunny pendenciero y moroso. Todas esas historias son, seg¨²n su hijo, completamente ciertas. ¡°Vivimos mucho tiempo solos, ¨¦l y yo. En cuanto lleg¨¢bamos a un barrio, se abr¨ªa una cuenta en el bar de abajo, en el que acab¨¢bamos comiendo cada d¨ªa; del hotel en el que pasamos dos a?os viviendo, nos fuimos sin pagar; las visitas de los acreedores eran continuas. Yo viv¨ªa las reglas que ¨¦l impon¨ªa como algo normal: si llaman a la puerta, no se abre; si suena el tel¨¦fono, no se descuelga. ?Qu¨¦ si est¨¢ mi padre en casa? No, ahora mismo no est¨¢. Era el pan nuestro de cada d¨ªa¡±. La tensi¨®n no s¨®lo se encontraba en la casa que tocara por aqu¨¦l entonces, sino que llegaba hasta la escuela donde estudiaba el peque?o Manolo. ¡°Los momentos en los que mayor verg¨¹enza pasabas era cuando dejaba de pagar al colegio. Creo que incluso nos llegaron a enviar para casa una vez, a m¨ª y a mi hermana, por un atraso de cuatro meses¡±. Pese a la acritud que da el blanco sobre negro, Manolo recuerda cada an¨¦cdota con una sonrisa en los labios. ¡°Para m¨ª es un orgullo ser su hijo. Adem¨¢s, he crecido leyendo Anacleto¡±.
Aunque el lector sea permeable a cualquier referencia del mundo del c¨®mic, no hace falta echar la vista demasiado atr¨¢s en el tiempo para que el t¨ªtulo Anacleto: Agente Secreto le suene familiar. La adaptaci¨®n al cine de este personaje a manos del director Javier Ruiz Caldera se estren¨® hace ahora pocas semanas, con un notable ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico. ¡°Es un poco dif¨ªcil enfrentarte a algo as¨ª, no s¨®lo porque la pel¨ªcula parta de una creaci¨®n de tu padre, sino porque tambi¨¦n se centraba en mi personaje preferido de entre todos los que ¨¦l ha dibujado. Es decir: tengo el casting ideal de Anacleto: Agente Secreto en mi cabeza. Me invitaron al preestreno, y fui con el tiempo justo para no tener que saludar a nadie al llegar, y en cuanto se termin¨® me march¨¦ corriendo, para evitar que me preguntaran qu¨¦ me hab¨ªa parecido. La primera vez que la vi no me gust¨® nada, pero en el segundo visionado -hecho con m¨¢s distancia y entendiendo que no estaba delante de una adaptaci¨®n fiel al original- me pareci¨® una buena comedia de acci¨®n, hecha con mucho respeto y cari?o. Una cosa muy guay es que Carlos Areces interprete a V¨¢zquez en la pel¨ªcula. Areces y Santiago Segura han sido, de alg¨²n modo, mi padre¡±.
¡°Cuando estuve asesorando a ?scar Aibar para El Gran V¨¢zquez, el biopic de mi padre que protagoniz¨® Santiago Segura, desechamos algunas vivencias reales porque pensamos que nadie del p¨²blico iba a darlas por ciertas"
Al contrario que El Gran V¨¢zquez, un proyecto en el que Manolo estuvo implicado ya no s¨®lo como asesor de gui¨®n, sino tambi¨¦n como asistente de direcci¨®n y actor -interpreta al doctor que asiste el parto en el que ¨¦l mismo era dado a luz-, Anacleto: Agente Secreto fue un proyecto auspiciado herm¨¦ticamente por la editorial poseedora de los derechos de las creaciones de V¨¢zquez. ¡°Siempre ha habido un problema en ese sentido, y no s¨®lo con la editorial, sino tambi¨¦n con los hijos que tuvo antes de estar con mi madre. La relaci¨®n es tensa, porque es dif¨ªcil gestionar derechos de autor con gente que se tiene recelo. Un recelo que, por otra parte, es comprensible: mi padre les abandon¨®, y eso gener¨® un rencor que a d¨ªa de hoy sigue vigente. ?l muri¨® hace ahora veinte a?os, y llevo desde entonces peleando contra molinos de viento¡±. Si los intereses de esta pugna quijotesca pueden levantar suspicacias, la coartada econ¨®mica no es la que parece motivar a Manolo. ¡°Yo con la obra de mi padre no he ganado dinero. Como mucho, te da para darte un capricho una vez al a?o. Sinceramente te lo digo: yo ceder¨ªa los derechos de mi padre de forma completamente gratuita si, a cambio, se publicase algo m¨¢s que esas reediciones horrorosas de Anacleto y Las Hermanas Gilda. Mi padre tiene una obra s¨²per extensa, y no tienes ni idea de la rabia que me da ir a un quiosco y no ver tebeos suyos¡±.
Aunque su padre intentase que el joven Manolo siguiera sus pasos, la sombra de V¨¢zquez era demasiado alargada. ¡°Me llevaba a todos los salones del c¨®mic, incluso me apunt¨® a una academia de dibujo. Durante un tiempo llegu¨¦ a dedicarme ¨²nicamente a hacer c¨®mics. Me dec¨ªa que era un cabr¨®n; que lo hac¨ªa mejor que ¨¦l. Pero es complicado dedicarte al dibujo si tu padre es quien es. Me explico: cuando me hac¨ªan encargos, quer¨ªan que mi estilo hiciera referencia al de mi padre. Y no s¨®lo eso, sino que, en este pa¨ªs, ser dibujante es un modo de vida inviable. Ah¨ª es cuando me dije: voy a dedicarme al cine, que ah¨ª hay dinero. ?Dinero? Y una mierda: mi primera pel¨ªcula es completamente autofinanciada¡±. Esa ¨®pera prima a la que Manolo V¨¢zquez hace referencia es La Maniobra de Heimlich, que lleg¨® a las salas de Madrid y Barcelona el 27 de Noviembre. La pel¨ªcula, rodada como si de un falso documental se tratase, es una mordaz cr¨ªtica al mundo de la cultura que no deja t¨ªtere con cabeza. Con gui¨®n del escritor Javier Calvo, y con cameos de Luc¨ªa Extebarr¨ªa y Vila-Matas, sorprende que uno de los personajes, el interpretado por Miki Esparb¨¦, lleve por nombre Manolo V¨¢zquez. ¡°El hecho de que, de la misma forma que hac¨ªa mi padre, yo me incluya como personaje en La Maniobra de Heimlich, te puedo asegurar que no responde a una influencia directa. Quiz¨¢s hay algo inconsciente, como apuntas, no lo s¨¦. S¨ª que es verdad que muchas cr¨ªticas est¨¢n intentando linkar movimientos m¨ªos con los que hac¨ªa mi padre: la mala leche de la pel¨ªcula, la autoficci¨®n, etc¡±.
Con una pel¨ªcula que, tras su paso por el Festival de M¨¢laga,acaba de llegar a salas, y con una segunda en mente -Manolo est¨¢ preparando un proyecto a medio camino ente ?Jo, que noche! y Perdita Durango-, el director s¨®lo espera ser valorado por sus propios m¨¦ritos. ¡°Odio que la gente me haga entrevistas sobre mi padre, y es algo que espero dejar de hacer lo antes posible. Huir de su figura es muy dif¨ªcil, eso est¨¢ claro. Yo entiendo que, ahora mismo, para cualquier medio es m¨¢s interesante hablar de mi padre que de m¨ª. Mi sue?o es que alg¨²n d¨ªa alguien diga: el padre de Manolito dibujaba. Ya sabes, Manolo, el del cine¡±.
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