De la cuna a la tumba... en la red
Por Carlos Ballesteros
Hace tiempo la expresi¨®n de la cuna a la tumba se puso de moda entre los ecologistas que trabajaban en temas de dise?o industrial, dise?o verde y dem¨¢s asuntos parecidos. Esta frase (en ingl¨¦s from cradle to cradle o C2C) hace referencia a c¨®mo los productos deben dise?arse teniendo en cuenta tanto los aspectos medioambientales de las materias primas que lo componen, los de los procesos industriales que intervienen en su fabricaci¨®n, transporte, comercializaci¨®n y uso as¨ª como los de su definitiva destrucci¨®n una vez acabado su per¨ªodo ¨²til. Se relaciona con conceptos como los de huella ecol¨®gica, ciclo de vida o m¨¢s modernamente con los de green design, econom¨ªa circular o waste zero.
Sin embargo no es mi intenci¨®n en este post hacer una referencia a esta idea tan verde y atractiva. El t¨ªtulo de mi art¨ªculo viene a colaci¨®n de dos publicaciones en prensa de los ¨²ltimos d¨ªas y de la ¨²ltima novela que acabo de leer. Empezando por esta ¨²ltima, muy recomendable pero angustiosa, se trata de ¡°El circulo¡± de Dave Eggers (publicado en Espa?a por Random) y narra la historia de Mae, una pobre chica de provincias estadounidense que entra a trabajar en una empresa llamada El Circulo, gracias al enchufe de una buena amiga, alta directiva de la misma. Poco a poco vamos viendo, en paralelo, c¨®mo Mae asciende en la empresa gracias a su ilusi¨®n, a sus ideas innovadoras y a la falta de escr¨²pulos y de conciencia ¨¦tica. Mae est¨¢, como se dice ahora y se busca en los empleados, comprometida con la empresa y con sus valores.
Mae lleva una c¨¢mara que retransmite a miles de millones de espectadores cibern¨¦ticos su vida 24 horas (solo se apaga el audio, por razones de respeto a los o¨ªdos de la audiencia, que no querr¨¢ o¨ªr ciertos esfuerzos ni sonidos escatol¨®gicos) cuando Mae entra en el lavabo. La parte visual, dado que lleva la c¨¢mara en su pecho y enfoca al frente no hace falta desconectarla y sobre la olfativa el texto no hace ninguna referencia. En su mesa de trabajo Mae tiene al final de la novela cerca de 8 pantallas, en las que debe responder en tiempo record a miles de mensajes, hacer likes o pings en m¨²ltiples fotos, contestar solicitudes y en fin estar permanentemente activa y atenta a su reputaci¨®n 2.0. Una novela que te engancha por lo angustiosa, que te acongoja (por ser fino) y que aunque es de ficci¨®n es muy realista.
Tan realista, tan realista, y aqu¨ª llegan mis otras dos referencias: el pasado 27 de octubre, un diario tan serio y de gran reputaci¨®n en el ¨¢mbito econ¨®mico y empresarial como Expansi¨®n public¨® un art¨ªculo en el que (y no, no era ning¨²n d¨ªa de los inocentes) recomendaba a los futuros padres y madres pensar el nombre de su pr¨®ximo beb¨¦ de acuerdo a su futuro posicionamiento en redes. La hermana del fundador de Facebook recomendaba en ¨¦l buscar en Google y en redes el nombre pensado para el bebe, no fuera a ser que ya existieran personas con ese apelativo que diera mejor SEO, o que coincidiera con personas con escasa o mala reputaci¨®n 2.0. Tambi¨¦n recomendaba reservar el dominio del futuro v¨¢stago; reservar el nombre en twitter, Instagram o abrirle su propio canal de Youtube; abrir cuentas de email al neonato y, eso s¨ª, abstenerse de hacer nada con ellos hasta que el hijo se pueda valer por si mismo, para no enturbiar su ¡°marca internet¡±.
El segundo, con ocasi¨®n de la celebraci¨®n reciente del D¨ªa de Difuntos, ha sido publicado por el medio que nos acoge, en su suplemento IDEAS y bajo el sugerente t¨ªtulo de ¡°Tus amigos de Facebook no te olvidan¡± hace referencia a lo que se llama ahora la 3? muerte (la primera sobreviene cuando f¨ªsicamente mueres, la segunda cuando eres enterrado; la tercera ocurrir¨ªa cuando eres olvidado). En este caso el articulo hace referencia a c¨®mo, una vez que f¨ªsicamente ya no est¨¦s, tu vida virtual contin¨²a, hay motores que llegan a publicar en tu nombre, interactuando con aquellos de tus amigos que siguen compartiendo cosas en tu muro de Facebook , etc¨¦tera. Otro invento similar es Omneo, una piedra realizada con tus cenizas, con un chip inteligente en su interior que se conecta con la red y que interact¨²a con aquellos que desean seguir en contacto contigo (esto es como la Ouija pero en versi¨®n 2.0 que mola m¨¢s)
As¨ª que de la cuna a la tumba la red interfiere en todas tus inspiraciones y expiraciones; controla desde tu nombre y por lo tanto tu identidad (nota: apunte para un futuro post sobre c¨®mo se construye la identidad del consumidor en estos tiempos 2.0) a tus sentimientos (nota: apunte para un futuro post sobre el marketing experiencial y c¨®mo la red podr¨ªa inducirte estados de ¨¢nimo seg¨²n est¨¦s cerca de una pasteler¨ªa ¨Cansiedad, tristeza, soluci¨®nalo con chocolate- inseguridad cerca de una tienda de moda, euforia al pasar por una loter¨ªa o una casa da apuestas¡); tus relaciones (nota: apunte para un futuro post ya no sobre c¨®mo ligar y/o obtener sexo f¨¢cil desde la red sino como ligar/obtener sexo f¨¢cil con/de la propia la red. O tambi¨¦n sobre c¨®mo la red, cual madre antigua, te dir¨¢ si ese chic@ te conviene o no); tus constantes vitales (nota para un futuro post: el m¨¦dico en la red, la farmacia online, los wereables y el internet de las cosas¡?ah no, esto ya existe!); tus finanzas (?Cu¨¢l es ese pa¨ªs europeo en el que se dice que en 2016 ya no se va a poder pagar con monedas sino solo con tarjeta o desde el m¨®vil un simple caf¨¦ en una cafeteria?), tu alimentaci¨®n (?una app que cocine, vaya a la compra, ponga la mesa, te rega?e cuando comas algo prohibido, te felicite cuando engullas hojas de lechuguita), tu muerte (Nota: esto no es 2.0 pero en EE.UU. puedes decir adi¨®s a tus seres queridos desde el coche, en plan drivethru).
En definitiva ese gran hermano del que hablaba Orwell y que en 1984 muchos pens¨¢bamos que era eso, ciencia ficci¨®n, ya est¨¢ aqu¨ª y controla desde la cuna hasta la tumba todos tus pasos.
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