Elecciones e ideas preconcebidas
Si se cumplen las encuestas, los ciudadanos van a echar por la borda el bipartidismo sin tocar la Ley Electoral
Tanto reprochar a la Transici¨®n haber puesto en pie un sistema que sacralizaba el bipartidismo y resulta que, seg¨²n las encuestas, los ciudadanos van a echar por la borda ese bipartidismo, en cuanto lo han querido, y sin tocar una letra de la famosa Ley Electoral. La campa?a, y el resultado, de las elecciones del 20-D van a permitir disipar muchas ideas preconcebidas y realizar un retrato bastante m¨¢s real de la sociedad espa?ola que la radiograf¨ªa algo artificiosa que hemos venido levantando en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
El entramado constitucional actual, por mucho que necesite reformas, permite bastantes m¨¢s cambios y pol¨ªticas m¨¢s diferenciadas de lo que los pol¨ªticos nos han hecho creer, quiz¨¢s porque ellos mismos se creyeron que exist¨ªa ese esquema bipartidista irrompible. Una creencia que puede haber hecho mucho da?o al PSOE, y no porque Pedro S¨¢nchez no sea un pol¨ªtico seguramente m¨¢s competente que algunos de sus competidores, sino porque el Partido Socialista eligi¨® una estrategia absolutamente equivocada tras la derrota de 2011, con la absurda idea de que la crisis les devolver¨ªa el Gobierno como si se tratara de la fruta madura de un ¨¢rbol.
El PSOE se equivoc¨® y sus dirigentes de aquel momento cometieron un error importante por no encabezar una cr¨ªtica p¨²blica por lo ocurrido ni poner en marcha una oposici¨®n vigorosa, sino una especie de ten con ten mortecino, destinado m¨¢s a serenar a sus bases, que a entender sus reclamaciones.
El Partido Popular tambi¨¦n ha quedado seriamente da?ado y ha cometido errores enormes, propiciados por ese mismo autoenga?o bipartidista. En lugar de comprender que su estructura estaba ro¨ªda por la corrupci¨®n y que necesitaba una renovaci¨®n amplia, que no le hiciera perder el contacto con la derecha m¨¢s joven y urbana, sus dirigentes han optado por amarrar al electorado m¨¢s viejo, rural y conservador. Quiz¨¢s sea suficiente para alcanzar una victoria precaria (como sus empleos) pero, desde luego pensar que le puede permitir gobernar cuatro a?os es pura enso?aci¨®n. El PP ha perdido, como el PSOE, a?os que ahora es casi imposible recuperar, porque ese espacio ha sido absorbido por Ciudadanos en una operaci¨®n casi rel¨¢mpago protagonizada por Albert Rivera.
El Partido Popular ha perdido, como el PSOE, a?os que ahora es casi imposible recuperar
Si los sondeos tienen raz¨®n en anunciar cuatro grupos parlamentarios por encima de los 50 esca?os, los ciudadanos podremos observar c¨®mo la vida parlamentaria no tuvo que ser necesariamente como fue estos ¨²ltimos a?os; que existen suficientes recursos en el Congreso de los Diputados como para que grupos con vitalidad sean capaces de sacar un rendimiento pol¨ªtico mucho m¨¢s elevado de la tribuna parlamentaria. Una Mesa del Congreso con interlocutores menos manieristas, es decir, menos caracterizados por su entusiasmo por la rigidez de las normas, puede introducir un cambio formidable en la vida pol¨ªtica.
No, ni la Constituci¨®n ni las normas impiden hacer much¨ªsimas cosas de manera distinta a como se han hecho. En el Parlamento se puede discutir p¨²blicamente de si es posible, y c¨®mo, conciliar econom¨ªa de mercado, Uni¨®n Europea y democracia, de qu¨¦ instrucciones debe llevar el Gobierno a la hora de negociar, e influir, en esa UE, de c¨®mo afrontar el problema de los trabajadores pobres, de por qu¨¦ Espa?a no solicita excepciones en la aplicaci¨®n del futuro tratado de comercio entre EE UU y Europa (cuando Francia ha presentado varias, incluida la exigencia de autorizaci¨®n previa para que un inversor extranjero compre vi?edos). Ojal¨¢ el 20-D recuperemos el inter¨¦s por el debate parlamentario, por escuchar a unos y a otros dirigentes en la tribuna del Congreso. solg@elpais.es
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