El fr¨ªo activa a las bacterias antiobesidad

Los cient¨ªficos saben que exponer el cuerpo al fr¨ªo simula en gran medida muchos de los efectos positivos del deporte, entre otras cosas porque nos protege frente a la obesidad y evita muchas enfermedades relacionadas con el metabolismo, como la diabetes. ?Pero c¨®mo? El mecanismo era un absoluto misterio hasta que Mirko Trajkovski y sus colegas de la Universidad de G¨¦nova (Italia) descubrieron que existen microbios digestivos que, cuando la temperatura externa desciende, cambian la composici¨®n bacteriana intestinal. Este cambio en la poblaci¨®n microbiana de nuestras tripas aumenta la quema de grasas, se mejora la gesti¨®n de los az¨²cares y reduce el peso corporal, tal y como exponen en la revista Cell.

En sus experimentos, los cient¨ªficos italianos expusieron a los roedores a temperaturas de 6?C durante diez d¨ªas. Tiempo suficiente, seg¨²n pudieron comprobar, para que se produjera un cambio de su flora digestiva que imped¨ªa que ganasen peso. Para demostrar que, efectivamente, eran los microbios los ¨²nicos responsables del cambio metab¨®lico, Trajkovski opt¨® por trasplantar las bacterias de los ratones expuestos al fr¨ªo a otros roedores que no hab¨ªan sufrido las bajas temperaturas. La respuesta no dej¨® lugar a dudas: los ratones receptores de las bacterias tambi¨¦n perd¨ªan peso y experimentaban mejoras en el metabolismo de la glucosa, lo que de paso preven¨ªa la diabetes.

Cambios en el ambiente

"Estamos ilusionados con el potencial terap¨¦utico de estos hallazgos, y decididos a averiguar si estos microbios podr¨ªan convertirse en aliados para prevenir la obesidad independientemente de si es verano o invierno", aseguraba un entusiasta Trajkovski a la vista de los resultados. Su siguiente objetivo es esclarecer cu¨¢les son los mecanismos moleculares que hacen que los microbios digestivos detecten los cambios en el ambiente y modifiquen el equilibro energ¨¦tico en el mam¨ªfero que los hospeda.

De momento, ya saben que la p¨¦rdida de peso que induce la flora intestinal se debe a que, con el fr¨ªo, los microbios estimulan la formaci¨®n de grasa beige, un tipo de c¨¦lulas grasas que quema las calor¨ªas en lugar de almacenarlas. Son tremendamente eficaces convirtiendo la energ¨ªa de los alimentos que ingerimos en calor. De ah¨ª que esta grasa reciba el apodo de "grasa buena" o "grasa adelgazante", en contraste con el tejido adiposo blanco, que s¨ª acumula calor¨ªas y provoca un aumento de peso.

Al fin y al cabo, no hay que olvidar que transformar grasa blanca en grasa beige es uno de los santos griales de quienes combaten el exceso de peso. En la Universidad de Bonn (Alemania), un equipo de farmac¨®logos ha identificado dos interruptores moleculares que favorecen esta transformaci¨®n y que ayudan a que la grasa?mala se disipe. Uno es el neurotransmisor GMP-c¨ªclico. El otro es una prote¨ªna, la fosfoprote¨ªna estimulada por vasodilatador (VASP, por sus siglas en ingl¨¦s). A esto se suma que cient¨ªficos de la Universidad Estatal de Washington (EE UU) han demostrado que el revesratrol, un antioxidante presente en ar¨¢ndanos, uvas y otras frutas, tambi¨¦n convierte eficazmente la grasa blanca en beige.