?Qu¨¦ es la nueva pol¨ªtica?
Los cambios tecnol¨®gicos y educativos influyen en la evoluci¨®n del voto en Espa?a
A d¨ªas de las elecciones, mucho del debate pol¨ªtico est¨¢ girando en torno a lo nuevo frente a lo viejo. As¨ª, se presenta a la nueva pol¨ªtica como un c¨²mulo de virtudes representada por las nuevas formaciones, mientras que lo viejo es atribuido a los partidos m¨¢s tradicionales, responsabiliz¨¢ndolos de todos los problemas del pa¨ªs. Como estrategia de comunicaci¨®n, no es una mala t¨¢ctica. Lo que sucede es que si descendemos al an¨¢lisis m¨¢s riguroso, muchos de estos argumentos no se sostienen. B¨¢sicamente, ni todo lo nuevo es tan nuevo, ni el pasado est¨¢ tan mal.
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Pero, ?significa esto que no hay nueva pol¨ªtica? Como muchos debates que se producen en nuestro pa¨ªs, tenemos una cierta tendencia a acercarnos a ellos con la brocha gorda. No se profundiza y por ello se llega en ocasiones a conclusiones equivocadas.
Una nueva pol¨ªtica s¨ª que es necesaria. Pero no tiene nada que ver con el adanismo, la juventud o la comunicaci¨®n a base de frases breves y contundentes. Esta nueva pol¨ªtica es el resultado de los cambios sociales y tecnol¨®gicos que se han producido en nuestro pa¨ªs, generando dos sociedades distintas que conviven, aunque una de ellas representa a los ¨²ltimos 40 a?os, mientras que la otra es el futuro. La soci¨®loga Bel¨¦n Barreiro las ha bautizado como los anal¨®gicos frente a los digitales.
Esta divisi¨®n tiene un cierto componente generacional y la brecha habr¨ªa que situarla en los 55 a?os. Varios son los rasgos que les separan. En primer lugar, los m¨¢s mayores han sido socializados en la ¨¦poca de la dictadura. Producto de ello, su visi¨®n de la democracia es minimalista y la asocian m¨¢s a la generaci¨®n de bienestar econ¨®mico que a cuestiones pol¨ªticas. En cambio, los menores de 55 a?os han pasado toda su vida adulta en una democracia, algo que les ha hecho tener una percepci¨®n distinta de nuestro sistema pol¨ªtico, esperando cosas diferentes.
Los menores de 55 a?os son m¨¢s multipartidistas
En segundo lugar, su formaci¨®n educativa tambi¨¦n es distinta: mientras que el 1% de los menores de 55 a?os no ha terminado la educaci¨®n b¨¢sica y el 32% declara tener estudios universitarios, en la generaci¨®n m¨¢s mayor estas cifras son del 12% y del 16%, respectivamente.
En tercer lugar, a este ¨²ltimo rasgo hay que unirle el cambio tecnol¨®gico. Mayores y menores de 55 a?os tienen un consumo de las nuevas tecnolog¨ªas claramente diferenciado. Por ejemplo, en la encuesta de marzo del CIS, solo un 15% de los mayores de 55 a?os declar¨® haber utilizado redes sociales virtuales (Twitter, Facebook¡) en los ¨²ltimos seis meses, mientras que en los menores de esa edad la respuesta afirmativa fue del 65%. Las nuevas tecnolog¨ªas han logrado expandir la informaci¨®n (y la desinformaci¨®n) a m¨¢s velocidad y permiten evaluar r¨¢pidamente cualquier afirmaci¨®n. Esta diferencia generacional est¨¢ muy relacionada con la educaci¨®n: acceder a la informaci¨®n y procesarla depende mucho del grado de formaci¨®n. Por ello, existen estas diferencias entre ambos grupos de edad.
Estos cambios sociales y tecnol¨®gicos est¨¢n teniendo consecuencias pol¨ªticas. El ¨²ltimo Clima Social de Metroscopia muestra como mayores y menores de 55 a?os votan de forma distinta. Los primeros son claramente bipartidistas y la intenci¨®n directa de voto de PP y PSOE es del 22,2% y del 16%, respectivamente. Estas cifras est¨¢n lejos de los apoyos de Ciudadanos y Podemos, quienes est¨¢n por debajo del 10%. En cambio, los menores de 55 a?os muestran un perfil m¨¢s multipartidista. En este grupo de edad las intenciones de voto de Ciudadanos, PSOE y Podemos son superiores al 13%, mientras que el PP est¨¢ por debajo del 10.
La nueva sociedad del futuro es la que define lo que es la nueva pol¨ªtica. Son ciudadanos m¨¢s informados, m¨¢s formados y m¨¢s exigentes. La forma de acercarse a ellos ya no puede ser la tradicional, ni en las formas ni en los mensajes. Muchos expertos en comunicaci¨®n se han dado cuenta, aunque algunos han optado por la banalizaci¨®n, haciendo m¨¢s ¨¦nfasis en las formas que en el fondo.
Pero si la nueva sociedad es m¨¢s exigente, seguramente los contenidos y los proyectos pol¨ªticos tambi¨¦n deber¨¢n serlo.
Ignacio Urquizu es profesor de Sociolog¨ªa en la Universidad Complutense de Madrid (en excedencia) y candidato del PSOE al Congreso de los Diputados por Teruel.
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