Debate hist¨®rico

El tan ansiado debate entre Rajoy y S¨¢nchez cumpli¨® las expectativas de ser el debate del siglo. Pero no de este, sino del pasado. El formato y el estilo tan poco moderno del programa hizo que por momentos la audiencia dudase si realmente estaba viendo la serie Cu¨¦ntame.

La fluidez y la cercan¨ªa con el p¨²blico brillaron por su ausencia, los candidatos le¨ªan sus discursos, retocados hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle por sus asesores, y sin un atisbo de la naturalidad que exige la calle. Ambos entendieron mal la propuesta del moderador de que se pod¨ªan interrumpir y comenz¨® el baile de insultos para luego volver a sus encorsetados discursos.

Despu¨¦s del debate, Pablo Iglesias y Albert Rivera hicieron sus an¨¢lisis en otro programa, que parec¨ªan m¨¢s de historia pol¨ªtica que de actualidad. Estos d¨ªas, todo el mundo intentar¨¢ encontrar un ganador, pero lo ¨²nico que qued¨® claro es que el perdedor fue el bipartidismo.¡ª Javier P¨¦rez. Madrid.

S¨¢nchez hizo lo que deb¨ªa, atacar a un presidente casi siempre ausente que tuvo que soportar varias verdades, aunque el aspirante se qued¨® corto en sus derechazos. El actual campe¨®n, Rajoy, hizo lo de siempre: aplicar el ¡°y t¨² m¨¢s¡± y acudir continuamente a un mantra equ¨ªvoco sobre la recuperaci¨®n del empleo, que parece la soluci¨®n cuando no lo es debido a la precariedad laboral que sufrimos y que, entre otras cosas, hace peligrar las pensiones.

Rajoy lo repite hasta la saciedad para ver si convence a alguien, pero convence a los que le van a votar incondicionalmente. En resumen, lo mismo de siempre. Lo que ya conocemos todos, sin a?adir nada novedoso a lo que debe ser una nueva pol¨ªtica para la que ya no es apto. Y esto es algo que saben hasta sus propios seguidores. El aspirante hizo lo que deb¨ªa y sab¨ªa. Dentro de su generaci¨®n, debe hacerse un hueco junto a dos o tres rivales muy preparados para cambiar la situaci¨®n, que falta hace.¡ª Cesar Moya Villasante. Madrid.

Lamentable. Tanto el uno como el otro. No han dicho nada nuevo. No han propuesto nada concreto. Ni siquiera han sabido seguir las instrucciones del moderador sobre la tem¨¢tica de las intervenciones. Si el debate hubiera sido un ejercicio del colegio, a ning¨²n profesor le temblar¨ªa el pulso para suspenderlos con un ¡°no progresan adecuadamente¡±.¡ª Noem¨ª Bernaldo. Barcelona.