La ciencia p¨²blica espa?ola es madura. Perm¨ªtannos ejercer con madurez
Un grupo de cient¨ªficos espa?oles escribe esta carta abierta a la futura presidencia del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC)
Al futuro presidente del CSIC:
Las personas abajo firmantes, cient¨ªficos y profesionales de la ciencia que trabajamos o lo hemos hecho en el CSIC y el sistema p¨²blico de investigaci¨®n espa?ol, y personas afines a ¨¦stos, nos dirigimos a usted como m¨¢ximo responsable del principal organismo p¨²blico de investigaci¨®n de Espa?a para expresarle nuestro compromiso, af¨¢n de colaboraci¨®n y mejor disposici¨®n, en la consecuci¨®n de los objetivos encomendados al CSIC por la sociedad de la que formamos parte. Es un compromiso renovado que hemos mantenido a lo largo de ¨¦sta ¨²ltima ¨¦poca, en la que los recortes, sufridos por todos y a todos los niveles, han sido aplicados con especial intensidad en la sanidad, educaci¨®n e investigaci¨®n p¨²blica. Es un compromiso que deseamos manifestar como parte del derecho fundamental de libertad de expresi¨®n que nos asiste. Y es un compromiso enraizado en la madurez que, como cient¨ªficos y cient¨ªficas, y como sistema, tenemos: la misma naturaleza de nuestro quehacer nos hacer repudiar la gobernanza basada en el dirigismo, el paternalismo, la falta de transparencia y la arbitrariedad que tantas veces hemos visto en la direcci¨®n del CSIC en estos a?os, y que a menudo constituye el modo normal de relaci¨®n con la ciencia de los pol¨ªticos y los poderes p¨²blicos.
La misma naturaleza de nuestro quehacer nos hacer repudiar la gobernanza basada en el dirigismo, el paternalismo, la falta de transparencia y la arbitrariedad que tantas veces hemos visto en la direcci¨®n del CSIC en estos a?os"
La ciencia es un elemento fundamental para la consecuci¨®n de una sociedad m¨¢s pr¨®spera, sostenible y democr¨¢tica. Constituye un ¨¢mbito fuertemente competitivo e internacionalizado que tambi¨¦n es exponente de la imagen de Espa?a en el mundo. La ciencia, en particular, desarrollada en las instituciones p¨²blicas de investigaci¨®n y educaci¨®n superior, como parte de la administraci¨®n p¨²blica, no s¨®lo es el motor del desarrollo cient¨ªfico del pa¨ªs, sino que est¨¢ obligada a legitimar su labor a trav¨¦s de la rendici¨®n de cuentas permanente: "La transparencia, el acceso a la informaci¨®n p¨²blica y las normas de buen gobierno deben ser los ejes fundamentales de toda acci¨®n pol¨ªtica. S¨®lo cuando la acci¨®n de los responsables p¨²blicos se somete a escrutinio, cuando los ciudadanos pueden conocer c¨®mo se toman las decisiones que les afectan, c¨®mo se manejan los fondos p¨²blicos o bajo qu¨¦ criterios act¨²an nuestras instituciones podremos hablar del inicio de un proceso en el que los poderes p¨²blicos comienzan a responder a una sociedad que es cr¨ªtica, exigente y que demanda participaci¨®n de los poderes p¨²blicos¡±, tal y como se?ala la correspondiente Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la informaci¨®n p¨²blica y buen gobierno.
Bajo su liderazgo y direcci¨®n, aspiramos a consolidar definitivamente la madurez que el sistema p¨²blico de ciencia y tecnolog¨ªa debe alcanzar como corresponde a una sociedad libre, democr¨¢tica, plural y abierta. Confiamos en poder obtener, de una vez, el ejercicio pleno de la corresponsabilidad exigible a todos nosotros y en todos los diferentes niveles que conforman nuestra Agencia Estatal, como individuos, grupos, institutos y centros. Corresponsabilidad individual y colectiva necesaria para alcanzar los resultados esperables y exigibles por nuestro pa¨ªs acorde con el volumen de recursos p¨²blicos utilizados. La necesaria flexibilidad y agilidad de gesti¨®n que la ciencia del siglo XXI exige, resulta dif¨ªcilmente compatible con la experiencia de los ¨²ltimos a?os. Con la sempiterna justificaci¨®n de la profunda crisis iniciada en 2007, la burocratizaci¨®n y centralizaci¨®n excesiva en la gesti¨®n, as¨ª como la ausencia de autocr¨ªtica e informaci¨®n de calidad en la toma de decisiones, nos han abocado a un escenario fuertemente propicio a la arbitrariedad, el adocenamiento y, por ende, a la p¨¦rdida de la excelencia y el m¨¦rito. La actual estructura y funcionamiento del CSIC no potencia la excelencia, sino que naturaliza un modelo de instituci¨®n anclado en un arquetipo obsoleto de administraci¨®n centralizada y burocratizada que premia el seguidismo y lamina la cr¨ªtica constructiva consustancial al ejercicio del proceso cient¨ªfico.
M¨²ltiples ejemplos as¨ª lo atestiguan: los ceses inopinados de directores, las dificultades de gesti¨®n de los centros calificados como Severo Ochoa, las trabas que sobrellevan los investigadores que han obtenido de manera altamente competitiva la financiaci¨®n del Consejo Europeo de Ciencia, el desmantelamiento repentino y sin justificaci¨®n del Centro de Ciencias Humanas y Sociales, la asignaci¨®n de oferta p¨²blica de plazas 2015 (con la que la sociedad espa?ola y el gobierno hicieron un ingente esfuerzo al dotar al CSIC con la mejor oferta de empleo p¨²blico desde 2009).
La actual estructura y funcionamiento del CSIC no potencia la excelencia, sino que naturaliza un modelo de instituci¨®n anclado en un arquetipo obsoleto de administraci¨®n centralizada y burocratizada"
Espa?a, las nacionalidades y comunidades que la conforman, se merecen y precisan un sistema p¨²blico de investigaci¨®n maduro, corresponsable, transparente en la rendici¨®n de cuentas, abierto, competitivo y, en definitiva, meritocr¨¢tico. Un sistema a la altura de lo que nuestros conciudadanos conf¨ªan y esperan de nosotros. Un sistema al margen de los diferentes vaivenes pol¨ªticos, tal y c¨®mo corresponde a una pol¨ªtica de Estado propia de un pa¨ªs desarrollado y avanzado. Un sistema p¨²blico de investigaci¨®n en el que el principal agente de generaci¨®n de investigaci¨®n y desarrollo se encuentre liderado por alguien con la competencia, experiencia, visi¨®n y m¨¦rito correspondiente a quien ha sido elegido tras un llamamiento p¨²blico, concurrente a nivel internacional y sometido a evaluaci¨®n previa independiente. Un presidente que a¨²ne a la capacidad de gesti¨®n, la legitimidad del m¨¦rito y reconocimiento global. Si la directora general de la Fundaci¨®n Nacional de Ciencia de los Estados Unidos es oriunda de Francia y si el actual gobernador del Banco de Inglaterra, m¨¢ximo exponente de la soberan¨ªa nacional, es un canadiense ?por qu¨¦ no asumimos que podemos ser un sistema definitivamente maduro y lo demostramos desde la propia presidencia de la Agencia Estatal CSIC? Por su valor ejemplificador, con este gesto tan simple dar¨ªamos el paso definitivo hacia la necesaria madurez del sistema, la despolitizaci¨®n partidista en la gesti¨®n de la ciencia, la superaci¨®n de las se?as de arbitrariedad y mediocridad y, todo ello, adem¨¢s, sin suponer un mayor gasto para tan revolucionario cambio.
Sin otro particular, reiterando nuevamente nuestro compromiso de servicio p¨²blico en el desempe?o y ejercicio responsable de nuestras obligaciones y libertades, confiamos en que su futura designaci¨®n por parte del nuevo Gobierno emanado de las elecciones del veinte de diciembre se a¨²ne a la deseable legitimidad cient¨ªfica y autonom¨ªa de gesti¨®n del proceso propuesto.
Alfredo Gonz¨¢lez-Ruibal, cient¨ªfico titular, Incipit CSIC
C¨¦sar Gonz¨¢lez-Garc¨ªa, investigador Ram¨®n y Cajal, Incipit CSIC
C¨¦sar Gonz¨¢lez-Perez, cient¨ªfico titular, Incipit CSIC
C¨¦sar Parcero-Oubi?a, cient¨ªfico titular, Incipit CSIC
Cristina S¨¢nchez-Carretero, cient¨ªfica titular, Incipit CSIC
David Barreiro, t¨¦cnico de investigaci¨®n, Incipit CSIC
Eduardo Manzano, profesor de investigaci¨®n, CCHS CSIC
Felipe Criado-Boado, profesor de investigaci¨®n y director, Incipit CSIC
Javier Moscoso, profesor de investigaci¨®n, CCHS CSIC
Juan Castro-Cal, cient¨ªfico titular, Incipit CSIC
Mercedes Garc¨ªa Arenal, profesora de investigaci¨®n, CCHS CSIC
Y otras 500+ personas en http://unhappycsicresearchers.wordpress.com/
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