La memoria del exilio, abandonada
El Ateneo Espa?ol de M¨¦xico solo tiene fondos para aguantar hasta finales de enero
No deja de ser curioso que a cualquiera en Espa?a se le llene la boca de un tiempo a esta parte con el latiguillo del respeto a la "memoria hist¨®rica", incluso que haya hasta funcionarios pol¨ªticos en algunas autonom¨ªas dedicados a eso, cuando al tiempo los estudios de historia, geograf¨ªa y filosof¨ªa van desapareciendo y las instituciones dedicadas realmente a preservarla agonizan por falta de recursos y desidia oficial.
Hace unas semanas este peri¨®dico informaba del cierre de la Casa Bu?uel en M¨¦xico debido en gran parte a la sempiterna descoordinaci¨®n entre los ministerios de Cultura, Educaci¨®n y Exteriores. Ahora le toca el turno al Ateneo Espa?ol en la capital mexicana, s¨ªmbolo del exilio republicano fundado en 1949 y centro de estudios, con una biblioteca de m¨¢s de 21.000 vol¨²menes, esta vez s¨ª, de la memoria hist¨®rica de Espa?a y de M¨¦xico, con fondos para aguantar solo hasta finales de enero.
Es emocionante para un espa?ol acercarse al n¨²mero 6 de la calle Hamburgo, en el centro de Ciudad de M¨¦xico, y visitar la vieja sede del Ateneo y recorrer sus salas y biblioteca, tener la oportunidad de conocer los libros, diarios, folletos, carteles, que se editaron durante d¨¦cadas con tanto esfuerzo como talento para preservar la otra Espa?a, la mejor, la que pudo ser y no fue. Un poco m¨¢s all¨¢, a tan solo unos pasos, en la calle Londres, el viajero informado podr¨¢ ver lo que queda del palacete que una vez alberg¨® la Embajada de la Rep¨²blica espa?ola. Por eso, es tan triste como imperdonable saber, pero sobre todo sentir, que si se cierra el Ateneo se cerrar¨¢ otro cap¨ªtulo m¨¢s de la historia de Espa?a, la de la voz de los vencidos y su contribuci¨®n a una edad dorada de M¨¦xico, que caer¨¢ en el olvido otro cap¨ªtulo de la presencia espa?ola en Am¨¦rica para las generaciones venideras.
La gigantesca y pionera operaci¨®n de solidaridad internacional que puso en marcha el presidente mexicano L¨¢zaro C¨¢rdenas a finales de los a?os 30 y primeros 40, superando tremendos obst¨¢culos en un contexto de guerra mundial y fuerte oposici¨®n interna a dar refugio a los rojos espa?oles, para salvar la vida a miles de exiliados que nunca tendr¨ªan ni piedad ni perd¨®n en la Espa?a de Franco, contribuir¨ªa a?os despu¨¦s a la modernizaci¨®n de M¨¦xico. Larga y conocida es la lista de escritores y artistas ¡ªLe¨®n Felipe, Max Aub, Luis Bu?uel, Ram¨®n Gaya, Tom¨¢s Bilbao, Rodolfo Halffter, Jos¨¦ Gaos, Luis Cernuda, Emilio Prados¡¡ª que pudieron desarrollar su obra en M¨¦xico. M¨¢s desconocida es la participaci¨®n de los profesionales ¡ªm¨¦dicos, ingenieros, economistas, profesores¡¡ª en aquella tarea.
En 1978 M¨¦xico y Espa?a restablecieron relaciones diplom¨¢ticas. Como recuerdo queda hoy en la colonia Roma del DF una r¨¦plica de La Cibeles de Madrid. Sin embargo, sobran dedos de una mano para encontrar una calle dedicada a L¨¢zaro C¨¢rdenas en las ciudades espa?olas. ?Memoria hist¨®rica? M¨¢s bien, habr¨ªa que hablar de olvido hist¨®rico, negligencia hist¨®rica.
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