El retorno de la huella artesana al mobiliario industrial

?Por qu¨¦ los asientos en las iglesias son de madera? ?Tal vez por tradici¨®n? ?Para ayudar a guardar las formas y no tener la tentaci¨®n de acomodarse? ?O porque asociamos mayor autenticidad a los materiales menos transformados, los llamados nobles, provenientes de la naturaleza? El arquitecto catal¨¢n Josep Ferrando ha firmado una silla realizada exclusivamente en madera de pino que no desentonar¨ªa en una iglesia. El asiento puede unirse para formar bancos en zigzag y es 100% reciclable puesto que nada que no sea pino forma parte de los 20 listones que forman cada silla.

As¨ª, m¨¢s all¨¢ de firmar un juego geom¨¦trico que le ha valido el primer premio Catalunya Ecodesign, Ferrando demuestra con este trabajo que la sostenibilidad no est¨¢ re?ida con la elaboraci¨®n formal. Siempre que, como es el caso de esta butaca, esa complejidad est¨¦ justificada. Producida por la empresa Figueras, la silla Biennale deja claro que se puede utilizar una compleja geometr¨ªa fractal para ahorrar materia prima. Y no solo para hacer de la silla una pieza inolvidable.

Salvo en el ¨¢mbito de las oficinas, hace a?os que buena parte de las sillas que se lanzan al mercado, sobre todo las que amueblan los espacios colectivos de paso, no se fabrican pensando fundamentalmente en la comodidad del usuario. Otros factores, como la facilidad de producci¨®n, el precio o el valor ic¨®nico y representativo del asiento toman la delantera a la hora de lanzar una silla m¨¢s a un mercado saturado de asientos.

El caso de este asiento es diferente. Ser¨ªa exagerado presuponer que llega para llenar un hueco en un mercado en el que, como decimos, no parece haberlo. Su alto precio (en torno a los 400 euros la pieza) no la hace tampoco viable como soluci¨®n socorrida. La rigidez geom¨¦trica, m¨¢s que el material elegido para fabricarla, no consigue una comodidad que le abra tampoco la v¨ªa de ¨¦xito. Entonces, ?por qu¨¦ resulta relevante destacar esta silla? Por tres ideas, que son tres v¨ªas de futuro, que la definen.

En primer lugar el hecho de ser monomaterial. Est¨¢ producida solo con madera de pino de Melis y pino de Flandes que procede de bosques reforestados. Este material se emplea incluso en las juntas de las partes. As¨ª, las sillas no est¨¢n unidas por clavos ni por tornillos, por eso la butaca es completamente reciclable. Adem¨¢s, su m¨¦todo de producci¨®n abre una puerta que nunca debi¨® cerrarse en el ¨¢mbito del mobiliario: la de la estrecha colaboraci¨®n entre artesanos e industriales. Finalmente, el hecho de obtener un objeto sencillo a partir de un proceso de dise?o complejo recuerda que cualquier dise?o es una oportunidad para aportar ideas, para mejorar los sistemas de producci¨®n y para cuestionar el funcionamiento de las empresas y de los clich¨¦s. Aunque nadie se atreva a dise?ar, o a colocar, un banco en una iglesia que no sea de madera.