¡°La gente antes se avergonzaba de ver televisi¨®n en espa?ol¡±
Mario Kreutzberger ha reinado en la peque?a pantalla latinoamericana durante medio siglo con su personaje don Francisco Con ¨¦l conquist¨® a un p¨²blico de millones de espectadores sin fronteras y comparti¨® la intimidad de muchos presidentes de Estados Unidos
Mario Kreutzberger, nacido en Chile hace 75 a?os, es la mayor leyenda de la televisi¨®n en espa?ol. En realidad el mito es don Francisco, su otro yo, el personaje que cre¨® Kreutzberger y que durante 53 a?os consecutivos dirigi¨® un programa de entretenimiento con el que han crecido varias generaciones de hispanoamericanos. S¨¢bado gigante se emiti¨® durante m¨¢s de medio siglo y est¨¢ reconocido por el libro Guinness de los r¨¦cords como el programa m¨¢s longevo de la televisi¨®n mundial. La aventura acab¨® el pasado septiembre con un programa de despedida en el que recibi¨® el reconocimiento, entre otros, del presidente Barack Obama y de numerosos artistas, como Pl¨¢cido Domingo, Enrique Iglesias, Shakira y Gloria Estefan. Mario y don Francisco hablan con El Pa¨ªs Semanal.
El programa S¨¢bado gigante se asent¨® en Chile en los a?os setenta, cuando el pa¨ªs estaba gobernado por el dictador Augusto Pinochet, y alcanz¨® sus mayores cotas de popularidad a partir de 1986, cuando Kreutzberger se traslad¨® a Miami para hacer una emisi¨®n continental. Durante la entrevista en un centro comercial de Miami, varias personas acuden a darle las gracias por lo que ha hecho por la comunidad hispanoamericana. A lo largo de su vida, Kreutzberger ha recibido numerosas distinciones (tiene una estrella en el paseo de la fama de Hollywood) y ha conocido muy de cerca el poder (ha entrevistado a presidentes de Estados Unidos y ha sido invitado varias veces a la Casa Blanca). Sin embargo, se muestra reacio a hablar de pol¨ªtica. Prefiere conversar sobre la televisi¨®n, el futuro del periodismo o de los diferentes proyectos que tiene en la cabeza para seguir trabajando.
?Se imagina un mundo sin televisi¨®n? S¨ª, s¨ª me lo imagino. Lo que no me imagino es un mundo sin comunicaci¨®n. He pensado en esto muchas noches. El hombre siempre ha buscado comunicarse con mejor calidad. Primero fueron el humo o los tambores y hoy nos relacionamos de una manera integral. En Chile hay 17 millones de habitantes y 22 millones de m¨®viles, lo que significa que cada persona es un reportero en potencia, un fot¨®grafo en potencia. Todo el mundo se comunica por Twitter, por Facebook o por WhatsApp.
Usted descubri¨® la televisi¨®n siendo un veintea?ero, cuando sus padres le enviaron a Nueva York a aprender a ser sastre y qued¨® fascinado por esa caja m¨¢gica. Ten¨ªa 19 a?os y para m¨ª era una radio que se ve¨ªa y se escuchaba. Aquello era maravilloso. El mundo es ahora m¨¢s complejo y creo que el futuro va a ser a¨²n m¨¢s complicado. El problema es que hoy no hay protecci¨®n a los contenidos. Esta entrevista tiene un costo, su sueldo, el fot¨®grafo, el papel¡, y el d¨ªa de su publicaci¨®n la entrevista estar¨¢ gratis en todas partes. Aqu¨ª falta la clavija para que esto vuelva a ser una profesi¨®n en la que la creatividad tenga una recompensa. Estamos en una ¨¦poca de cambio, y a pesar de que todo el mundo dice que la publicidad va a hacer funcionar esto, yo creo que no. Al final cada whatsapp, cada tuit va a tener un costo. Cuando no puedas enviar todos los whatsapps que quieras gratis, en ese momento vas a tener cuidado. Habr¨¢ que cobrar por los contenidos que van en las plataformas digitales. Al mismo tiempo, hoy hay una gran competencia para los periodistas. Cualquier persona puede sacar una foto y meter informaci¨®n en las redes sociales.
?C¨®mo se convierte la televisi¨®n en una obsesi¨®n? A lo largo de medio siglo ha sacrificado horas a la familia, al ocio¡ Su padre le lleg¨® a decir que trabajase menos y viviese m¨¢s, pero no le hizo caso. No, no le hice caso. ?l estaba cumpliendo 85 a?os y me lo dijo en la fiesta que le hice en mi casa con los amigos que a¨²n le quedaban. Me dijo que ¨¦l hab¨ªa estado equivocado. Pero yo necesito trabajar para vivir. Trabajar me da la vida. Me acostumbr¨¦ a hacer esto. Siempre he tenido una obsesi¨®n por la televisi¨®n, pero tambi¨¦n por la creaci¨®n. A principios de los a?os setenta del pasado siglo hubo una gran crisis en Chile y yo no me pod¨ªa mantener con los ingresos de la televisi¨®n. Ten¨ªa que hacer algo nuevo e invent¨¦ un circo de ratones que fue un ¨¦xito. Llegaron a verlo m¨¢s de 40.000 personas y con eso pagu¨¦ mi casa y recib¨ª una felicitaci¨®n del ministro de Educaci¨®n de Salvador Allende.
?Le han compensado la fama o el dinero esta dedicaci¨®n? Es que no se puede vivir sin tener experiencias, ser¨ªa un aburrimiento. Me cas¨¦ a los 22 a?os y debo ser el ¨²nico que trabaja 53 a?os en la televisi¨®n y mantiene a la misma mujer. Junto a unos genes art¨ªsticos de mi madre, yo ten¨ªa una vocaci¨®n claramente familiar. La otra caracter¨ªstica de mi personalidad me la dio mi padre: la perseverancia. Las cr¨ªticas de los primeros 10 a?os m¨ªos en televisi¨®n fueron horribles. Me dec¨ªan: ¡°?C¨®mo este tipo no se va a casa y se olvida de esto?¡±. Yo encontraba que algunos reproches ten¨ªan raz¨®n y trataba de mejorar. Una periodista me dijo que ten¨ªa que modular mi voz, que hablaba muy alto, y era verdad. Pero hab¨ªa algo que ven¨ªa conmigo. Soy un tipo natural, corriente, las voces impostadas no te las crees. Solo as¨ª te puedes identificar con la mayor¨ªa de la gente.
?No se aburri¨® de hacer el mismo programa durante 53 a?os? Nunca¡, bueno, salvo los ¨²ltimos meses. Yo sab¨ªa que el programa iba a terminar, pero pensaba que se iban a quedar con el formato de S¨¢bado gigante. Hice el programa durante 53 a?os, pero no lo echo de menos. Cerr¨¦ el cap¨ªtulo con orgullo, preparaci¨®n y esfuerzo, y cuando en el ¨²ltimo programa sal¨ª entre el p¨²blico, me di por satisfecho. Ahora bien, estoy como un caballo que lo tienen amarrado. Quiero correr. Y esta vez quiero entregar todo lo que aprend¨ª. Me gustar¨ªa hacer m¨¢s charlas, compartir mis conocimientos, preparar nueva gente, ser productor¡
?Qu¨¦ sinti¨® cuando los ejecutivos de Univisi¨®n le dijeron que su programa se acababa? Eso ya estaba hablado desde 2012. El verdadero impacto fue cuando me dijeron que no se quedaban con el formato. Esa conmoci¨®n me dur¨® una semana, en la que anduve desorientado. No estaba preparado para eso. Pero al poco pens¨¦: ¡°Vamos para adelante y vamos a despedirnos bien¡±. Y ahora quiero abrir un nuevo cap¨ªtulo.
?No quiere descansar despu¨¦s de tantos a?os? Quiero trabajar, pero tambi¨¦n quiero dar un poco m¨¢s de tiempo a mi mujer. Yo tengo un museo en mi casa y todo lo ha hecho mi mujer. Tiene 62.000 p¨¢ginas de peri¨®dicos con las cr¨ªticas a mis programas.
Don Francisco
Mario Luis Kreutzberger Blumenfeld naci¨® en Talca, Chile, en 1940. Su familia, de origen jud¨ªo, hab¨ªa huido de la Europa nazi. Desde hace medio siglo es m¨¢s conocido en el continente americano como el televisivo don Francisco, una doble personalidad que termina por confundirse con la del propio Kreutzberger, a trav¨¦s del programa S¨¢bado gigante, transmitido a 43 pa¨ªses durante 53 a?os, y tambi¨¦n del cl¨¢sico Telet¨®n, un marat¨®n ben¨¦fico ¨²nico en su g¨¦nero. Kreutzberger, hijo de un sastre jud¨ªo, conoci¨® pronto Estados Unidos y la revoluci¨®n televisiva que ¨¦l inocul¨® en Chile. Fue el primero en apostar por formatos unidos por el idioma espa?ol y que trascendieran las fronteras.
?En qu¨¦ han influido las nuevas tecnolog¨ªas o el cambio generacional de la comunidad hispanoamericana en el fin de su programa? Todo tiene su tiempo y uno se puede adaptar hasta donde se puede adaptar. Cada etapa tiene lo suyo, y lo que pasa ahora es que la velocidad del cambio es enorme.
Durante a?os, su programa fue un nexo de uni¨®n del mundo hispanoamericano. Yo traje de Chile el concepto de un programa familiar. Con toda la tecnolog¨ªa, con todo lo que se quiera, el n¨²cleo familiar no se puede perder. Para hacer una familia solo se necesitan dos. Cuando llegu¨¦ a Estados Unidos lo ¨²nico que hice fue adaptar los temas a una familia m¨¢s heterog¨¦nea, la hispanoamericana, de lo que era la familia chilena. Por eso dec¨ªamos separados por la distancia, unidos por un mismo idioma. Est¨¢bamos a miles de kil¨®metros, pero nos un¨ªa un idioma y una cultura mezclada. Una cultura ind¨ªgena, mezclada con los conquistadores espa?oles m¨¢s la inmigraci¨®n que vino a todos los pa¨ªses latinoamericanos.
Lleva ya 30 a?os en Miami, en Estados Unidos. ?C¨®mo fue su entrada en un mercado tan dif¨ªcil y, adem¨¢s, para hacer televisi¨®n en espa?ol? Nosotros empezamos a decir que ¨¦ramos hispanos, no latinos. Latinos son los italianos, los rumanos, pero estos no tienen nada que ver con nosotros. Somos hispanos, y ese concepto, la lengua y parte de la cultura, permiti¨® unir al argentino, al colombiano, al chileno¡
?Vio en alg¨²n momento desd¨¦n a lo hispano? Fue muy dif¨ªcil. En aquel momento, no exist¨ªa la televisi¨®n en espa?ol. La gente se avergonzaba de ver televisi¨®n en espa?ol, que era muy elemental. Cuando ven¨ªa un amigo norteamericano, la gente cambiaba de canal porque no quer¨ªa pertenecer a eso. Con el tiempo, la televisi¨®n en espa?ol fue mejorando y se fue pareciendo a la estadounidense. Pero hab¨ªa cosas peyorativas para los hispanos. Entonces solo hac¨ªan los trabajos m¨¢s bajos. No ve¨ªas a los hispanos atendiendo en un restaurante, sino que estaban en la cocina lavando los platos o limpiando los ba?os.
?C¨®mo ha visto el papel de Espa?a en estos a?os y su relaci¨®n con Hispanoam¨¦rica? Espa?a deber¨ªa ser la due?a de Sudam¨¦rica. Imag¨ªnese, el castellano, nuestra lengua, viene de all¨ª. Todos nosotros hemos sido conquistados por los espa?oles. Los primeros habitantes de Am¨¦rica, junto con los ind¨ªgenas, fueron los espa?oles. Si yo le tiro en un paraca¨ªdas en un pueblo de Chile y no oye hablar a la gente, usted dice: ¡°Estoy en Espa?a¡±. Pero Espa?a siempre ha querido mirar a Europa. Aunque le costara entender el alem¨¢n, el franc¨¦s o el ingl¨¦s, siempre ha mirado a Europa.
Usted, Mario Kreutzberger, es una persona bastante seria, mientras que don Francisco ha sido siempre un personaje que ha tenido el objetivo de divertir a la gente. ?C¨®mo ha llevado esa doble personalidad a lo largo de su vida? La persona y el personaje, con el tiempo y la experiencia, se van separando. Habr¨ªa sido muy cansino para mi esposa vivir con don Francisco todo el d¨ªa y el ¡°lev¨¢ntate, papito¡± y esas cosas¡ Habr¨ªa sido imposible. El problema es que cada vez tengo que dar m¨¢s combustible a don Francisco y yo cada vez tengo menos. La pregunta del mill¨®n es qui¨¦n se va a comer a qui¨¦n. Yo creo que al final se extinguir¨¢n los dos al mismo tiempo o, si la salud lo permite, se extinguir¨¢ antes el personaje que la persona.
?C¨®mo se ha sentido m¨¢s c¨®modo? Con los dos. Para m¨ª siempre ha sido natural. He pasado de forma autom¨¢tica de hacer una entrevista a tener una conversaci¨®n normal. En una entrevista tengo que ser m¨¢s cuidadoso, m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s inteligente¡ En lo personal solo tengo que ser yo. Habr¨¢ gente que diga: ¡°Qu¨¦ aburrido es este tipo¡±. Pero qu¨¦ m¨¢s da, as¨ª soy yo.
Adem¨¢s de S¨¢bado gigante, ha sido c¨¦lebre por el Telet¨®n, el programa anual con el que ha recaudado fondos por los ni?os discapacitados. ?Es de los que se siente m¨¢s orgulloso? Creo que s¨ª. Lo empec¨¦ en 1978 y en el ¨²ltimo que hemos hecho en Chile hemos recaudado m¨¢s de 50 millones de d¨®lares en un pa¨ªs de 17 millones de habitantes. Tenemos 14 centros de atenci¨®n y hemos atendido a m¨¢s de 90.000 familias. Pero lo m¨¢s importante es que hemos cambiado la mentalidad del pa¨ªs respecto a la discapacidad y hemos exportado el programa a 16 pa¨ªses de Am¨¦rica Latina.
Usted ha contado que se transform¨® como persona siendo un adolescente cuando unos chavales le dieron una paliza por su origen jud¨ªo. Eso fue una cosa racista. Fue reci¨¦n terminada la Segunda Guerra Mundial y Chile estaba entonces dividido. Ese hecho cambi¨® mi personalidad. Estuve una semana sin ir al colegio. Finalmente, el director del colegio fue a mi casa. Inicialmente me asust¨¦, pero me dijo que no ven¨ªa a hablar con mis padres, sino conmigo. Me coment¨® que ten¨ªa que superarlo y salir para adelante. A la semana fui decidido al colegio y las cosas cambiaron.
?Ha vuelto a vivir ese racismo a lo largo de su vida? El racismo existe en todas partes y de diferentes maneras. Estas actitudes est¨¢n incorporadas en el coraz¨®n de los seres humanos, y esto tenemos que sac¨¢rnoslo de encima.
Cuando lleg¨® a Estados Unidos tambi¨¦n pertenec¨ªa a una minor¨ªa. Cuando yo llegu¨¦ hab¨ªa 9 millones de hispanos y 30 a?os despu¨¦s somos 55 millones. Esto es una gran diferencia porque ahora somos una minor¨ªa mayoritaria. Todos los hispanos que vienen aqu¨ª lo hacen por el sue?o americano. Los chinos, los sudamericanos, los europeos¡, todos vienen a por el sue?o americano.
?Y el sue?o americano existe? El sue?o de una vida mejor siempre va a existir. Esto que est¨¢ pasando ahora en el mundo con los refugiados, con gente que intenta de ir de un pa¨ªs a otro y no les dejan entrar¡ Hay problemas religiosos, pol¨ªticos, pero el sue?o de mejorar siempre va a existir. Por ejemplo, el sue?o latinoamericano hoy es Chile. El 7% de la poblaci¨®n chilena es extranjera.
Sus padres fueron unos refugiados que huyeron de la Alemania nazi. ?Qu¨¦ piensa cuando ve el rechazo de algunos pol¨ªticos a los inmigrantes en Estados Unidos y Europa? Yo soy hijo de refugiados y eso va a ser siempre as¨ª. Tengo la parte art¨ªstica de mi mam¨¢ y la parte laboriosa de mi pap¨¢. El rechazo a los inmigrantes est¨¢ insertado en el racismo. Algunas personas ven el racismo como una soluci¨®n, cuando la inclusi¨®n es la soluci¨®n. Ahora bien, hay cosas que son dif¨ªciles. Hay religiones que buscan v¨ªas violentas y entonces los pa¨ªses se tienen que defender. Parece como si el mundo tuviera que ir cada cierto tiempo a una guerra para luego volver a reconstruir todo.
Usted ha entrevistado a presidentes de Estados Unidos como George Bush hijo y ha sido invitado en la Casa Blanca en varias ocasiones. ?C¨®mo sinti¨® de cerca ese poder? Yo no tengo ese sentimiento, solo soy un trabajador del espect¨¢culo. No me considero un tipo especial, de otra categor¨ªa.
No ha sentido esa fascinaci¨®n por los pol¨ªticos, pero s¨ª por un personaje como Emilio Azc¨¢rraga, el Tigre, que tom¨® el control de Univisi¨®n. Azc¨¢rraga era un gran empresario. ?l cre¨® la gran empresa de comunicaci¨®n en espa?ol y s¨ª, realmente, me impresion¨®.
?El peor momento de su vida fue cuando fue acusado de acoso por una azafata de su programa? Eso no lleg¨® a nada, como una demanda de paternidad que me presentaron. Cuando eres una persona p¨²blica te intentan perjudicar, pero yo nunca me dej¨¦ extorsionar.
elpaissemanal@elpais.es
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