As¨ª es el exclusivo colegio de Suri Cruise
La matr¨ªcula en el Avenues de Nueva York vale 41.000 euros, algo que contrasta con la educaci¨®n humilde que quieren impartir a sus alumnos
El proceso para preparar a los ni?os cuyas familias aspiran a que estudien en una universidad de prestigio como Harvard o Stanford empieza antes de que sepan leer, en los jardines de infancia de colegios privados que forman a las ¨¦lites. La ciudad de Nueva York concentra diez de los 25 centros educativos m¨¢s caros de Estados Unidos. El ¨²ltimo en su sumarse a esta f¨¦rrea competici¨®n es Avenues, donde el coste de la matr¨ªcula se acerca a los 45.000 d¨®lares (41.000 euros).
Avenues, que abri¨® sus puertas hace cuatro a?os a los pies del parque voladizo que cruza el barrio de Chelsea, est¨¢ considerado ya como el mayor proyecto de ense?anza privada en la historia de la ciudad. Pero la idea original del empresario Chris Whittle va m¨¢s all¨¢ de las aguas que surcan Manhattan. El plan es crear una villa educativa global integrada por una quincena de campus en grandes capitales como Londres, Par¨ªs, Madrid o S?o Paulo durante los pr¨®ximos cinco a?os.
Whittle, que en marzo dej¨® el cargo de consejero delegado de la instituci¨®n que est¨¢ revolucionando la ense?anza en Nueva York, planific¨® el proyecto durante cinco a?os. La filosof¨ªa es simple: dedica todos los recursos docentes a identificar la pasi¨®n de los estudiantes y as¨ª les ofrece el mayor conocimiento posible en esa ¨¢rea. Y todo esto alimentando un sentido de humildad, algo que puede ser complicado de aceptar para los hijos de padres extremadamente ricos.
Entre los primeros pasajeros de este viaje educativo se encuentra Suri Cruise. Las aulas en los pisos m¨¢s altos miran hacia el High Line y por sus amplias ventanas entra la luz directa de la calle, sin obst¨¢culos. En los pasillos hay pantallas en alta definici¨®n en la que los estudiantes, que reciben un port¨¢til y una tableta electr¨®nica nada m¨¢s empezar el curso, pueden mostrar sus trabajos. La escuela ha establecido lazos adem¨¢s con las galer¨ªas de arte del barrio y con compa?¨ªas tecnol¨®gicas como Google, que tienen sus sedes tambi¨¦n en Chelsea.
No es extra?o ver a Katie Holmes recogiendo a su hija al terminar las clases y haciendo las mismas cosas que hacen otros padres an¨®nimos con sus hijos. El dinero de los gestores de fondos ni la fama de las estrellas de Hollywood, insisten desde el centro, son un factor al decidir como se trata a la familia ni a los estudiantes. Es m¨¢s, insisten que lo que m¨¢s les preocupa es crear a los nuevos ciudadanos del Siglo XXI y no formar a la pr¨®xima generaci¨®n de reyes.
Pero pese a las buenas intenciones, Avenues empieza a parecerse cada vez m¨¢s a los otros colegios privados de ¨¦lite de Nueva York . El curso pasado recibi¨® 350 solicitudes de admisi¨®n para 25 plazas que se abr¨ªan en el jard¨ªn de infancia. Es decir, no basta solo con tener dinero para superar el competitivo proceso de admisi¨®n. Para dar un cierto equilibrio el 10% de sus estudiantes se beneficia de alg¨²n tipo de ayuda financiera que les permite reducir notablemente el coste de la matr¨ªcula.
Avenues es a¨²n muy joven en esta arena y sus estudiantes deben demostrar a¨²n que el nuevo modelo que proclama es lo suficientemente robusto para batir a centros con varios siglos de tradici¨®n como la Trinity School en el Upper West Side. Este colegio, fundado en 1709, est¨¢ considerado como el mejor a la hora de preparar a los estudiantes que aspiran a llegar al MIT o a una Universidad de la Ivy League.
Entre sus alumnos m¨¢s ilustres se encuentra David Ebersman, el antiguo director financiero de Facebook. Las familias pudientes que buscan una educaci¨®n m¨¢s liberal, sin las rigideces de la escuela primaria tradicional, lo intentan en Ethical Culture, junto a Columbus Circle. All¨ª estudi¨® Jill Abramson, la antigua directora ejecutiva del The New York Times, o Robert Oppenheimer, el director del proyecto cient¨ªfico que desarrollo la bomba at¨®mica.
Justo al otro lado de Central Park est¨¢ el The Browning School, una academia solo para ni?os en la que estudiaron John Rockefeller o el actual consejero delegado de JPMorgan Chase, Jamie Dimon. Y no muy lejos, subiendo diez calles por el Upper East Side, est¨¢ el Birch Wathen Lenox, un colegio que empez¨® solo para ni?as y en el que estudiaron la actriz Brook Shields o la presentadora Barbara Walters.
Los encargados de las admisiones de alumnos en Bank Street, otro de los colegios m¨¢s deseados por las ¨¦lites en Manhattan, deja claro que cada uno de estos centros tienen algo diferente que ofrecer. ¡°Eso no significa que unos sean mejores que otros¡±, valoran, ¡°todos tenemos puntos fuertes¡±. En Avenues, se presentan como la ¡°Escuela del mundo¡±, es su programa de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica.
Es el ¨²nico colegio en la ciudad de los rascacielos que ofrece una ense?anza biling¨¹e. Los estudiantes aprenden as¨ª matem¨¢ticas o m¨²sica bien en espa?ol o en chino mandar¨ªn hasta que tienen 10 a?os. Un d¨ªa se dedican a aprender en ingl¨¦s y al siguiente pasan a la segunda lengua de elecci¨®n. Tambi¨¦n se est¨¢ considerando la posibilidad de ofrecer franc¨¦s, pero ya para los alumnos de clases superiores.
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