Estamos a tiempo
La mejor opci¨®n tras el 20-D es una gran coalici¨®n entre el PP y el PSOE a la que se incorpore Ciudadanos. Un Gobierno apoyado en una mayor¨ªa parlamentaria de 253 diputados que podr¨ªa promover cualquier cambio legislativo
En 1984, Felipe Gonz¨¢lez tuvo que convencer a su propio partido para que Espa?a continuara en la OTAN. A pesar de que el PSOE se hab¨ªa manifestado en contra usando el lema ¡°OTAN, de entrada no¡±, en el refer¨¦ndum del 12 de marzo de 1986 propuso el s¨ª a la permanencia, y el presidente Gonz¨¢lez anunci¨® que dimitir¨ªa si ganaba el no. Finalmente gan¨® el s¨ª.
Las elecciones del pasado 20 de diciembre cambian muchas cosas en la pol¨ªtica espa?ola, e interpretaciones hay para todos los gustos. Cuatro son las posibilidades reales que, al menos en teor¨ªa, se abren tras los resultados.
La primera es que sea el partido ganador de las elecciones el que forme Gobierno. Es el caso del PP, que, con 123 diputados y un 28,7% de votos, es el partido que gan¨®. Este escenario requerir¨ªa del apoyo o abstenci¨®n del PSOE y de Ciudadanos. A d¨ªa de hoy no parece viable, pues el PSOE ya ha dejado claro que en ning¨²n caso apoyar¨¢, por acci¨®n u omisi¨®n, un Gobierno del PP.
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El segundo escenario ser¨ªa lo que el candidato del PSOE llama el pacto de izquierdas, en el que en todo caso estar¨ªan ¡ªpara conseguir la investidura¡ª el PSOE y Podemos, y que requerir¨ªa adem¨¢s a?adir a IU (2) y los 6 esca?os del PNV ¡ªy todo ello siempre que, como poco, no se opusiera a tal investidura ni ERC, ni DiL, antigua Convergencia, ni Bildu, ni CC¡ª. Requerir¨ªa adem¨¢s que Podemos renuncie a la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum en Catalu?a, que es dif¨ªcil, pero no imposible: bastar¨ªa que vuelvan a disfrazar sus verdaderas intenciones y, con tal de desalojar al PP del Gobierno, convenzan a los suyos y al PSOE de una cosa y su contraria; acreditaci¨®n al efecto ya disponen.
Este pacto requiere tambi¨¦n que los dirigentes socialistas que apuestan hoy por cambiar de liderazgo renuncien a sus pretensiones y asuman que a la postre Podemos se consolide como fuerza pol¨ªtica de referencia en la izquierda espa?ola. Ser¨ªa un Gobierno parlamentariamente muy d¨¦bil (solo 90 diputados) y que tendr¨ªa como principal fustigador justamente a su principal mentor, Podemos (no se olvide que a Podemos no solo no le disgusta el bipartidismo: le gusta tanto que su aspiraci¨®n m¨¢xima es sustituir al PSOE como partido de referencia de la izquierda en el bipartidismo espa?ol).
El verdadero rival de los socialistas es Podemos, que quiere sustituirlos al frente de la izquierda
Es un escenario en el que la investidura es posible pero la gobernabilidad casi imposible. La incertidumbre, inestabilidad y debilidad que comportar¨ªa ser¨ªan un lastre para consolidar la recuperaci¨®n de Espa?a.
El tercer escenario te¨®rico es ir a nuevas elecciones, lo que demorar¨ªa formar un nuevo Gobierno hasta al menos la primera quincena de julio: malo para Espa?a. Sin embargo, considerando las restricciones pol¨ªticas de los dos escenarios anteriores, creo que hoy es el m¨¢s probable aunque comporta perder un valioso tiempo para consolidar la recuperacion econ¨®mica.
El cuarto y ¨²ltimo escenario consistir¨ªa en cumplir el mandato que los electores han dado con nitidez el 20-D: hacer una gran coalici¨®n de Gobierno para las cuestiones que hay sobre la mesa y con Ciudadanos en ese pacto. Ser¨ªa la mejor de las opciones posibles con un Gobierno sustentado sobre una mayor¨ªa parlamentaria de 253 diputados, m¨¢s que suficiente para promover cualquier cambio legislativo e incluso constitucional. Es el Gobierno que Espa?a necesita. En esta alternativa, el PSOE podr¨ªa tener ante su militancia y votantes argumentos adicionales para el pacto con el PP. Podr¨ªan argumentar que se hizo lo imposible por el pacto de izquierdas y que no pudo ser; apelar¨ªan a la responsabilidad y, finalmente, se consumar¨ªa lo que, en mi opini¨®n, ha sido el mandato claro de los electores el 20-D, que las dos grandes fuerzas pol¨ªticas se pongan de acuerdo para encauzar los asuntos que requieren de tal concierto.
El principal escollo ante esta opci¨®n es la dificultad del PSOE para trasladar hoy a sus bases un acuerdo con el PP, resultado de la permanente demonizaci¨®n pol¨ªtica que durante 40 a?os han hecho en Espa?a sobre la derecha democr¨¢tica. Nada digamos si le a?adimos la sucesi¨®n de puertas que cada d¨ªa cierra el candidato socialista para impedir a ultranza ese pacto que se deriva de un mandato de las urnas. Sin embargo, tras el 20-D, el adversario pol¨ªtico de referencia del PSOE ya no es el PP, como algunos siguen pensando. Su verdadero rival pol¨ªtico hoy es Podemos, cuya aspiraci¨®n es sustituir al PSOE como fuerza pol¨ªtica de referencia en la izquierda espa?ola.
Ante situaciones excepcionales,
los l¨ªderes deben actuar
pensando? en el futuro
La actual direcci¨®n del PSOE tiene ante s¨ª una extraordinaria oportunidad para explicar a sus militantes que Espa?a est¨¢ por encima de los intereses cortoplacistas del partido. La situaci¨®n de Espa?a y el mandato de las urnas recomiendan una gran coalici¨®n entre las dos grandes fuerzas pol¨ªticas junto con Ciudadanos, que defiende tambi¨¦n lo que nos une al PP y al PSOE: la unidad de Espa?a, la igualdad de los espa?oles, la estabilidad pol¨ªtica, econ¨®mica y social, la moderaci¨®n y la centralidad. Que es lo que, en definitiva, han votado m¨¢s de 16 millones de espa?oles.
Ser¨ªa un Gobierno para la consolidaci¨®n de la recuperaci¨®n econ¨®mica y la creaci¨®n de empleo, y la reforma de la Constituci¨®n en todo aquello que mejorase la convivencia de la inmensa mayor¨ªa de los espa?oles.
Todo ello supondr¨ªa un cambio radical en las tesis y posicionamientos tradicionales del PSOE respecto a una posible alianza con el PP. Sin embargo, ante circunstancias y desaf¨ªos excepcionales ¡ªy las de ahora lo son¡ª los l¨ªderes pol¨ªticos, y no digamos los aspirantes a serlo, deben ser capaces de abstraerse del ruido del d¨ªa a d¨ªa y tomar decisiones pensando m¨¢s en el futuro que en la inmediatez del presente.
No ser¨ªa la primera vez que en pol¨ªtica se da un giro para modificar lo que se ven¨ªa diciendo. Pero si esos cambios bruscos coinciden con el deseo de la mayor¨ªa y, sobre todo, con el inter¨¦s general, pueden incluso reforzar el liderazgo de quien los propone. Fue lo que ocurri¨® con el cambio de posici¨®n del partido socialista en relaci¨®n al refer¨¦ndum de la OTAN en 1986, que reforz¨® el liderazgo de Felipe Gonz¨¢lez, en el PSOE y en Espa?a, como se pudo comprobar en las elecciones generales celebradas ese mismo a?o en las que los socialistas volvieron a conseguir la mayor¨ªa absoluta. Es el hoy candidato del PSOE el que tiene que probar si est¨¢ o no a la altura de su responsabilidad, tal como estuvo Felipe Gonz¨¢lez en 1986. Aunque haya ido demasiado lejos cerrando puertas, nunca es tarde si hablamos del inter¨¦s de Espa?a.
A¨²n hay tiempo. A¨²n estamos a tiempo.
Jos¨¦ Manuel Soria es ministro en funciones de Industria, Energ¨ªa y Turismo.
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