Gu¨ªa pr¨¢ctica para gestionar el espacio

?En qu¨¦ se pierde espacio o, dicho de otro modo, qu¨¦ es lo que impide que una casa sea funcional? Pueden faltar metros, aunque la mayor¨ªa de las veces se debe a una sobreocupaci¨®n del espacio, lo que a su vez da lugar a distribuciones intrincadas y a una escasa claridad en los recorridos que tienden a generar atm¨®sferas agobiantes. Por suerte, esta situaci¨®n tiene arreglo. Se trata, fundamentalmente, de ver la casa con una mirada renovadora, pensando una secuencia l¨®gica para las distintas zonas de uso, lo que favorecer¨¢ el orden y optimizar¨¢ las funciones de cada ¨¢rea. A veces, una compartimentaci¨®n excesiva no deja ver las posibilidades reales del espacio y nos encontramos con que, por ejemplo, la luz natural ha quedado encerrada en las habitaciones que dan a la calle o la cocina est¨¢ muy alejada del sal¨®n. En todo caso, contar con una idea y definir las prioridades son el punto de partida de este tipo de reorganizaciones espaciales. Por ¨²ltimo, para conseguir una atm¨®sfera determinada se ha de sumar un estudio de los materiales y colores, as¨ª como una iluminaci¨®n adaptada a cada actividad.

Repensar los ambientes

Aunque la superficie de la vivienda sea reducida, para que los ambientes sean funcionales es importante que se distribuyan dando a cada sector un lugar determinado. No debe perderse

la referencia del conjunto del espacio, para que tambi¨¦n queden definidas las pautas en materia de comunicaci¨®n entre las diferentes zonas de la casa.

Elegir el equipamiento

Si hay demasiados muebles o si los que se eligen tienen un dise?o o una escala desproporcionada para el lugar en que se ubican, un espacio amplio dejar¨¢ de parecerlo y una casa peque?a tendr¨¢ la apariencia de serlo todav¨ªa m¨¢s. Como punto de partida, conviene tener presente que el mobiliario o el equipamiento de ba?os y cocinas es un complemento de la arquitectura y por eso es mejor elegirlo con una idea de conjunto. Esta premisa hay que aplicarla tambi¨¦n a elementos que forman parte de las instalaciones, como los radiadores, las chimeneas o las estufas de le?a. Muchas veces se ubican sin tener en cuenta la distribuci¨®n del ambiente, condenando as¨ª zonas fundamentales dentro de la habitaci¨®n, que muy probablemente presentar¨¢ circulaciones conflictivas o p¨¦rdidas de superficie ¨²til.

Administrar el almacenamiento

Sin duda, lo que m¨¢s necesita una casa para que funcione bien y est¨¦ en orden son lugares de almacenamiento. La idea es buscar espacios que se integren en las distribuciones para que pasen desapercibidos. De esta manera, lo que a simple vista puede parecer una reducci¨®n de superficie se convierte en la clave del confort de una vivienda.

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