C¨®mo descubr¨ª la primera matanza humana
La autora principal del estudio, investigadora argentina en la Universidad de Cambridge, relata el trabajo que realizaron en las excavaciones
En el primer d¨ªa de la campa?a de 2012, Pedro Ebeya, uno de los?fossil hunters de la tribu Turkana que trabaja en el Proyecto IN-AFRICA, me dijo que hab¨ªa visto fragmentos de esqueletos humanos en la superficie de un lugar llamado Nataruk. El ¨¢rea en que trabajamos en el Sudoeste del Lago Turkana es muy rica en f¨®siles, y hemos excavado varios sitios de esta ¨¦poca (unos 10.000 a?os) donde hemos encontrado f¨®siles humanos. Por eso no me sorprendi¨® de entrada el hallazgo de Pedro. Fui con ¨¦l a ver el lugar, donde nunca hab¨ªa estado antes, y realmente hab¨ªa muchos fragmentos de esqueletos en superficie, en peque?os grupos distribuidos por un ¨¢rea enorme, de unos 200 por 100 metros. Entre ellos vi un fragmento de cr¨¢neo todav¨ªa enterrado, estaba boca abajo y ten¨ªa lesiones profundas y m¨²ltiples en la cabeza. Al final de la campa?a hab¨ªamos recuperado los restos de 27 personas; seis ni?os peque?os, una adolescente de 12 a 14 a?os, y 20 adultos, incluyendo 12 esqueletos in situ, en la posici¨®n en que hab¨ªan muerto.
Fue chocante e incluso triste desenterrar persona tras persona que hab¨ªa muerto de manera tan tr¨¢gica
Excavar los esqueletos de la gente de Nataruk fue una experiencia extraordinaria. Tantas personas en un ¨²nico yacimiento y con evidencias de violencia... Adem¨¢s fue chocante e incluso triste, al desenterrar persona tras persona que hab¨ªa muerto de manera tan tr¨¢gica. En particular, el esqueleto de una mujer (KNM-WT 71259), ya algo mayor, que estaba semisentada, reclinada sobre el codo izquierdo, con el brazo derecho cruzado y los pulsos uno sobre el otro, y quien ten¨ªa las rodillas fracturadas, dobladas en un ¨¢ngulo imposible, con el pie izquierdo doblado hacia afuera, y rodeada de peces¡ Todo indica que, despu¨¦s de la herida, esta se?ora no se pudo levantar y eventualmente fue cubierta por el agua de la laguna. Para m¨ª fue uno de los casos m¨¢s impresionantes.
Lo sorprendente quiz¨¢s es que [la guerra] emerge no cuando los recursos son pobres, sino en momentos de gran abundancia y expansi¨®n poblacional
Me parece importante a?adir que, a pesar que creo que lo que ha quedado registrado en Nataruk fue un ataque premeditado y brutal, como cualquier ataque mano a mano lo es, su importancia no es que tenga 10.000 a?os, ya que creo que la guerra y el conflicto entre grupos ya exist¨ªa mucho antes. Pero demuestra que las condiciones para que exista el conflicto no dependen del sedentarismo, y que en momentos de gran abundancia y alta densidad poblacional val¨ªa la pena pelear por los recursos que un grupo de cazadores ten¨ªa y otro no, fueran estos agua fresca, carne o pescado seco, acceso al mejor sitio de caza, o inclusive mujeres y ni?os. Por eso pienso que guerras y conflictos siempre existieron, por lo menos en nuestra especie, y ocurr¨ªan o no dependiendo de la densidad de los grupos y las condiciones ambientales. Lo sorprendente quiz¨¢s es que estas condiciones emergen no cuando los recursos son pobres, sino en momentos de gran abundancia y expansi¨®n poblacional¡ La evoluci¨®n es un proceso de competici¨®n y supervivencia, y el Homo sapiens no es diferente en este respecto. Lo interesante es pensar que s¨ª somos diferentes en nuestra capacidad de comportamiento altruista.
Marta Miraz¨®n Lahr es experta en Biolog¨ªa Evolutiva de la Universidad de Cambridge
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