Para triunfar en la televisi¨®n argentina hay que ser... turco

Tres de los cinco programas m¨¢s vistos esta semana en Argentina son telenovelas de un pa¨ªs a 12.500 kil¨®metros de Buenos Aires y sin una especial vinculaci¨®n hist¨®rica salvo por el apodo gen¨¦rico que reciben todos los argentinos de origen sirio, liban¨¦s o incluso ¨¢rabe. Se les llama turcos para simplificar, como hac¨ªan con el expresidente Menem, hijo de sirios. La locura de los argentinos con las novelas turcas no tiene explicaci¨®n aparente, pero inquieta a un mundo del cine que logra exportar con ¨¦xito sus pel¨ªculas a todo el planeta pero cuyos habitantes prefieren unas series baratas sobre personajes imposibles dobladas al castellano.

Entre esos cinco programas m¨¢s vistos esta semana, los otros dos competidores son precisamente novelas argentinas. El pa¨ªs austral vive en pleno verano, en el mes de vacaciones por excelencia, sin f¨²tbol, y las novelas son la estrella. Qu¨¦ culpa tiene Fatmagul, Sila y Esposa joven son las tres series turcas del momento. Pero la ola viene de antes.

Todo empez¨® con Las mil y una noches. La novela tuvo ¨¦xito en varios pa¨ªses, pero nada comparable con la locura argentina. L¨ªder de audiencia cada noche, su actor protagonista, Ergun Demir, que hac¨ªa de Ali Kemal, se convirti¨® en un ¨ªdolo de tal calibre en Argentina que se traslad¨® a vivir all¨ª desde Turqu¨ªa. Aprendi¨® poco a poco espa?ol y logr¨® ser una estrella televisiva. Algo inimaginable para el propio Demir. Seis meses estuvo como protagonista clave del programa estrella, Bailando por un sue?o. Unos meses despu¨¦s lo eliminaron. Indignado, denunci¨® ¡°racismo¡± y anunci¨® que se iba de Argentina. Pero su ¨¦xito ha dejado paso a una especie de obsesi¨®n con Turqu¨ªa. Los argentinos siempre han vivido un poco alejados de sus hermanos latinoamericanos, pero nadie pens¨® nunca que las producciones turcas dejar¨ªan de lado a otras de pa¨ªses m¨¢s cercanos y sobre todo a las propias argentinas. Ahora se multiplican los viajes a visitar el pa¨ªs de las telenovelas. Todo lo turco vende en Argentina, una carambola que nadie logra explicarse.