Los roedores tienen empat¨ªa como los humanos

El consuelo es una respuesta com¨²n entre los humanos que desde los dos a?os de vida se acercan a sus cong¨¦neres para confortarles cuando ven que sufren. Este mismo comportamiento solo se ha observado en algunos animales como chimpanc¨¦s, orangutanes, perros o cuervos, algo que hac¨ªa sospechar que ten¨ªa que ver con elevadas capacidades cognitivas y sociales. Sin embargo, los cient¨ªficos est¨¢n descubriendo que la empat¨ªa que favorece este tipo de comportamiento es m¨¢s com¨²n en el mundo animal de lo que se pensaba.

Esta semana, investigadores del Centro Nacional de Investigaci¨®n de Primates Yerkes de la Universidad Emory, publican en Science unos resultados que indican que tambi¨¦n unos roedores como los topillos de la pradera experimentan empat¨ªa. Seg¨²n Larry Young y James Burkett, coautores del trabajo, la presencia del consuelo en estos animales demuestra que no es necesario tener unas capacidades cerebrales tan avanzadas y que ese comportamiento puede hacerlo posible rasgos m¨¢s antiguos y menos relacionados con las habilidades cognitivas.

Cuando se les bloque¨® la oxitocina, los topillos dejaron de ser emp¨¢ticos con sus cong¨¦neres

Para poner a prueba la empat¨ªa de estos animales, se tom¨® a topillos que eran familia o se conoc¨ªan entre s¨ª y los separaron. Mientras estaban apartados, a uno de ello se le aplicaban sacudidas el¨¦ctricas. Cuando los volv¨ªan a reunir, los topillos que no hab¨ªan recibido las sacudidas y no estaban estresados, se acercaban a los que s¨ª lo estaban para lamerles durante m¨¢s tiempo y antes que otros topillos separados y vueltos a reunir sin corriente el¨¦ctrica de por medio. Los autores adem¨¢s identificaron la oxitocina, una hormona relacionada con los v¨ªnculos entre madres e hijos o parejas, como clave en el mecanismo que impulsa la empat¨ªa y el consuelo.

Seg¨²n los responsables del estudio, el hecho de que el consuelo solo se daba entre individuos que eran familia o conocidos y no con desconocidos, es un indicio de que este comportamiento no es solo una reacci¨®n ante se?ales desagradables. Adem¨¢s, se observ¨® que, como sucede en los humanos, la empat¨ªa apareci¨® en forma de contagio emocional, con la detecci¨®n de rasgos de ansiedad en los roedores que no hab¨ªan sido sometidos a las descargas el¨¦ctricas. En esta l¨ªnea, los investigadores midieron los niveles de corticosterona en los parientes y amigos de los ¡°torturados¡± y vieron que esta hormona relacionada con el estr¨¦s crec¨ªa a imitaci¨®n de los que sufr¨ªan.

La funci¨®n de la oxitocina en la empat¨ªa de los topillos se confirm¨® bloqueando el neurotransmisor sobre el que act¨²a. Cuando se anulaba el efecto de la hormona, los animales dejaban de consolarse unos a otros.

Comprender los mecanismos fundamentales de la empat¨ªa puede ayudar a encontrar tratamientos para enfermedades como la esquizofrenia

En el art¨ªculo de Science, los autores consideran probable que muchos comportamientos sociales complejos, como la empat¨ªa o los v¨ªnculos de pareja, tienen su origen en los cambios biol¨®gicos aparecidos para favorecer el cuidado de las cr¨ªas por los padres. Estos sistemas de creaci¨®n de lazos afectivos, que tienen en la oxitocina una de sus bases qu¨ªmicas, ser¨ªan anteriores a otros procesos cognitivos y sociales que hasta hace muy poco se consideraban exclusivamente humanos. No obstante, los investigadores puntualizan que tambi¨¦n son necesarias unas condiciones sociales y evolutivas para que aparezcan comportamientos como la empat¨ªa. Animales fisiol¨®gicamente muy similares a los topillos de la pradera (Microtus ochrogaster), como los Microtus pennsylvanicus, no consuelan a sus cong¨¦neres.

El trabajo de los investigadores de Emory, adem¨¢s de ayudar a identificar el origen de muchos comportamientos humanos, puede tener una aplicaci¨®n en el tratamiento de problemas mentales. Comprender los mecanismos neurol¨®gicos y hormonales que llevan a unos roedores a consolar a sus conocidos puede ayudar a entender por qu¨¦ algunos humanos tienen dificultades para responder a las emociones de otros, y aumentar¨ªa el potencial de la oxitocina para tratar enfermedades como el autismo o la esquizofrenia.