La absurda pol¨¦mica de Paquirri y su ni?a
Si su esposa y el propio torero est¨¢n de acuerdo ?qu¨¦ sentido tiene la pol¨¦mica? No est¨¢n incumpliendo ninguna ley, ni parece que el peligro de la vaquilla sea tan grave como para que el torero reciba las crueles cr¨ªticas que se pueden leer en Internet
La pol¨¦mica desatada en las redes sociales por la foto en la que Rivera Ord¨®?ez aparece con su hija peque?a en brazos mientras torea a una vaca en una plaza de campo es exagerada, absurda y, consecuencia, sin ninguna duda, de la extraordinaria campa?a que la tauromaquia est¨¢ sufriendo por parte de las asociaciones animalistas, partidos pol¨ªticos, antitaurinos y an¨®nimos ciudadanos que se esconden en las nuevas tecnolog¨ªas para dar rienda suelta a bajos instintos que da miedo leerlos.
De entrada, no se le puede llamar toro al animal que aparece en la foto. Las hembras que se tientan en el campo -erales se las denomina- suelen tener dos a?os, y no parece que la de la foto haya tenido la oportunidad de apagar las velas de su segundo cumplea?os. Quede claro, pues, que Rivera no aparece toreando un toro, sino una vaquilla que, con toda seguridad, estaba ya cansada despu¨¦s de una larga faena campera.
?Es normal que un torero coja en brazos a su ni?a de pocos meses para bautizarla taurinamente delante de una vaca?
Yo no lo har¨ªa, pero no soy torero. Y habr¨¢ toreros que lo hagan y otros a los que les parezca una barbaridad. El padre, que es el primer responsable de la seguridad de su v¨¢stago, sabr¨¢ el nivel de riesgo al que lo est¨¢ exponiendo. Asegura Rivera que esta es una tradici¨®n en su familia y que lo mismo hicieron con su padre y con ¨¦l. Pues, muy bien. Si su esposa y el propio torero est¨¢n de acuerdo, qu¨¦ sentido tiene la pol¨¦mica. No est¨¢n incumpliendo ninguna ley, ni parece que el peligro de la vaquilla sea tan grave como para que el torero reciba las crueles cr¨ªticas que se pueden leer en Internet.
?Acaso no hay muchos padres que permiten que sus hijos de corta edad se suban a lo alto de una torre humana -los castells catalanes- con el riesgo evidente de que sufran alg¨²n da?o, y nadie polemiza sobre la que es, sin duda, una tradici¨®n arraigada? ?Acaso otros no admiten que los videojuegos o los dibujos animados carcoman los infantiles cerebros de sus ni?os con evidente peligro para su educaci¨®n? Ya, pero ni en los castellets ni en los dibujos hay toros¡
De ser cierta la imagen, mostramos nuestro absoluto rechazo. Recogemos informaci¨®n para valorar posible actuaci¨®n pic.twitter.com/G3hIhaeDkD
— Defensor P. Andaluz (@DefensorAndaluz) January 25, 2016
Vivimos unos momentos en los que hablar de toros es pol¨ªticamente incorrecto; de ah¨ª, esta pol¨¦mica tan disparatada e insensata. Pero no lo es, por ejemplo, desear la muerte de un torero herido, en un an¨®nimo y cobarde gesto evidente de depravada crueldad.
Es posible que Rivera se haya equivocado al subir esa foto a las redes sociales. Pero ni el Defensor del Menor ni esta sociedad, tan permisiva con otras pr¨¢cticas que perjudican directamente al mundo infantil, tienen derecho a juzgarlo.
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