Perversi¨®n de la pol¨ªtica

El rey Felipe inicia hoy la segunda ronda de contactos con los representantes de los grupos en el Parlamento. La primera fracas¨® tras la negativa del l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, a someterse a la votaci¨®n de investidura que le corresponde como fuerza m¨¢s votada. El presidente del Gobierno en funciones no acept¨® alegando que no ten¨ªa los apoyos suficientes; pero no renunci¨® a la posibilidad de dar el paso cuando le convenga.

Rajoy eludi¨® su deber, pero mantuvo el derecho a ejercerlo en el futuro. Una postura puramente tacticista, que supone una perversi¨®n de las formas pol¨ªticas y un bloqueo a la posibilidad de avanzar hacia la gobernabilidad. Una aut¨¦ntica sorpresa del l¨ªder del PP, que nos ten¨ªa acostumbrados a lo previsible y, sobre todo, a la institucionalidad de sus decisiones.

Las visitas al Palacio de la Zarzuela se producir¨¢n sin que nada haya variado respecto a la semana pasada; hasta la fecha no se ha iniciado el di¨¢logo entre ninguno de los cuatro grupos que tienen algo que decir en la investidura. S¨®lo algunas conversaciones telef¨®nicas y muchos mensajes a trav¨¦s de los medios. Las ¨²nica diferencias respecto a la primera ronda de consultas son la aparici¨®n de nuevos casos que identifican al PP como un sin¨®nimo de corrupci¨®n ¡ªlo que, adem¨¢s de dificultar la negociaci¨®n, hace m¨¢s evidente la necesidad de una regeneraci¨®n sin Rajoy¡ª y la celebraci¨®n, el s¨¢bado 30 de enero, de una nueva reuni¨®n del Comit¨¦ Federal del PSOE. Una cita que seguro que influy¨® en la marcha atr¨¢s de Rajoy, pero que va a tener escasa influencia en el encuentro de Felipe VI con Pedro S¨¢nchez el pr¨®ximo martes.

Cuando se van a cumplir seis semanas desde las elecciones del 20 de diciembre, hay que exigir a los l¨ªderes pol¨ªticos que asuman su responsabilidad y desbloqueen una situaci¨®n que podr¨ªa desencadenar una crisis institucional en Espa?a.

Es Rajoy el primero que debe actuar, con celeridad y responsabilidad. No parece serio que vuelva a visitar al Rey sin haber hecho sus deberes. Antes del martes, deber¨ªa sentarse con aquellas fuerzas pol¨ªticas (PSOE y Ciudadanos) que pueden otorgarle la investidura y comunicarles su propuesta; con ¨¦l o con otro candidato de su partido. Y si ve que sigue sin contar con los apoyos necesarios, tiene que salir definitivamente del escenario y permitir que el segundo partido m¨¢s votado lo intente.

Si el l¨ªder del PP pretende repetir la jugada de retrasar su posible investidura, Felipe VI deber¨ªa buscar la f¨®rmula para evitarlo. El Rey est¨¢ manteniendo una exquisita neutralidad, dentro de sus funciones constitucionales, pero debe ser consciente de que un nuevo fracaso en el proceso supondr¨ªa el desprestigio de la clase pol¨ªtica y de todas las instituciones.

Un desprestigio al que contribuye, por cierto, la decisi¨®n adoptada ayer por la Mesa del Congreso de situar a los diputados de Podemos en las ¨²ltimas filas del hemiciclo (por detr¨¢s de otros grupos con menos diputados). Otra perversi¨®n de las formas y un mensaje negativo hacia los espa?oles que han pedido con sus votos una forma de gobernar con di¨¢logo y consenso.