B¨¢rbara Rita
El ¡®caloret¡¯ de 2015 ha devenido en el ¡®socarrat¡¯ de 2016
Ya huele a Fallas. Hay quien no lo entiende, pero quien lo ha mamado lo siente. El ruido, la p¨®lvora, el fuego, las flores. Tirar la casa por la ventana aunque no haya para aceite. Vestir de fiesta desde a los beb¨¦s hasta a los abuelos y echarse a la calle para que vean los vecinos lo lustrosos que se te cr¨ªan los nenes y lo guapos que est¨¢n los yayos y lo bien que te luce el pelo. Llevar el ramo m¨¢s vistoso y la banda m¨¢s tiesa y los mo?os mejor puestos. Tirar el petardo m¨¢s gordo y aguantar la masclet¨¢ sin inmutarse y que no falte de nada en esta mesa, jefe, que yo respondo. Hay quien no lo entiende, pero quien lo ha mamado lo sabe. En Valencia, o eres fallero, o te lo haces si quieres que te quieran las masas. Esa se?ora mayor que ahora se asoma de tapadillo a la ventana de su casa para no ser vista viv¨ªa hasta ayer mismo en el balc¨®n del Ayuntamiento. Era la jefa del casal, el ama del cotarro, el alma de la fiesta. La baronesa capaz de tumbar al m¨¢s bragado de los varones a rondas de lo que fuera. La matriarca que les llenaba estadios, plazas de toros y riberas del Turia a los de Madrid cuando hiciera falta. S¨ª. Esa yaya con ropa de trapillo, sin rojo de labios y el cardado de caspa ca¨ªda era la fallera mayor honoraria vitalicia. Casi da pena verla ahora. Cabreada, at¨®nita, despeluchada y dolida en lo m¨¢s hondo por lo injusta que es la vida, lo mal que la trata el pueblo y lo ingratos que son en el partido por el que se hizo la m¨¢s festera sin serlo. Y todo para que no faltara de nada en esa taula, perd¨®n, mesa. Ya huele a Fallas, tetes, aunque algunos no lo sientan. Los monumentos esperan la plant¨¤ en los talleres. Hasta ayer, Rita era el eterno ninot indultat. Por los jueces, por el partido, por el pueblo. Pero me da que de esta crem¨¤ no pasa. A¨²n es senadora. Aforada. Madre de la patria. Pero el caloret de 2015 ha devenido en el socarrat de 2016. Y quien ha mamado horchata sabe que, si se pasa el arroz, a esa paella no hay quien la salve.
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