Madrid: nueva capital del perreo
La ciudad acoger¨¢ semanalmente 'Perreo69' una fiesta dedicada al reggaeton
Seg¨²n el servidor de m¨²sica online Spotify, el g¨¦nero m¨¢s escuchado en Espa?a durante 2015 fue el reggaeton. Al menos siete de las 10 canciones m¨¢s demandadas usaban elementos de este ritmo, aunque pertenecieran a artistas de gran alcance y no originalmente ligados a esta m¨²sica como Enrique Iglesias o Romeo Santos. Unos ejemplos que han llevado el reggaeton?a la popularidad, pero d¨¢ndole un barniz de arrope y haci¨¦ndolo apto para todos los paladares. Porque este estilo, construido a base de mezclar varias disciplinas con el reggae jamaicano, siempre ha estado relegado a las costuras de la metr¨®poli y al ostracismo medi¨¢tico. Este viernes d¨ªa 5 se celebrar¨¢ en La Riviera? la primera fiesta de Perreo69: una cita semanal que tendr¨¢ al reggaeton como protagonista. Esta cita, que ya ha pasado por la discoteca barcelonesa Sr. Perro llega a Madrid dispuesta a convertirse en todo un hit.
M¨²sica para calentar a las fieras
Desde su exportaci¨®n procedente del Caribe, el reggaeton se ha visto como una m¨²sica de letras pobres, melod¨ªas chuscas y p¨²blico biso?o. Se le ha acusado de machista, de exaltar los instintos animales y de acentuar algo tan prosaico como el frote entre personas en forma de baile carnal. O lo que es lo mismo: el coreado perreo. Con el avance del siglo XXI millones de personas criadas bajo los designios de Google y de Youtube ¨Ccontadores a tiempo real de los gustos de la gente- tuvieron acceso tanto a artistas de todos los rincones del globo como a aficionados del parque de enfrente.
La banda PXXR GVNG, pionera del trap en nuestro pa¨ªs, dio el pistoletazo siendo reclamo para festivales y multinacionales. Aprovechando su tir¨®n y su sello, La Vendici¨®n Records, montaron espect¨¢culos de?reggaeton bajo el nombre de Perreo 69. "Han funcionado muy bien", responde por tel¨¦fono Yung Beef, su l¨ªder. "El concepto es hacer algo de barrio, informal, no de alto standing. Muchas fiestas se han querido llevar a lo exclusivo. Aqu¨ª se puede ir como se quiera y con quien se quiera", comenta. "Hasta ahora se hab¨ªan programado cosas parecidas con electr¨®nica. Ahora funciona esto. En el business se han dado cuenta y los locales est¨¢n para sacar dinero. Por eso lo hacen", dice este joven de 26 a?os que junto a los otros tres miembros (Khaled, Steve Lean y D. G¨®mez) ha convertido el trap, una derivada del rap, en carne de macro conciertos. "El?reggaeton ha llegado a otras esferas, a los indies. Se creen que es nuevo, pero llevamos toda la vida", apunta poco despu¨¦s de haber sido contratados para el Primavera Sound de este a?o.
De momento, el promotor de la gala, David Del Campo, prev¨¦ la afluencia de unas 2.000 personas. "Se va a llenar seguro, porque La Riviera es ahora mismo la sala 'top' de la gente joven de Madrid. Aunque tengamos el Ballin' Club los s¨¢bados y pueda diversificar al p¨²blico porque es a d¨ªa de hoy la mayor fiesta de reguet¨®n y trap a nivel nacional, va a venir mucha gente, va a estar a tope", adelanta. Tambi¨¦n participar¨¢n otros exponentes del g¨¦nero como Ms Nina o Dj Sweet Flow, que tienen en Internet su herramienta de difusi¨®n principal.
"Lo que ha abierto el camino al?reggaeton es el ablandamiento de Daddy Yankee y Don Omar, que por un lado han desvirtuado el g¨¦nero y por otro lo han hecho mucho m¨¢s visible", apunta V¨ªctor Lenore, periodista musical y autor del ensayo indies, hipsters y gafapastas (Capit¨¢n Swing, 2014). "Que Calle 13 tocaran en el S¨®nar en 2005 o que ese a?o Diplo y MIA pinchasen 'perreo' ya derrib¨® muchos prejuicios", afirma. Para Lenore, el prejuicio hacia este estilo es "tan frecuente" que "se ha convertido en mecanismo de exclusi¨®n. Es rar¨ªsimo encontrar en los medios generalistas una p¨¢gina sobre m¨²sicos que gustan a las clases populares, por mucho que vendan", escribe en el libro.
Opiniones aparte, lo que estos chavales del extrarradio han conseguido es poner al?reggaeton en el centro de las ciudades. All¨ª donde los medios y los ciudadanos de cualquier estrato fijan su mirada. Incluy¨¦ndolo en el circuito urbano y provocando una suerte de sublimaci¨®n del 'perreo' para las masas y para los que ya antes sal¨ªan 'a fuegote'.
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