El ¨²ltimo pensamiento en vida siempre es positivo
Las palabras finales de los condenados a muerte hablan de amor, gratitud y solidaridad
Si supiera que las pr¨®ximas palabras que pronuncie ser¨¢n las ¨²ltimas, ?qu¨¦ dir¨ªa y a qui¨¦n? Sabemos que es un ejercicio extra?o, as¨ª que desvelamos un spoiler de los resultados: probablemente, le dedicar¨ªa un mensaje de afecto, ¨¢nimo y agradecimiento a sus allegados. Esa es su manera de luchar contra el miedo a la muerte, seg¨²n los psic¨®logos.
Investigadores de la Universidad Johannes Gutenberg (Alemania) han concluido que las personas que se saben en los ¨²ltimos momentos de su vida, como condenados a muerte y potenciales suicidas, tienden a usar m¨¢s palabras relacionadas con emociones positivas que si se encontraran en cualquier otro contexto. El estudio se ha publicado en la ¨²ltima entrega de la revista Frontiers in Psychology.
Seg¨²n los autores del ensayo, el pensamiento positivo nos aleja de la ansiedad que provoca la cercan¨ªa de la muerte. "La conciencia de que el tiempo del que se dispone es escaso provoca que aflore la afectividad con las personas del entorno". Estos son algunos de los mensajes recogidos en la investigaci¨®n, pertenecientes a los postreros discursos de presos condenados a muerte en Texas:
"Amo a mi familia. Sed fuertes. Cuidaos unos a otros. Sed fuertes. Os quiero. Os quiero. Lleg¨® mi hora. Os quiero. Sed fuertes".
"Estoy en paz [¡] El odio contin¨²a en este mundo y tiene que parar. Pero yo estoy en paz".
"Me gustar¨ªa agradecer a mis padres que han sido mi apoyo en todo momento. Agradezco al pastor Williams por aconsejarme y guiarme. Miro a mi derecha y veo a la familia de [la v¨ªctima]. Espero que esto les traiga algo de paz a ellos, a su hijo y a sus seres queridos. He sido un d¨ªa largo. No es el final, es solo el principio".
En estas declaraciones y notas de suicidio, seg¨²n muestra otro trabajo de la Universidad del estado de Youngstown (Ohio, EE UU), los contenidos m¨¢s habituales versan sobre el perd¨®n, las declaraciones de inocencia, el silencio, el amor o el aprecio y el activismo social o pol¨ªtico.
La vida era un regalo
Dar las gracias es bueno para la salud, eso ya lo sabemos. Una investigaci¨®n?publicada en The Journal of Positive Psychology a?ade que los eventos traum¨¢ticos como las experiencias cercanas a la muerte y enfermedades graves pueden mejorar nuestra capacidad para ello.
"La reflexi¨®n sobre la propia muerte aumenta la gratitud, porque, en ese momento, la persona entiende la vida como un regalo. Realizar este ejercicio podr¨ªa ayudar a hacer balance de lo positivo y lo negativo y a aumentar el aprecio por la vida", subrayan los autores del estudio, que recomiendan valorar los peque?os placeres.
Los seres humanos hemos basado nuestra comunicaci¨®n en la expresi¨®n de emociones positivas?
Un estudio de la universidad George Manson de Estados Unidos tambi¨¦n ha observado este incremento de las palabras amables en las ¨²ltimas declaraciones de los condenados a muerte. Para los investigadores, el resultado de la elecci¨®n de un discurso luminoso ofrece una idea de c¨®mo responde la mente ante la inminencia de la mortalidad.
Los cient¨ªficos sugieren que permitir que el condenado a muerte formule sus ¨²ltimas palabras a sus allegados, p¨²blico y trabajadores de la prisi¨®n, puede ser ¨²til para regular la intensidad de sus emociones y experimentar alg¨²n grado de control en los momentos finales de su vida.
Tiene sentido. Seg¨²n un informe del European Physical Journal, los seres humanos hemos basado nuestra comunicaci¨®n en palabras positivas para facilitarnos las cosas. ¡°Pese a que los conceptos relacionados con emociones negativas cargan m¨¢s informaci¨®n, se dan con m¨¢s frecuencia las palabras que se relacionan con buenas sensaciones, adem¨¢s de que son m¨¢s ¨²tiles para la comunicaci¨®n¡±, zanja el ensayo.
Marcharse con buen sabor
Priorizar los buenos recuerdos sobre los malos no es ¨²til solo para condiciones extremas. Pensar negativamente puede ser causa de ansiedad, algo que puede reducirse si aprendemos a no colocar los malos recuerdos en el centro de nuestro pensamiento. En muchas ocasiones, evocamos cosas tristes que nunca existieron, algo que convierte este gesto en algo m¨¢s nocivo e in¨²til. Aunque pensar en positivo no tiene por qu¨¦ mejorar la situaci¨®n (reconozc¨¢moslo: a veces, el vaso est¨¢ medio vac¨ªo), agarrarse a las bondades del pasado es un modo de rebajar la ansiedad, como detalla?Jennifer Lau, investigadora del departamento de Psicolog¨ªa Experimental en una investigaci¨®n de la Universidad de Oxford. Y en los ¨²ltimos momentos, lo que menos necesitamos es aumentar la zozobra que nos provoca el adi¨®s.
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