?Debemos seguir empleando el concepto de raza?
Un grupo de investigadores considera que el t¨¦rmino "raza" es confuso desde el punto de vista cient¨ªfico y puede ser incluso nocivo
Los humanos tenemos la tendencia a clasificar a nuestros cong¨¦neres seg¨²n su raza integrada en nuestra biolog¨ªa. El m¨¦dico griego Hip¨®crates clasificaba hace 2.500 a los hombres de piel oscura como cobardes y a los que la ten¨ªan clara como valientes. Los chinos a su vez consideraban repulsivos a los europeos, igual que los hind¨²es, que los ve¨ªan como faltos de los valores m¨¢s b¨¢sicos. M¨¢s recientemente, experimentos como el que recordaba recientemente en este peri¨®dico el neur¨®logo Facundo Manes han mostrado que ese impulso parece inscrito en nuestra biolog¨ªa. ¡°Nosotros en Chile hicimos un experimento con chilenos mapuches y no mapuches, poni¨¦ndoles electrodos y mostr¨¢ndoles fotos de ambos grupos sociales¡±, contaba Manes. ¡°En cuesti¨®n de milisegundos el cerebro se da cuenta de si la foto pertenece a su etnia o no y si pertenece lo asocia con algo positivo, y si no, con algo negativo¡±.
Sin embargo, cuando se trata de definir qu¨¦ distingue a las personas de distintas razas con criterios cient¨ªficos, las cosas se complican. El genetista estadounidense Alan Templeton ha argumentado que entre los humanos no existe una diferencia gen¨¦tica bien definida entre razas como sucede, por ejemplo, con los chimpanc¨¦s, los animales m¨¢s pr¨®ximos a los humanos. En estos simios, la diferencia gen¨¦tica entre poblaciones es siete veces mayor que la que existe entre humanos que viven en distintas partes del globo. La separaci¨®n entre distintas poblaciones humanas, muy progresiva y relativamente peque?a, no servir¨ªa para considerar razas diferentes a otros animales.
Los humanos han experimentado adaptaciones recientes, como la de los pueblos andinos a la altura
Esta semana, en un art¨ªculo publicado en la revista Science, cuatro investigadores argumentan que se debe superar el concepto de raza como herramienta para entender la diversidad gen¨¦tica humana. ¡°Creemos que el uso del concepto biol¨®gico de raza en la investigaci¨®n gen¨¦tica humana, tan disputado y confuso, es problem¨¢tico en el mejor de los casos y nocivo en el peor. Es hora de que los bi¨®logos encuentren una manera mejor¡±, se?alan.
En el pasado ya hubo cient¨ªficos que cuestionaron algunas asunciones muy asentadas sobre las diferencias entre razas. El soci¨®logo estadounidense W.E.B. Du Bois comenz¨® a defender hace un siglo que las distinciones entre la salud de los negros y la de los blancos en EE UU no ten¨ªan su origen en diferencias biol¨®gicas sino sociales y que esas diferencias tampoco pod¨ªan emplearse para explicar distinciones que ten¨ªan su base en la cultura.
En la actualidad, las ideas de Hip¨®crates o los cient¨ªficos del siglo XIX que consideraban a los negros una raza inferior, est¨¢n completamente superadas, pero la discusi¨®n sobre el concepto contin¨²a generando debate. Algunos cient¨ªficos han argumentado que la raza y la etnia son factores que se deben considerar en la investigaci¨®n biom¨¦dica y los tratamientos m¨¦dicos. Otros, sin embargo, consideran que esto no es as¨ª. Los propios autores del art¨ªculo de Science mencionan algunos casos en los que emplear la raza para clasificar a los pacientes puede empeorar su cuidado. En una especie promiscua como Homo sapiens ¡°las asunciones raciales no son una gu¨ªa biol¨®gica como algunos creen, ya que los grupos raciales tal y como se definen habitualmente son heterog¨¦neos gen¨¦ticamente y no tienen fronteras bien definidas¡±, afirman. Como ejemplo de los problemas de emplear la raza como gu¨ªa mencionan que, por ejemplo, muchos diagn¨®sticos de fibrosis qu¨ªstica en personas de origen africano se obvian porque se la considera una enfermedad de blancos.
¡°Lo que est¨¢ obsoleto es el concepto cl¨¢sico de raza. Siempre la hemos visto como una mezcla entre algo cultural y algo gen¨¦tico que ven¨ªa representado por el color de la piel¡±, opina Salvador Macip, director del laboratorio para la investigaci¨®n de los mecanismos del c¨¢ncer y el envejecimiento de la Universidad de Leicester. ¡°Sin embargo, la gen¨¦tica s¨ª que apoya la idea de que los humanos estamos divididos en subgrupos¡±, a?ade. Aunque Macip se?ala que estas subdivisiones gen¨¦ticas no suelen coincidir con las humanas. ¡°En la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, los habitantes de la costa este son gen¨¦ticamente m¨¢s parecidos a los italianos que a la gente de la meseta¡±, apunta.
Algunas enfermedades como la fibrosis qu¨ªstica se asocian a la raza blanca y no siempre es as¨ª
Que la raza sea un t¨¦rmino confuso desde el punto de vista cient¨ªfico, no significa que los an¨¢lisis de ADN no puedan decir nada sobre nuestra procedencia. Como recordaba un art¨ªculo de la revista Pacific Standard, un grupo de cient¨ªficos fue capaz de determinar correctamente el pa¨ªs de origen del 83% de las personas analizadas. Adem¨¢s, tratando de afinar m¨¢s, estudiaron a 200 habitantes de la isla de Cerde?a. En un 25% de los casos acertaron su poblaci¨®n de procedencia y casi todos los dem¨¢s a una distancia m¨¢xima de 50 kil¨®metros de sus pueblos. Por otra parte, tambi¨¦n hay ejemplos claros de adaptaciones recientes de algunas poblaciones de sapiens, como sucede con la fisiolog¨ªa de los humanos que viven en los Andes o en el Tibet, mejor adaptados a respirar el aire escaso de ox¨ªgeno de la alta monta?a.
Otros resultados de los an¨¢lisis gen¨¦ticos, no obstante, muestran la compleja relaci¨®n entre raza y gen¨¦tica. Cuando en 2009 se compar¨® el genoma del cient¨ªfico coreano Seong-Jin Kim con el de los americanos James Watson y Craig Venter, result¨® que los dos cient¨ªficos blancos compart¨ªan menos variaciones gen¨¦ticas entre s¨ª de las que compart¨ªan con el asi¨¢tico.
En la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, los habitantes de la costa este son gen¨¦ticamente m¨¢s parecidos a los italianos que a la gente de la meseta
Macip considera que el t¨¦rmino raza tiene muchas connotaciones hist¨®ricas negativas que lo hacen poco ¨²til. ¡°Da miedo explorar diferencias entre razas porque se puede alimentar el racismo, aunque no ha habido ning¨²n estudio que haya encontrado diferencias de inteligencia entre razas o subespecies¡±, comenta. ¡°Tambi¨¦n es verdad que no se buscan esas diferencias intelectuales por ese mismo miedo¡±, a?ade, aunque considera que con la inteligencia la base es mucho m¨¢s cultural que f¨ªsica. Los autores del art¨ªculo de Science, que comentan la posibilidad de utilizar t¨¦rminos como poblaciones o linajes, piden la creaci¨®n de un panel de expertos en biolog¨ªa, ciencias sociales y humanidades para encontrar nuevos t¨¦rminos con los que clasificar la diversidad biol¨®gica humana. ¡°Independientemente de la opini¨®n de cada uno sobre este asunto, tenemos la oportunidad de fortalecer la investigaci¨®n y pensar con m¨¢s cuidado sobre la diversidad gen¨¦tica humana¡±, concluyen.
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