Ciudades verdes, gente m¨¢s sana

Durante decenas de miles de a?os, la Humanidad ha vivido en los bosques y sabanas, de manera que nuestros cuerpos y mentes pueden que est¨¦n m¨¢s adaptados a vivir con la naturaleza. En el mundo actual, el contacto que las personas tienen con la naturaleza es limitado, en gran parte debido a la r¨¢pida y continua urbanizaci¨®n que estamos propiciando. Generalmente, vivir en las ciudades conlleva a un menor acceso y contacto con el espacio verde. El cambio a la vida de la ciudad es un reto y se ha demostrado repetidamente que conduce a una epidemia de enfermedad. Numerosos estudios han probado que las condiciones y estilos de vida asociados a la falta de espacios verdes, como la delincuencia y la violencia, la diabetes, la falta de actividad f¨ªsica, los problemas de salud mental, la obesidad y las muertes prematuras se agravan en las zonas urbanas actuales.

La cantidad de espacio verde disponible para las personas en las ciudades var¨ªa considerablemente de unas ciudades a otras desde, por ejemplo, los apenas 1,9 m² por persona en Buenos Aires, hasta los 52 m² por persona de la ciudad brasile?a de Curitiba. En cualquier caso, los espacios verdes est¨¢n muy limitados en demasiadas ciudades, algo que acostumbra a ser motivo de queja. Con los a?os hemos ido creando numerosas megaciudades grises con abundantes edificios de altura y pocos espacios verdes. Sin embargo, la gente valora los espacios verdes simplemente por el placer de estar en un parque o en contacto con la naturaleza y est¨¢ cada vez m¨¢s dispuesta a pagar por ello. Un estudio reciente hall¨® que los precios de la vivienda en Portland, Oreg¨®n, fueron en promedio 8.870 d¨®lares m¨¢s elevados si hab¨ªa ¨¢rboles en las calles, casos en los que, adem¨¢s, las casas se vend¨ªan 1,7 d¨ªas m¨¢s r¨¢pido. Recientemente, un peque?o jard¨ªn de apenas 14 m2 en Londres se vendi¨® por 1,64 millones de euros.

M¨¢s all¨¢ de la est¨¦tica de los paisajes naturales, los espacios verdes en las ciudades ayudan a reducir la contaminaci¨®n del aire y los niveles de temperatura y ruido; tres exposiciones ambientales asociadas con diversos resultados adversos para la salud. Los parques tienden a hacer aumentar los niveles de actividad f¨ªsica de los ciudadanos que viven cerca de ellos, aunque esto depende de la calidad de los propios parques y de cuestiones relacionadas con la seguridad y la limpieza. El espacio verde tambi¨¦n puede contribuir a aumentar el n¨²mero de contactos sociales que tiene la gente y puede promover a¨²n m¨¢s la cohesi¨®n social en las ciudades. Sin embargo, probablemente la evidencia m¨¢s consistente sugiere una reducci¨®n en el estr¨¦s y en la mejora de la fatiga mental en las personas, efectos que se pueden observar minutos despu¨¦s del contacto con el espacio verde o simplemente viendo dicho espacio.

Ciertas culturas parecen reconocer estos beneficios y utilizan mejor que otras estas oportunidades de contacto. Para aliviar el estr¨¦s, los japoneses han desarrollado una pr¨¢ctica llamada Shinrin Yoku o terapia del bosque, que consiste en visitar un bosque para relajarse y recrearse, mientras se inhalan las sustancias vol¨¢tiles que desprenden los ¨¢rboles. Un estudio reciente encontr¨® que despu¨¦s de una caminata en la naturaleza las personas demostraron una reducci¨®n de la perfusi¨®n sangu¨ªnea en la corteza prefrontal subgenual, en comparaci¨®n con un paseo en una zona urbana. Esta reducci¨®n se asocia con la mejora de los s¨ªntomas en las personas con depresi¨®n y de la regulaci¨®n de los niveles de cortisol, relacionada con la reducci¨®n del estr¨¦s.

Una reducci¨®n del estr¨¦s y una mejora de la fatiga mental derivan hacia una mejor salud mental. Un estudio reciente en Catalu?a mostr¨® que un mayor contacto con el espacio verde se relacionaba con una reducci¨®n del 20% en la percepci¨®n de una salud mental deficiente, depresi¨®n y/o ansiedad y la ingesta de tranquilizantes/sedantes, antidepresivos y medicamentos para dormir.

A trav¨¦s del contacto con los espacios verdes no solo se puede mejorar la salud mental, sino tambi¨¦n la funci¨®n cognitiva. Un estudio reciente liderado por el CREAL, centro aliado de ISGlobal, encontr¨® que el desarrollo de la memoria de trabajo y la memoria de trabajo superior de los escolares (7-10 a?os) mejor¨® en un 6% en los ni?os de las escuelas con mayor verdor en los alrededores en comparaci¨®n con los de las escuelas con el menor verdor circundante. Otro estudio encontr¨® que los ni?os lo hicieron mejor en los ex¨¢menes cuando ten¨ªan una visi¨®n de espacios verdes desde la ventana.

Otros estudios m¨¢s recientes sugieren que el contacto con la biodiversidad presente t¨ªpicamente en ¨¢reas verdes puede mejorar nuestro microbioma y, por lo tanto, reducir las enfermedades inmunol¨®gicas, tales como alergias y asma. El espacio verde tambi¨¦n puede liberar bajas concentraciones de mezclas de compuestos naturales y de toxinas y conferir beneficios para la salud mediante la inhibici¨®n de las actividades de los sistemas de se?alizaci¨®n de c¨¦lulas interconectadas implicadas en muchos procesos patol¨®gicos, como diversos tipos de c¨¢ncer, diabetes, inflamaci¨®n, inmunosupresi¨®n y enfermedades neurodegenerativas.

Debido a todas las consideraciones anteriores y a otros aspectos pol¨ªticos, muchas ciudades han comenzado a tomarse m¨¢s en serio la cuesti¨®n de los espacios verdes. Barcelona, donde actualmente hay poco espacio verde, tiene planes para aumentar el n¨²mero de parques y plantar ¨¢rboles a lo largo de las calles m¨¢s transitadas de la ciudad. La plaza de las Glorias, una gran rotonda en uno de los puntos de entrada m¨¢s importantes en la ciudad, est¨¢ siendo reemplazada por un gran parque, mientras que las v¨ªas actuales se soterrar¨¢n.

Reducir los espacios viales o sustituirlos con ¨¢rboles y parques tiene grandes beneficios, ya que restringe el n¨²mero de coches que llegan a la ciudad y, por lo tanto, se reduce la contaminaci¨®n del aire y los niveles de ruido y las millones de muertes prematuras anuales asociados con ellos. Adem¨¢s, permite aumentar los niveles de actividad f¨ªsica y, con ello, ayudar a cambiar las rutinas diarias y los patrones de desplazamiento diarios. La falta de actividad f¨ªsica es un problema, ya que causa millones de muertes prematuras cada a?o. Por ¨²ltimo, reverdecer las escuelas dar¨¢ lugar a la mejora en el rendimiento acad¨¦mico de los ni?os y proporcionar¨¢ generaciones futuras con una mayor ventaja competitiva.

Reverdecer las ciudades es, sin duda, una pol¨ªtica altamente beneficiosa, que puede contribuir en gran medida a mejorar y a aumentar su atractivo, competitividad y progreso social. Estos factores pueden contribuir a mejorar la econom¨ªa y a proporcionar oportunidades m¨¢s sostenibles para el crecimiento. Por tanto, parece justo que las ciudades inviertan m¨¢s en infraestructuras verdes.

Mark Nieuwenhuijsen lidera el mayor estudio financiado por la Comisi¨®n Europea sobre el espacio verde y de la salud, PHENOTYPE, y es director del grupo de Contaminaci¨®n del Aire y Medio Urbano en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y su centro aliado, CREAL.

Haneen Khreis, investigador predoctoral en el Instituto de Estudios del Transporte, lleva a cabo una investigaci¨®n sobre los espacios verdes y el transporte.