Se esfuman las esperanzas de paz en Sursud¨¢n
![Lejos quedan las fiesta de la independencia y la unidad de Sursud¨¢n / Foto pol¨ªtico.eu](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NHFXKCPL7V3SHKXJ4U7563E23U.jpg?auth=37e7d4943c33fd3a328d6ddf612b39663a953f20f4739f4ffd61172154421a4e&width=414)
El presidente de Sursud¨¢n, Salva Kirr, comenz¨® el a?o pidiendo perd¨®n a los ciudadanos de su pa¨ªs por los sufrimientos padecidos durante la guerra civil que se ha prolongado por algo m¨¢s de dos a?os. Al mismo tiempo, anunci¨® la formaci¨®n de un gobierno de transici¨®n de unidad nacional en el que estar¨ªan presentes los rebeldes fieles al Riek Machar y otros grupos pol¨ªticos de la oposici¨®n. Ahora todo esto salta por los aires; y parece que se debe un plan bien orquestado por Kirr que solo est¨¢ interesado en el poder sin preocuparle para nada la paz en su pa¨ªs.
El 8 de enero, Festus Mogae, ex presidente de Botsuana, y l¨ªder de la Comisi¨®n conjunta de seguimiento y evaluaci¨®n (JMEC), el organismo establecido por la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo de ?frica oriental (IGAD) para supervisar la implementaci¨®n del acuerdo de paz en Sursud¨¢n, anunciaba la composici¨®n del nuevo gobierno, en el que Machar recuperaba su posici¨®n de vice presidente de la que fue destituido en julio de 2013. Del mismo modo, 50 diputados nombrados por los rebeldes eran admitidos en el parlamento nacional.
Solo faltaba por conocer los nombres de los 10 ministros que le correspond¨ªan al Sudan People¡¯s Liberation Movente in Opposition (SLPLM/IO), como se hacen llamar los rebeldes, y conocer la fecha en la que Machar llegar¨ªa a la capital, Juba, para tomar posesi¨®n de su cargo. El JMEC hab¨ªa se?alado como fecha l¨ªmite para la formaci¨®n del nuevo gobierno de transici¨®n el s¨¢bado 23 de enero.
Sin embargo, el domingo 24 de enero se conoc¨ªa que los rebeldes se negaban a mandar el nombre de los ministros y, adem¨¢s, acusaban a Kirr de establecer unilateralmente 28 nuevos estados, en lugar de los 10 existentes hasta el momento, reserv¨¢ndose el derecho a nombrar a sus gobernadores, lo que, seg¨²n ellos, viola el tratado de paz firmados en Addis Abeba en agosto de 2015 entre las dos partes.
Festus Mogae ya hab¨ªa advertido al gobierno de Juba de que el redise?o de los estados que forman el pa¨ªs podr¨ªa poner en peligro los acuerdos alcanzados con tanto esfuerzo diplom¨¢tico, entre ellos las amenazas de sanciones y embargos por parte del presidente estadounidense Barack Obama,
Seg¨²n VOA, el portavoz del presidente Kirr, Ateny Wek Ateny, exculpa al gobierno de Juba, al mismo tiempo que afirma que Kirr no echar¨¢ marcha atr¨¢s en la creaci¨®n de los 28 estados porque tiene el respaldo de la mayor¨ªa del pueblo sursudan¨¦s.
El tema de los nuevos estados no es un asunto que carezca de relevancia ya que las nuevas fronteras regionales aseguran el control por parte de los dinkas de las zonas m¨¢s estrat¨¦gicas del pa¨ªs. A esta tribu pertenece el presidente Kirr, mientras que Machar es nuer, el segundo grupo ¨¦tnico en Sursud¨¢n. Por eso el SLPLM/IO acusa al gobierno de Juba de mala fe y de no ser serio cuando habla de paz para el pa¨ªs.
Todo indica que la guerra en Sursud¨¢n, que desde que comenz¨® en diciembre de 2013 ha causado miles de muertos, ha obligado a m¨¢s de 2.3 millones de individuos a abandonar sus hogares, sobre todo de los estados donde se concentra el petr¨®leo de Sursud¨¢n: Unity, Upper Nile y Jonglei, ha provocado que unos 4.6 millones de personas necesiten de ayuda humanitaria urgente para poder sobrevivir y ha arruinado la econom¨ªa, est¨¢ a punto de reanudarse. Pero est¨¢ vez no ser¨¢ solo una lucha entre el ej¨¦rcito leal a Kirr y los rebeldes fieles a Machar.
Foreign Policy apunta a que la vuelta del conflicto provocara la aparici¨®n de nuevos actores. Se?ala el ejemplo de la tribu shilluk, heredera de un antiguo reino, con una organizaci¨®n muy jer¨¢rquica y tercer grupo ¨¦tnico en el estado rico en petr¨®leo de Upper Nile. Los shilluk son leales a ellos mismo y a su tierra antes que a ninguna entidad pol¨ªtica. Son conscientes de que las ricas tierras inund¨¢bles del Nilo han hecho por ellos m¨¢s que cualquier gobierno.
Durante la pasada guerra civil, el pueblo shilluk ha intentado mantener el equilibrio entre los dos grupos. Aunque por m¨¢s de un a?o su principal milicia, conocida como los agwelek, apoyaron al gobierno de Juba, en abril de 2015, cuando Kirr anunci¨® por primera vez su plan de dividir el pa¨ªs en 28 estados, los l¨ªderes de este pueblo vieron las nuevas fronteras administrativas como una excusa para mermar el control de su territorio. Como consecuencia, el principal general de los agwelek, John Uliny, decidi¨® cambiar de bando y aliarse con Machar. Quedaba claro, que los l¨ªderes shilluk no ten¨ªan aspiraciones pol¨ªticas sino que su ¨²nica intenci¨®n era defender su tierra.
Los agwelek no tienen gran entrenamiento militar pero si armas, la mayor¨ªa suministradas en un primer momento por el gobierno de Juba; sin embargo, en los ¨²ltimos meses han demostrado su determinaci¨®n a la hora de defender su territorio. A finales de octubre de 2015 secuestraron tres barcazas de Naciones Unidas en el r¨ªo Nilo y un n¨²mero desconocido de soldados de la fuerza de paz, adem¨¢s de 55.000 litros de combustible. M¨¢s tarde los efectivos de la ONU fueron puestos en libertad.
Los Shilluk amenazan con desestabilizar el noreste del pa¨ªs, que contiene importantes campos petrol¨ªferos, si no obtienen la autonom¨ªa que demandan. Consciente de este hecho, el gobierno de Juba ha estacionado tropas y helic¨®pteros alrededor de los campos petrol¨ªferos de Paloich, en Upper Nile.
Adem¨¢s de los agwelek, al inicio de enero, j¨®venes armados pertenecientes a la tribu munda bloquearon la comunicaci¨®n entre Juba y Bahr el-Ghazal, en el noroeste del pa¨ªs, para protestar por la divisi¨®n del estado de Equatoria central.
Por su parte comunidades en Aweil West County, en Bahr el-Ghazal, protestan contra su integraci¨®n en el nuevo estado de Lol.
Fuentes de la Misi¨®n de la Naciones Unidas en Sursud¨¢n (UNIMISS) afirman que hay muchos otros grupos ¨¦tnicos y milicias preparados para luchar contra el gobierno si no se retira el plan de dividir el pa¨ªs en 28 estados.
Por su parte, en las ¨²ltimas semanas, ACNUR ha constatado un gran aumento en el n¨²mero de refugiados sursudaneses que cruzan la frontera con Uganda huyendo de conflictos que tienen lugar en puntos que hasta el momento se hab¨ªan mantenido relativamente seguros, como la capital Juba, o estados del sur.
Foreign Policy tambi¨¦n advierte que es posible que grupos pertenecientes a una misma etnia, especialmente nuers, algunos de ellos aliados en su lucha contra o a favor de Kirr, tambi¨¦n empiecen a luchar entre ellos mismos para tomar ventaja de las nuevas divisiones. As¨ª el conflicto se convertir¨ªa en uno al interno de cada una de las tribus, lo que beneficiar¨ªa a los dinkas que son fieles aliados del actual gobierno de Juba.
Parece que Kirr tiene muy claro lo que pretende con esta divisi¨®n del pa¨ªs: enfrentar a sus enemigos entre s¨ª, especialmente a los nuer. El presidente ha ofrecido mejores tierras a los grupos de esta tribu que le ha sido fieles durante la contienda, frente a la mayor¨ªa que apoy¨® a Machar. Ahora, parece que todo est¨¢ dispuesto para que las distintas comunidades de esta etnia luchen entre ellas por conseguir mayor poder. Un ejemplo cl¨¢sico de la m¨¢xima cl¨¢sica ¡°divide y vencer¨¢s¡±.
Todo esto demuestra que a Salva Kirr no le interesa nada la paz, ni el sufrimiento de su pueblo, solo el control del pa¨ªs y el poder que ello le da, por eso est¨¢ desaprovechando la oportunidad que se le ofrec¨ªa para terminar con el conflicto.
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