Siete series perfectas para NO aprender ingl¨¦s

La oferta de series de calidad no termina en HBO ni en Netflix. Ni siquiera tiene por qu¨¦ hablar ingl¨¦s. Por las cuatro esquinas del globo hay productoras que se han puesto las pilas para, en su propio idioma, competir en originalidad e ingenio con las grandes cadenas estadounidenses. Y a veces se les da tan bien que estas acaban comprando los derechos para adaptarlas, casi plano por plano, a la lengua de Shakespeare. Si eres m¨¢s de la Torre de Babel que de la colonizaci¨®n cultural anglosajona y no temas a los subt¨ªtulos, estas son las mejores opciones.

La pol¨ªtica es pol¨ªtica. Da lo mismo que se desarrolle en la Casa Blanca, en La Moncloa (si es que hay alguien ah¨ª) o en Dinamarca. Es justo aqu¨ª, en el lugar donde Hamlet olfateaba cierto aroma a podrido, donde se desarrolla esta serie centrada en Birgitte Nyborg (interpretada por Sidse Babett Knudsen), la lideresa de un partido centrista que, tras un juego de alianzas y carambolas postelectorales, acaba siendo nombrada jefa de Gobierno, a pesar de haber quedado tercera en las elecciones (?les suena?). A lo largo de tres temporadas, en perfecto dan¨¦s y disponibles en plataformas como Yomvi, Nyborg lucha contra una realidad que pone en entredicho sus principios, se pega con los periodistas (incluso, con los que trabajan en su departamento de comunicaci¨®n) y se estampa contra la imposibilidad de mantener una vida familiar y sentimental normal. No tiene el cinismo de House or cards, pero ofrece una visi¨®n del poder tan realista como, desgraciadamente, universal.

Si los franceses siempre le han parecido raros, los protagonistas de esta serie paranormal no le har¨¢n cambiar de opini¨®n. Viven todos en un pueblo sin nombre de los Alpes marcado primero por la tragedia provocada por la ruptura de una presa y despu¨¦s por un accidente de autob¨²s que seg¨® la vida de parte de los ni?os de la localidad. Como no hay dos sin tres y las desgracias nunca vienen solas, los vecinos se enfrentan de un d¨ªa para otro a un nuevo trauma. Los muertos vuelven inexplicablemente a la vida, dispuestos en principio a continuar con su vida all¨ª donde la dejaron. Tras una primera temporada magistral en 2012, en 2015 se emiti¨® una segunda, algo m¨¢s irregular. Ambas est¨¢n disponibles en Yomvi.

Los alemanes sienten cierta nostalgia por la m¨²sica de los ochenta, pero no tanto por la situaci¨®n pol¨ªtica que atraves¨® el pa¨ªs (los dos) en aquella d¨¦cada. A ritmo de ¨¦xitos como 99 luftballons, de Nena; Mad world, de Tear for Frears, o Boys don¡¯t cry, de The Cure, esta miniserie, que puede verse en Yomvi y Movistar +, arrastra a un joven alem¨¢n oriental, Martin Rauch (Jonas Nay), hasta el Berl¨ªn occidental para convertirse en esp¨ªa y asesino a sueldo de los bur¨®cratas sovi¨¦ticos. Su misi¨®n: calentar la Guerra Fr¨ªa, a pesar de que al bueno de Martin se le da mucho mejor calentar las camas de las liberadas chicas occidentales. Paranoia, situaciones l¨ªmites y mucho pop en s¨®lo ocho episodios que nos descubren los ¨²ltimos a?os de las dos Alemanias como nunca antes nos los hab¨ªan contado.

Es un hecho: todo lo que a estas alturas puede pasar en el impredecible panorama pol¨ªtico espa?ol ya ha pasado antes en Italia. Y a veces multiplicado por cinco. Para muestra, el llamado ¡®esc¨¢ndalo Tangent¨®polis¡¯ que, en el a?o que da t¨ªtulo a esta serie, sac¨® a la superficie una trama corrupta con todos los ingredientes que enriquecen hoy las portadas de la prensa nacional: fraude fiscal, financiaci¨®n ilegal de partidos y malversaci¨®n de fondos p¨²blicos. La cosa se puso tan fea que, sin ¨¢nimo de hacer ning¨²n spoiler, hasta el primer ministro Bettino Craxi tuvo que huir del pa¨ªs. Disponible en Yomvi, 1992 mezcla personajes reales, como el fiscal DiPietro o el juez Falcone, con los protagonistas ficticios para recrear unos tiempos pasados que tampoco puede decirse que fueran mejores.

Perteneciente a ese estilo de comedia que provoca por igual risas e incomodidad (como El show de Larry David o The office), esta producci¨®n argentina, cuyas dos temporadas est¨¢n disponibles en Youtube, se regodea con bastante mala leche en la carrera de Juan Perugia (Gast¨®n Pauls). En su infancia, fue toda una estrella gracias a su participaci¨®n en un culebr¨®n juvenil, pero ya adulto y tras un largo par¨®n en su carrera, no consigue reengancharse en el mundo del espect¨¢culo. Juan se adelant¨® dos a?os a ?Qu¨¦ fue de Jorge Sanz? y tres a la serie m¨¢s mostrenca de Ricky Gervais, Life¡¯s too short. Si eso no les parece un gran m¨¦rito¡­

La Guerra de los Ducados nada tuvo que ver con el tabaco, pero este conflicto que enfrent¨® en el siglo XIX a Dinamarca y la Confederaci¨®n Germ¨¢nica (Prusia y Austria) mat¨® a m¨¢s de 6.000 daneses. Si la m¨ªtica Norte y sur recreaba la Guerra Civil estadounidense a trav¨¦s de dos amigos, esta coproducci¨®n suecodanesa se centra en dos hermanos para reconstruir esta carnicer¨ªa entre n¨®rdicos y alemanes.?Peter y Laust son dos humildes granjeros que tienen que salir de una aldea donde todos est¨¢n obligados a bailar al son que marca el rico del pueblo para marcar el paso de la oca hacia el frente, una m¨¢quina de hacer picadillo con los soldados. Rodada como si se tratara de una pel¨ªcula en ocho partes, 1864 es cruel, realista y muy buena. Puede verse en Yomvi.

Los paisajes del norte de Francia se han convertido en escenario favorito de sus paisanos, pero esta serie poco m¨¢s tiene que ver con la comedia Bienvenidos al norte. Aqu¨ª la apacible vida en el campo se ve sacudida, al estilo David Lynch (creador de Twin peaks), por el descubrimiento en un b¨²nker de la II Guerra Mundial del cad¨¢ver de una vaca que guarda en su interior una cabeza humana. La investigaci¨®n, a cargo de dos polic¨ªas de pueblo muy poco ortodoxos, arrastra esta miniserie de cuatro episodios producida por el canal Arte hacia un universo surrealista y de un humor negr¨ªsimo.