Generaci¨®n sin fronteras
Para escapar al paro, muchos j¨®venes se convierten en n¨®madas emprendedores
El proceso de integraci¨®n planetaria que hace sesenta a?os comenzamos a llamar globalizaci¨®n no se inici¨® cuando lo bautizamos. Su historia es la de la propia humanidad. Los seres humanos se trasladan del punto A al punto B cuando no est¨¢n contentos con c¨®mo les van las cosas. Siempre ha sido as¨ª. A finales de 2005, el columnista del The New York Times Roger Cohen vino a Par¨ªs para escribir un art¨ªculo sobre la atm¨®sfera en las banlieues, un mes despu¨¦s de los disturbios que hab¨ªan conmocionado a Francia y al mundo. As¨ª es como conoci¨® a Rachid Ech¡¯ Chetouani, un joven emprendedor franc¨¦s de origen marroqu¨ª que hab¨ªa creado una empresa para importar chips de memoria desde China. El Herald Tribune del 14 de diciembre dej¨® constancia del encuentro.
El art¨ªculo, titulado Un joven musulm¨¢n franc¨¦s encuentra el feng sui en Cant¨®n, captaba el fen¨®meno de la migraci¨®n como forma de emancipaci¨®n; se ha convertido en un proceso multidireccional. Durante la ¨¦poca contempor¨¢nea, la migraci¨®n ha sido algo mayormente unilateral, que permite a la gente de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo acceder a una vida mejor si se desplaza hacia el oeste o hacia el norte. Sin embargo, para Rachid, que hab¨ªa pasado toda la vida en Francia, donde le hab¨ªan llamado extranjero, ¡°¨¢rabe¡±, musulm¨¢n o mat¨®n, la hora de la liberaci¨®n son¨® cuando se desplaz¨® hacia Oriente, en direcci¨®n a un pa¨ªs que en ese momento todav¨ªa se calificaba de ¡°emergente¡±. Por primera vez se vio rodeado de gente que, apenas interesada en los pormenores de sus or¨ªgenes, se aten¨ªa a lo esencial: al hablar franc¨¦s y ser de Francia, para ellos era¡ franc¨¦s.
La historia de Rachid es la de un n¨²mero creciente de inmigrantes de primera y segunda generaci¨®n que est¨¢n cansados de que en el pa¨ªs de adopci¨®n de sus padres los traten como a gente sin futuro. Esta situaci¨®n no solo la sufren los hijos e hijas de los migrantes. Si tienes talento, pero te dedicas a la peluquer¨ªa en Leeds, Grenoble o Bremen, o trabajas en Detroit d¨¢ndole la vuelta a una miserable hamburguesa por ocho d¨®lares la hora, no hace falta ser muy atrevido para saber cu¨¢l va a ser tu trayectoria profesional si te quedas donde est¨¢s. Pero si est¨¢s dispuesto a llevar esos talentos a Abu Dabi, Shenzhen o Yakarta, donde las hamburgueser¨ªas modernillas y las peluquer¨ªas para h¨ªpsters todav¨ªa escasean, hay posibilidades de que en poco tiempo no solo regentes un establecimiento sino varios¡
La crisis de los refugiados en Europa est¨¢ poniendo en peligro la estructura del proyecto europeo. Esta crisis y la incapacidad del continente para absorber a un n¨²mero relativamente escaso de refugiados tienen que ver con la falta de voluntad que ha mostrado la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos cuando se trata de acoger a una cantidad equitativa de refugiados, algo que a su vez surge de la incapacidad de Europa para suscitar entre sus poblaciones una identidad y una solidaridad que puedan unirlos. El hecho de que durante a?os Europa no haya logrado fomentar la emigraci¨®n dentro de sus fronteras est¨¢ obstaculizando su capacidad para acoger a migrantes externos.
A medida que se va desarrollando la cuarta revoluci¨®n industrial, cuando la rob¨®tica y la inteligencia artificial cuestionan nuestra capacidad para afrontar el desempleo masivo, va surgiendo un consenso que indica que debemos convertir a las masas de asalariados en emprendedores que busquen su propio trabajo. Por naturaleza, los migrantes son aventureros, esforzados, emprendedores e innovadores.
En todo el mundo, los j¨®venes, m¨¢s afectados que sus mayores por la crisis, se identifican unos con otros m¨¢s que nunca en la historia. Son la generaci¨®n de La guerra de las galaxias: del mismo modo que en Endor o Coruscant a nadie le importa tu origen, para estos j¨®venes basta con saber que eres del planeta Tierra. Como las historias de la emigraci¨®n y de la globalizaci¨®n est¨¢n inextricablemente unidas, esos j¨®venes son aliados de los emigrantes. Para muchos j¨®venes actuales, la mejor forma de escapar al desempleo y la inercia radica en entregarse al nuevo nomadismo del siglo XXI. Y tambi¨¦n para convertirse en los emprendedores, innovadores y ciudadanos del mundo que necesita nuestra ¨¦poca.
Jos¨¦ Ramos Horta, premio Nobel de la Paz y expresidente de Timor Oriental, es presidente del laboratorio de ideas Youthonomics; F¨¦lix Marquardt es director ejecutivo de ese centro y consejero delegado de mYgration.com; Tony Fernandes es fundador y consejero delegado de Air Asia.
Traducci¨®n de Jes¨²s Cu¨¦llar Menezo
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