Falta de voluntad

Podemos exige un refer¨¦ndum sobre el derecho a decidir en Catalu?a y un elevado incremento del gasto p¨²blico si el PSOE quiere contar con su apoyo, adem¨¢s de fuertes requerimientos en cuanto a la estructura de poder que quiere controlar en un Ejecutivo de coalici¨®n. Es evidente que el partido de Pablo Iglesias conmina a los socialistas no para facilitar la constituci¨®n de un Gobierno, sino para mantener intacta la moral de sus seguidores, en la perspectiva de una repetici¨®n de elecciones que ser¨¢ dif¨ªcil de evitar si nadie cede en sus intransigencias.

Sin que sea ileg¨ªtimo convertir el tiempo de la investidura en una campa?a electoral bis, tampoco hay que enga?ar a nadie haci¨¦ndole creer que pretende facilitar la gobernabilidad. Los dirigentes de Podemos tendr¨ªan que explicar de donde van a sacar 24.000 millones m¨¢s cada a?o de legislatura para destinarlos a incrementar el gasto p¨²blico, sin que basten las apelaciones al combate contra el fraude fiscal y a la mayor carga tributaria que impondr¨ªan. Muy poco cre¨ªble, sobre todo sin aclarar c¨®mo piensan negociar con la Comisi¨®n Europea. ?O se trata de romper con las instituciones de la UE?

Por lo tanto, a poco m¨¢s de dos semanas de la fecha fijada para el debate y votaci¨®n de la investidura de Pedro S¨¢nchez, el acuerdo con Podemos se complica mucho. El aspirante solo podr¨¢ salir airoso del envite si el Partido Popular o Podemos aceptan abstenerse, dado que el voto en contra de ambos tumbar¨ªa su candidatura, v¨ªctima de una pinza sobre el PSOE.

Si S¨¢nchez fracasa, es posible que Mariano Rajoy crea llegada su oportunidad. Pero resulta casi imposible que alguna otra fuerza acepte apoyarle a la vista de la corrupci¨®n en que numerosas personas del PP han ca¨ªdo bajo su largo mandato al frente del partido. Probablemente, solo la presentaci¨®n de otro candidato, en el marco de una operaci¨®n regeneracionista, podr¨ªa devolver al centroderecha una posibilidad s¨®lida de volver a gobernar en Espa?a.

Mientras se multiplican los peque?os c¨¢lculos tacticistas, los espa?oles necesitan soluciones inmediatas y en positivo. Sobre el planeta se cierne una inestabilidad econ¨®mica que la UE puede pagar muy cara. Aun en el caso de que la pr¨®xima recesi¨®n no sea tan fuerte como la crisis de los a?os 2008-2013, esta vez los presupuestos p¨²blicos tienen menos fuelle y las deudas han crecido mucho en Europa. Dedicarse a hacer campa?a durante meses y meses, sin perspectivas de cambio sustancial de resultados y con un Gobierno interino, es una ceguera que los pol¨ªticos responsables no deben permitirse.