En estos supermercados podr¨¢s escuchar m¨²sica sin desesperarte
Todos conocemos los hilos musicales de las grandes superficies. Un cementerio de grandes ¨¦xitos de hace veinte a?os. Pero todav¨ªa hay esperanza para hacer al compra
Un d¨ªa cualquiera, entre semana, a eso de las 11:00 salgo de casa con una misi¨®n clara: averiguar en qu¨¦ supermercado ponen el mejor music¨®n. S¨¦ que no va a ser f¨¢cil ni, posiblemente, agradable. Todos conocemos las selecciones de los hilos musicales de las grandes superficies. Un cementerio de grandes ¨¦xitos de hace veinte a?os que te obliga a llevar tus propios cascos cada vez que te toca hacer la compra. Pero guardo dentro de m¨ª una peque?a esperanza. ?Y si otra m¨²sica es posible? ?Y si hay alg¨²n reducto interesante entre tanto jingle comercial?
Me dispongo a realizar este trabajo de campo en una ciudad de tama?o medio, donde poder acudir a varias cadenas sin necesidad de invertir un d¨ªa entero ¨Co gastarme una fortuna en transporte p¨²blico-, y con la firme voluntad de no comprar nada en ninguno de los establecimientos.
Comienzo la ruta en Carrefour, un cl¨¢sico de las grandes superficies, y de la peor manera posible. Tal como entro en el establecimiento, suena la canci¨®n promocional de Ocho apellidos vascos. S¨ª, la amena musiquilla que ilustraba el trailer que vimos trescientas veces y que tuvimos que volver a sufrir con cada uno de sus lanzamientos, en DVD, en televisi¨®n y en lo que haga falta. Paseo haciendo tiempo entre las ofertas y los l¨¢cteos y el ritmo cambia a Lo noto, de los Hombres G con Miguel Bos¨¦.
?No se supone que la m¨²sica debe animar a la gente a comprar? ?Qu¨¦ efecto produce una balada lastimera? ?Que llenes el carro de pa?uelos de papel? Algo me dice que tengo que salir de aqu¨ª. La cosa no va a mejorar.
Recorro un par de calles y me encuentro con un M¨¢s y m¨¢s un tanto desangelado. Me recibe una voz familiar, un tono dif¨ªcil de olvidar para los que nos criamos con aquella primera edici¨®n de Operaci¨®n triunfo. S¨ª, Chenoa, la estrella absoluta de los hilos musicales de los supermercados, cantando Siete p¨¦talos.
Una tema que nadie recuerda -salvo sus fans, imagino- pero que sigue sonando entre lechugas y tomates a granel. A la exnovia de Bisbal le sigue Simple Plan con Welcome to my life, una canci¨®n que son¨® sin parar en radios all¨¢ por 2004. Contando que Chenoa lanz¨® su single tambi¨¦n en 2003, queda claro que en el supermercado M¨¢s y m¨¢s llevan m¨¢s de 10 a?os poniendo el mismo CD. O que solo les gustan las canciones ya con cierto toque vintage. En 2026 sonar¨¢ el Hello de Adele.
En mi cuidadosa planificaci¨®n para conseguir el m¨¢ximo n¨²mero de cadenas acabo en un Dialprix. La m¨²sica suena tan bajita que, por un instante, creo que no hay ¨Co que la tarareo yo en mi cabeza¨C. Busco el punto del supermercado con mejor ac¨²stica, bajo la atenta mirada del guarda de seguridad, y descubro que es Pablo Albor¨¢n. ?Es esto una mejora significativa en lo que llevo de ruta? Desgraciadamente, s¨ª. Ahora, dudo que nadie de los presentes sea capaz de escuchar nada. Tal vez es una estrategia comercial innovadora. Tal vez el responsable de la tienda est¨¢ harto de escuchar siempre lo mismo y ya no sabe qu¨¦ hacer para no sufrir.
Entro en El Corte Ingl¨¦s y me dirijo r¨¢pidamente al supermercado. Suena, y no crean que me lo invento, Santa Claus is coming to town. Un mes despu¨¦s de Navidad siguen los turrones de oferta y los villancicos en el hilo musical. No doy cr¨¦dito. Termina la pesadilla y comienza LeAnn Rimes cantando And it feels like, un balad¨®n ideal para comprar productos exclusivos y codearse con las celebrities que pueblan la ¨¦lite de los supermercados espa?oles. Temo el momento en que comience a sonar C¨¦line Dion y tenga que huir mientras entona la banda sonora de Titanic. Por cierto, la balada es de 2006. Rabiosa actualidad.
Evito los supermercados donde no hay hilo musical, como Lidl, Aldi o D¨ªa; parece que buscan ahorrar todos los costos superfluos posibles para abaratar el producto, o eso es lo que nos quieren contar. Acabo en Mercadona.
Un cl¨¢sico del que cualquier habitante de la Comunidad valenciana est¨¢ harto, pero que se ha recibido con jolgorio en el resto del pa¨ªs. Y, sin duda, s¨ª, el supermercado con peor hilo musical. ?Puede sonar La Oreja de Van Gogh, con Amaia Montero, a estas alturas? Puede. Y no s¨®lo eso, sino que, adem¨¢s, despu¨¦s de haber sufrido Sobre tus pasos de Manolo Garc¨ªa. Un remix del propio jingle musical -a ver si pueden evitar tararearlo mientras leen esto- ser¨ªa mucho m¨¢s agradable.
Y, por fin, s¨ª, llegamos a Consum. Desconozco si este oasis musical se repite, por norma, en todos sus establecimientos. No s¨¦ si fue una epifan¨ªa psicotr¨®pica por haber andado demasiado bajo un tiempo de perros. No s¨¦ si mi ¨¢ngel de la guarda hizo que todo cambiase ante mis incr¨¦dulos ojos. Puede que fuese un sue?o, pero, ?c¨®mo se explica que sonase Animal Collective a mi llegada? Continu¨® una versi¨®n m¨¢s bailable de Video Games de Lana del Rey.
Y un cover de Back to black de Amy Winehouse que no consegu¨ª saber de qui¨¦n se trataba. Hinqu¨¦ una rodilla en el suelo, levant¨¦ los brazos y le di las gracias a qui¨¦n correspondiera. El milagro se hab¨ªa obrado. Ahora, que cada uno elija la opci¨®n que mejor de adapte a su bolsillo, pero en cuanto a m¨²sica, el resultado est¨¢ claro.
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