Siempre con la libertad

Imag¨ªnense que hoy, 18 de febrero, un dirigente democr¨¢tico espa?ol cumpliera dos a?os de prisi¨®n injusta en la c¨¢rcel militar de Alcal¨¢ Meco. Imag¨ªnense que hubiera sido sentenciado a una pena total de casi catorce a?os, por ser supuestamente autor de delitos tan graves como instigaci¨®n p¨²blica y asociaci¨®n para delinquir, incendio y da?os. Imaginen que la ONU exige la liberaci¨®n inmediata de ese hipot¨¦tico dirigente democr¨¢tico espa?ol, y que Amnist¨ªa Internacional lo considera un preso de conciencia. S¨ª: parece ciencia ficci¨®n. Sin embargo, eso es lo que ha pasado en Venezuela, donde hoy se cumplen dos a?os del encarcelamiento de Leopoldo L¨®pez.

Y, aunque tambi¨¦n parezca ciencia ficci¨®n, ma?ana, 19 de febrero, se cumple un a?o de otra detenci¨®n arbitraria, sin orden judicial, la del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma. Como se recordar¨¢, fue arrestado por un comando del Servicio Bolivariano de Inteligencia, es decir, el CNI venezolano. Sin mayores pruebas, a Ledezma se le acus¨® de conspiraci¨®n, y ahora se enfrenta a diecis¨¦is a?os de c¨¢rcel. Todo, como en el caso de Leopoldo L¨®pez, por hacer pol¨ªtica y defender la libertad.

En este aniversario, queremos decir claramente que no nos olvidamos de los casi 80 presos pol¨ªticos venezolanos. Sirva, por tanto, este art¨ªculo para enviar mi afecto y mi solidaridad a Lilian Tintori de L¨®pez y a Mitzy Capriles de Ledezma, a sus familias y a todos los ciudadanos de Venezuela. Su sufrimiento es, m¨¢s que nunca, el nuestro. Y tenemos el deber de denunciar con claridad a los responsables y a los c¨®mplices de estos atropellos a la libertad, porque si no, s¨®lo podemos esperar m¨¢s arbitrariedad y m¨¢s injusticia. Por ello, como todo dem¨®crata, espero que salga adelante Ley de Amnist¨ªa que est¨¢ impulsando la valiente Asamblea Nacional de Venezuela, a la que apoyo sin reservas.

Los espa?oles debemos entender a Venezuela. Pensemos por un minuto que, en Espa?a, casos impensables como ¨¦stos se convirtieran en realidad. Pensemos que no hubiera elecciones con medios de comunicaci¨®n independientes, o que estos hubieran tenido que venderse a grupos afines al r¨¦gimen, acusados por el Gobierno de ser ¡°golpistas¡±, ¡°fascistas¡± y ¡°jinetes del Apocalipsis¡± tan s¨®lo por ejercer una cr¨ªtica independiente. Imaginemos asimismo que los directivos y periodistas de los pocos medios libres a¨²n subsistentes recibieran una orden de comparecencia judicial cada ocho d¨ªas, con la prohibici¨®n de salir del pa¨ªs, todo ello a instancias de una denuncia por difamaci¨®n del Presidente del Congreso. E imaginemos tambi¨¦n que otros diarios independientes tuvieran que cerrar porque el Gobierno corta el suministro de papel. Pues bien, este escenario implanteable es el que se da en un pa¨ªs hermano y amigo como es Venezuela.

Esperemos que salga la ley de Amnist¨ªa que est¨¢ impulsando la valiente Asamblea Nacional

Y podemos representarnos bien su drama. ?Qu¨¦ sentir¨ªamos al convertirnos en el segundo pa¨ªs m¨¢s peligroso del mundo con 28.000 muertos por a?o, o al tener la capital m¨¢s peligrosa de nuestro continente? ?Al no encontrar el 75% de los alimentos o el 90% de las medicinas? ?Podemos imaginar vivir con una hiperinflaci¨®n del 275% en 2015 y, seg¨²n el FMI, del 720% en 2016?

No hay nada que perjudique m¨¢s a los trabajadores y a los m¨¢s necesitados que la inflaci¨®n. Sin embargo, un autoproclamado candidato a vicepresidente del Gobierno de Espa?a afirm¨®, nada menos, que siente envidia de los espa?oles que viven en Venezuela. ?Envidia del desplome del 7% de la econom¨ªa, del d¨¦ficit fiscal del 19%?

Con ser grav¨ªsimos estos datos, lo peor es la crisis de valores. Se empieza cambiando la cultura del esfuerzo. Las autoridades afirman que tambi¨¦n robar¨ªan por necesidad y manifiestan su comprensi¨®n por los delitos comunes. Se subsidia a la poblaci¨®n para crear un electorado anestesiado, agradecido y estable, a disposici¨®n del poder pol¨ªtico. Se instaura una cultura que promueve el conformismo, el resentimiento y la sumisi¨®n a lo f¨¢cil.

No olvidamos a los casi 80 presos pol¨ªticos venezolanos ni a los ciudadanos que sufren

As¨ª las cosas, y con una nueva ley electoral hecha a medida, el letargo puede durar 15 a?os, hasta que la juventud se rebela contra su frustraci¨®n y rechaza la violencia, la injusticia y la manipulaci¨®n. Hasta que rechaza el enga?o de quienes llegaron al poder centrando su discurso en la demolici¨®n del sistema pol¨ªtico y en el resentimiento social, apropi¨¢ndose del sufrimiento de los d¨¦biles y prometiendo todo lo imposible.

?Podemos tener un autoproclamado candidato a vicepresidente del Gobierno que no conden¨® la represi¨®n y el encarcelamiento de manifestantes pac¨ªficos, estudiantes y l¨ªderes de la oposici¨®n en Venezuela? ?Puede plantearse el PSOE pactar con quien, cuando era eurodiputado, vot¨® en contra de la resoluci¨®n del Parlamento Europeo que ped¨ªa la liberaci¨®n de l¨ªderes dem¨®cratas como Leopoldo L¨®pez? Un l¨ªder que, por cierto, pertenece a la Internacional Socialista.

El Gobierno de Espa?a siempre tiene que estar con la libertad, protegi¨¦ndola y tambi¨¦n represent¨¢ndola. Espa?a avanza en Am¨¦rica Latina cuando defiende la libertad. La presencia internacional no se mide en t¨¦rminos de visitas presidenciales y oportunidades econ¨®micas. No. La pol¨ªtica exterior de un dem¨®crata antepone los valores a los intereses. Por eso, mi Gobierno no ha cesado ni un momento de atender y proteger a los venezolanos perseguidos.

Mi Gobierno ha concedido la nacionalidad espa?ola a los padres de Leopoldo L¨®pez. Hemos otorgado el permiso de residencia por circunstancias excepcionales a los periodistas, directivos y due?os de medios de comunicaci¨®n despojados de su pasaporte y acosados por un Poder Judicial dependiente del Ejecutivo: Miguel Henrique Otero, presidente-editor de El Nacional; Nelson Rivera, director de su Papel Literario y, m¨¢s recientemente Mariana Otero y Beatriz de Majo, accionista y columnista, respectivamente, del mismo peri¨®dico.

Tambi¨¦n hemos otorgado la residencia en Espa?a a Guillermo Zuloaga, expresidente de Globovisi¨®n. Un hombre considerado por el director de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Ricardo Trotti, como ¡°uno de los mejores defensores y promotores de la libertad de prensa y del periodismo libre¡±, pese a lo cual se dictaron dos ¨®rdenes de captura en su contra por ¡°usura gen¨¦rica¡±, ¡°agavillamiento¡±, ¡°divulgaci¨®n de informaciones falsas e incertidumbre p¨²blica¡± y ¡°ofensas¡± al Presidente de la Rep¨²blica. Su pasaporte ha sido revocado. Y, de momento, no ha servido de nada el cuestionamiento por parte del Relator Especial de Naciones Unidas sobre la Libertad de Opini¨®n y Expresi¨®n y la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos.

Son s¨®lo algunos casos de muchos, pero son elocuentes del drama que viven los venezolanos. Y yo hoy quiero repetirles que el Gobierno de Espa?a y el partido que represento no dejar¨¢n de acompa?arles ni en este aniversario ni nunca. Porque queremos para los venezolanos lo mismo que los espa?oles disfrutamos cada d¨ªa: democracia, libertad y seguridad.

Mariano Rajoy es presidente del Gobierno de Espa?a