¡°Todo lo que apliqu¨¦, lo aprend¨ª de viejos granjeros analfabetos¡±
El llamado 'waterman de India' fue galardonado con el Stockholm Water Price por la resurrecci¨®n de 1.200 aldeas gracias a ancestrales t¨¦cnicas ind¨ªgenas en desuso para la recolecci¨®n de agua
Se acomoda en un asiento del aeropuerto de Nueva Delhi a su regreso de Hannover (Alemania), donde ¡°la migraci¨®n forzosa tambi¨¦n est¨¢ originada por la escasez de agua¡±, explica. Oculta las horas de viaje bajo la misma pasi¨®n con la que ha dado conferencias sobre recursos acu¨ªferos y participaci¨®n social en 17 pa¨ªses. Desde que hace un a?o comenzase su misi¨®n global en busca de soluciones locales a los conflictos por el agua (World Water Peace Walks), es dif¨ªcil encontrarle en Awal; el peque?o distrito del semides¨¦rtico estado de Rajast¨¢n que revivi¨® gracias a ¨¦l. Aunque premiado internacionalmente, Rajendra Singh (India, 1959) siempre tiene presente a la comunidad local. De hecho, su pr¨®xima visita le llevar¨¢ a apoyar a los afectados por la miner¨ªa ilegal en r¨ªos de Uttar Pradesh; el estado indio en el que inici¨® su andadura en defensa del agua y el medio ambiente.
¡°Tom¨¦ un autob¨²s y le dije que me llevara a la ¨²ltima parada¡±, cuenta. All¨¢ por 1985, ¨¦l era funcionario a cargo de salud y la ruta que ten¨ªa por delante duraba m¨¢s que un vuelo alrededor del mundo en la actualidad. Aquel viaje le llev¨® a una zona remota de Rajast¨¢n, al noroeste de India, regi¨®n asolada por la sequ¨ªa, la deforestaci¨®n y la explotaci¨®n minera que hac¨ªan emigrar a millares de habitantes en busca de tierras f¨¦rtiles que cultivar. ¡°Despu¨¦s de medio a?o all¨ª, un oficial del gobierno me pidi¨® que le ayudase a parar la p¨¦rdida de agua por evaporaci¨®n. Pero yo no sab¨ªa qu¨¦ hacer¡±, relata quien ahora merece el sobrenombre de 'waterman de India' por haber devuelto el caudal a 7 r¨ªos y revivir reservas acu¨ªferas de 1.200 localidades del estado m¨¢s ¨¢rido del pa¨ªs.
En los a?os 80, s¨®lo un 11% de las tierras de la regi¨®n eran cultivables y el parque nacional Sariska (refugio del amenazado tigre de bengala) se hab¨ªa reducido a un 7%. Las autoridades malgastaban grandes sumas de dinero en presas artificiales que se evaporaban con rapidez, mientras los aldeanos se obstinaban en el uso de modernos pozos. El sistema, adecuado para zonas lluviosas, acababa con las capas fre¨¢ticas de una tierra agreste; haciendo necesario cavar a mayores profundidades cada a?o para la extracci¨®n de agua.
El remedio al desolador entorno lleg¨® gracias a t¨¦cnicas ancestrales indias para la recolecci¨®n y almacenamiento del agua de lluvia, especialmente los johad. Estos peque?os diques de contenci¨®n hechos de piedra y tierra, usan el relieve natural del terreno. El m¨¦todo no s¨®lo permite un mayor almacenamiento de las escasas y torrenciales lluvias del monz¨®n, sino que hacen que el suelo absorba mayores cantidades de agua. Los johad y otros sistemas ind¨ªgenas de recolecta, reavivaron la tierra yerma. Ahora los acu¨ªferos naturales se pueden encontrar a pocos metros de la superficie, un 70% de los p¨¢ramos antes est¨¦riles ya se pueden cultivar, y los bosques del parque natural se han multiplicado para servir de nutrientes a la tierra.
¡°Ahora el foco est¨¢ puesto en las emisiones de gas y el aire que respiramos. Pero el agua es fuente de vida
La soluci¨®n siempre estuvo all¨ª. Cristalina. Como el agua. ¡°Aquellas eran t¨¦cnicas rechazadas y apunto de desaparecer. Todo lo que puse en pr¨¢ctica, lo aprend¨ª de los viejos granjeros analfabetos. Cuando el conocimiento ind¨ªgena se combina con la tecnolog¨ªa moderna, se pueden hacer cosas inimaginables¡±, justifica Rajendra. Su organizaci¨®n ha transformado el medio ambiente de Rajast¨¢n, al tiempo que revoluciona el ¨¢mbito social. Tarun Bharat Sangh ha impulsado la creaci¨®n de parlamentos populares que regulan el agua de los r¨ªos de un entorno de 12.800 kil¨®metros cuadrados, restringiendo su uso al cultivo dom¨¦stico y prohibiendo la explotaci¨®n comercial. ¡°La parte m¨¢s dif¨ªcil del trabajo social es el cambio de actitudes. Pero todo es m¨¢s sencillo cuando gente ha practicado estas costumbres antes, porque nada tiene que ser impuesto¡±, apunta.
El impacto de la evoluci¨®n social y medioambiental impulsada por el waterman de India le han valido el reconocimiento dentro y fuera del pa¨ªs. El ¨²ltimo de ellos, el a?o pasado, fue el prestigioso Stockholm Water Price (conocido como el Nobel del agua). El premio, otorgado por el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI), honra la labor de los que contribuyen a conservar y proteger los recursos acu¨ªferos, as¨ª como al bienestar del planeta y de sus habitantes.
¡°Ahora el foco est¨¢ puesto en las emisiones de gas y el aire que respiramos. Pero el agua es fuente de vida¡±, dice Rajendra subrayando una obviedad que parece escapar a los ojos del mundo. As¨ª es. El planeta contiene un trill¨®n de litros de agua, pero el 97% es salada y, por tanto, no apta para el consumo humano. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), en menos de 10 a?os, la mitad de la poblaci¨®n del planeta vivir¨¢ en ¨¢reas con graves problemas de escasez. Algo ya patente ahora, cuando cada a?o mueren cerca de dos millones de personas por falta de acceso a agua potable.
Por eso Rajendra Singh se ha propuesto cumplir el objetivo que se impuso tras recoger el premio en Estocolmo: convertir la guerra por el agua, en paz. Durante 5 a?os, viajar¨¢ por diferentes pa¨ªses para alertar de la crisis generada por la escasez, asimilar los problemas de cada regi¨®n e intentar buscar soluciones locales. ¡°La migraci¨®n empieza donde hay falta de recursos. Tanto los lugares de origen como aquellos a los que se desplazan los migrados por razones de falta de agua est¨¢n en tensi¨®n y conflicto¡±, explica. Imitando los viajes dentro de India de Mahatma Gandhi, el proyecto Caminos por la Paz y el Agua en el Mundo ha llevado a Rajendra Singh a tres continentes y espera poder ir a Espa?a antes de verano.
Las corporaciones dicen seguir ciertos est¨¢ndares de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), pero esto s¨®lo es propaganda
As¨ª como la vida del carism¨¢tico l¨ªder hind¨² marca el camino a seguir de Rajendra, tambi¨¦n su humilde tozudez le inspira. En 2017, el Gandhi del agua visitar¨¢ la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH) con el objetivo de que se reconozca el derecho fundamental al agua de los r¨ªos y al acceso a la naturaleza. Bas¨¢ndose en la reciente aceptaci¨®n del derecho humano al agua y saneamiento, Rajendra exige: ¡°La ONU tiene que reconocer el agua de los r¨ªos como derecho humano. Es la fuente de toda vida. Se tiene que proteger el desarrollo natural de los r¨ªos, as¨ª como el uso ecol¨®gico de su cauce para evitar su poluci¨®n¡±.
Pero en su misi¨®n tambi¨¦n hay antih¨¦roes. El waterman de India no duda en se?alar a los responsables de la crisis del agua. ¡°Las corporaciones dicen seguir ciertos est¨¢ndares de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), pero esto s¨®lo es propaganda y no un verdadero inter¨¦s por el bien com¨²n¡±, analiza quien ha vivido varios ataques de la mafia del sector minero de India, un importante lobby nacional que amenaza los recursos naturales del pa¨ªs. Pero Rajendra tambi¨¦n recuerda que las autoridades han obstaculizado su misi¨®n. ¡°El gobierno se negaba a que la gente pudiese crear estos sistemas [de almacenamiento de agua] por s¨ª mismos. El poder no quiere que la gente se organice y tenga voz propia¡±.
Seg¨²n Rajendra, afrontar la crisis medioambiental pasa por involucrar a la sociedad civil: ¡°El cambio clim¨¢tico es un problema com¨²n, pero la soluci¨®n no s¨®lo es global. Aunque se necesita un cambio de pol¨ªticas nacionales. Tambi¨¦n hay necesidad de transformaci¨®n a nivel local¡±. El mejor ejemplo est¨¢ en los aldeanos de la regi¨®n m¨¢s est¨¦ril de India y su organizaci¨®n entorno a los johad; aquellas t¨¦cnicas ind¨ªgenas que hace siglos fueron denostadas en pos de los modernos m¨¦todos coloniales. ¡°El verdadero desarrollo tiene que ser sostenible y debe tener en cuenta que la naturaleza es el mayor capital. No podemos controlar la naturaleza, sino protegerla. Porque ella es nuestra ¨²nica forma de protegernos como especie¡±, concluye apurando su vaso de agua.
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