?Qu¨¦ har¨ªa usted si tiene enfrente una de estas se?ales de tr¨¢fico tan raras?
Conducir por pa¨ªses que no son el nuestro puede ser desquiciante. Tambi¨¦n divertido. Qu¨¦ me querr¨¢n decir con esta se?al tan extra?a
T¨¦cnicamente podr¨ªamos alquilar y conducir un coche en casi cualquier pa¨ªs del mundo. Entender las se?ales ya es otro cantar. En un intento de unificar c¨®digos y crear un sistema lo m¨¢s estandarizado posible, la ONU aprob¨® en Viena en 1968 un tratado llamado ¡°Convenci¨®n sobre la se?alizaci¨®n vial¡±. Treinta y cinco pa¨ªses, desde la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica al Vaticano, acordaron unos c¨®digos comunes de cara a mejorar la seguridad en las carreteras. Hoy son 73 los estados que la han ratificado. No obstante, todav¨ªa es muy f¨¢cil sorprenderse cuando se circula por los diferentes caminos que se entrelazan alrededor del planeta tierra. Hemos recopilado diez ejemplos, pero seguro que en remotas carreteras existen miles de ellos m¨¢s. Arrancamos...
1. De forma octogonal, de fondo rojo con borde blanco y la palabra Stop en el centro de color blanco tambi¨¦n. A pesar de algunas variantes en forma e idioma, el Stop es una de las se?ales m¨¢s estandarizadas del mundo, siendo identificable por cualquier ser humano que disponga de carnet de conducir. Cumplir la norma es otro tema. Nos quedamos con el Pare o el Alto utilizados en distintos pa¨ªses de habla hispana como Argentina, Puerto Rico o Venezuela; y que quiz¨¢ debi¨¦ramos de adoptar en Espa?a para ejecutarlo como Dios manda y no hacernos un simple ¡°Ceda el paso¡±.
2. A pesar de las variantes que como hemos dicho podemos encontrar en el resto de pa¨ªses, Jap¨®n se lleva la palma. Si usted, querido conductor, se topa con una se?al en forma de tri¨¢ngulo rojo invertido y un texto en caracteres blancos, ?Det¨¦ngase! Eso es un Stop para los ciudadanos japoneses. Esta desemejanza que crea confusi¨®n en los turistas extranjeros ha llevado a las autoridades japonesas (seg¨²n ha informado The Japan Times) a considerar la posibilidad de renovaci¨®n de sus se?ales de tr¨¢fico con vistas a los Juegos Ol¨ªmpicos de Tokio 2020. Iniciativa m¨¢s que aplaudida teniendo en cuenta que se estima una cifra de entre 20 y 30 millones de visitantes por esas fechas.
3. ¡°Don?t even think of parking here¡±; o sea, ¡°Ni se le ocurra aparcar aqu¨ª¡±. El que avisa no es traidor y por eso los neoyorquinos son as¨ª de dr¨¢sticos. ?sta frase tan contundente es una de las miles que ocupan las se?ales de prohibido aparcar que invaden la ciudad de los rascacielos. As¨ª que, cuidado, m¨¢s vale que no deje su veh¨ªculo aparcado en este tipo de zona (red zone) si no quiere ser multado con 115$ (103 euros) por el correspondiente agente de circulaci¨®n de esa avenida.
4. No es que los finlandeses sean m¨¢s modernos y cool que nosotros y conduzcan por las carreteras de las ciudades de Helsinki o Espoo en motos de nieve. Tal y como era de imaginar, esta se?alizaci¨®n es com¨²n en la regi¨®n de Laponia. Las temperaturas invernales por estas regiones son tan bajas (las medias son de 10?bajo cero, aunque se han llegado a alcanzar los escalofriantes 45? bajo cero) que el traslado en trineo tirado por perros huskys o renos y en moto de nieve es de lo m¨¢s recomendado.
5. Esta se?al es bastante obvia, pero por si acaso las autoridades tailandesas la han escrito tambi¨¦n en ingl¨¦s dada la gran afluencia de turistas en el pa¨ªs asi¨¢tico. As¨ª que ya sabe, si nota un temblor de tierra, al¨¦jese de las regiones costeras o intente subir lo m¨¢s alto posible.
6. ¡°?Qu¨¦ si he pagado el qu¨¦?¡±, se pregunta mientras se encuentra atascado en Oxford Circus entre autobuses de dos pisos y bolsas de Primark. Error, vaya preparando 130 libras (170 €). Cualquier londinense en cambio reconocer¨ªa esa C blanca sobre fondo rojo enseguida: es el s¨ªmbolo que marca la zona de la capital brit¨¢nica donde se aplica la denominada congestion charge (tasa de atasco), que obliga a todos los veh¨ªculos a pagar 11,50 libras diarias (14 euros) por acceder en coche, de lunes a viernes, entre las 7.00 y las 18.00. Ocupa buena parte del centro de la ciudad, incluyendo el Parlamento, Picadilly Circus o el Palacio de Buckingham. Presuponemos que la reina no la pagar¨¢¡
7. Desde luego, atropellar a un animal en la carretera conduciendo un coche es algo horrible que no deber¨ªa ocurrir jam¨¢s. Pero si encima atropellamos un koala, quiz¨¢ el animal m¨¢s adorable de la tierra y una especie protegida en peligro de extinci¨®n, entonces probablemente nos sintamos el doble de despreciables. Para evitar esto en la medida de lo posible, el gobierno australiano ha colocado se?ales que avisan de las zonas en las que podr¨ªan encontrarse estos marsupiales. No son los ¨²nicos: los osos en California, los alces en Suecia, los castores en Canad¨¢ o el canguro y el kiwi australiano tambi¨¦n son de los pocos afortunados que poseen su propia se?al de tr¨¢fico.?
8. Otra se?al curiosa, y no por ello menos ¨²til si la sabemos identificar, es esta que podemos encontrar en carreteras griegas, donde el ¨ªndice de accidentes registrados es uno de los m¨¢s altos de Europa. Este rect¨¢ngulo azul con el dibujo de una puerta con el s¨ªmbolo de un coraz¨®n no le se?aliza el hospital o el lugar de alterne m¨¢s cercano (para los m¨¢s retorcidos) sino la existencia de un aseo pr¨®ximo. As¨ª que si, tras varias horas de viaje sin parar necesita usted hacer sus necesidades, no lo dude, es su momento.
9. Cualquiera que haya visitado Berl¨ªn sabe perfectamente que la bicicleta es el mejor y m¨¢s c¨®modo medio de transporte para recorrerse la ciudad de arriba abajo, por no hablar del tema ahorro. Ahora bien, esta cultura ciclista y los m¨¢s de 600 kil¨®metros de carril bici que se extienden por la capital alemana, hacen que, como cualquier conductor, el ciclista deba cumplir con un c¨®digo vial para que la convivencia entre conductor, ciclista y peat¨®n sea de lo m¨¢s respetuosa posible. Esta se?al, por ejemplo, advierte que mientras que para los veh¨ªculos existe un ¨²nico sentido, las bicicletas pueden circular en ambos. Una imagen dif¨ªcil de imaginar todav¨ªa en las calles de algunas ciudades espa?olas, como Madrid.
10. Terminamos con una que no necesita explicaci¨®n. Ninguna otra se?alizaci¨®n de tr¨¢fico es tan evocadora como la de la hist¨®rica Ruta 66 que recorre los Estados Unidos. Con casi 4.000 kil¨®metros, la ¡§Mother Road¡± cruza el pa¨ªs desde Chicago hasta Los ?ngeles, y estas se?ales marcaban el camino a los cientos de miles de granjeros de las zonas rurales norteamericanas hacia la costa oeste en una odisea ¨¦pica que contribuy¨® a popularizar esta carretera. Hoy en d¨ªa ha sido ¡§descatalogada¡±, es decir, retirada de la red de carreteras oficiales, y sustituida por autopistas interestatales, pero todav¨ªa pueden verse estas ic¨®nicas se?ales en varios tramos para recordar al conductor que se encuentra en la carretera m¨¢s famosa del mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.