El atasco que se cierne sobre los conductores de S?o Paulo
Los expertos pronostican que la megal¨®polis brasile?a vivir¨¢ un embotellamiento hist¨®rico
El pasado 17 de febrero a las seis y media de la tarde, descerraj¨® en S?o Paulo una tormenta tropical apocal¨ªptica de las que se estilan aqu¨ª inundando avenidas, calles y conciencias. La ecuaci¨®n fat¨ªdica hora punta + aguacero?=?macroatasco se ejecut¨® cumplidamente. El embotellamiento, tambi¨¦n apocal¨ªptico, de los que se estilan aqu¨ª, fue el ¡ªhasta ahora¡ª m¨¢s grande del a?o: 264 kil¨®metros de cola. Poco, si se compara con los 344 kil¨®metros que se registraron a las 19.00 horas del 23 de mayo de 2014. Todo apunta a que este registro negro se superar¨¢. Es m¨¢s, hay expertos que pronostican que un d¨ªa se producir¨¢ en S?o Paulo un embotellamiento tan grande que los coches quedar¨¢n pegados a las calles sin poder salir por ning¨²n sitio, atrapados como ratones en un laberinto sin escapatoria.
La ciudad, de 11 millones de habitantes, es un modelo casi acabado de urbe concebida para el autom¨®vil, atravesada de autopistas inhumanas y llena de edificios con aparcamientos privados. El metro es insuficiente y va abarrotado en horas punta. Los autobuses hacen lo que pueden, que es m¨¢s bien poco. Adem¨¢s, es dif¨ªcil ejercer de peat¨®n: los automovilistas, verdaderos reyes de la calle, respetan poco los pasos de cebra. Los conductores m¨¢s c¨ªvicos se ven obligados a invadir continuamente la acera para acceder a sus aparcamientos, instalados debajo de sus edificios, o a los aparcamientos de cualquier comercio o de cualquier bar. Caminar por estas calles es un deporte de riesgo que no recomiendo a los m¨¢s distra¨ªdos.
El alcalde, Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), lucha contra el monstruo creciente instalando carriles para autobuses y v¨ªas exclusivas para bicicletas. Tambi¨¦n rige un turno rotatorio de forma que uno, dependiendo del n¨²mero de su matr¨ªcula, solo puede circular determinados d¨ªas. Hay, claro, tipos ricos que disponen de dos coches para burlar la norma. Hay tipos m¨¢s ricos a¨²n que se desplazan en helic¨®ptero.
Estas medidas, en cualquier caso, no bastan y el atasco perfecto se acerca d¨ªa a d¨ªa. Estaremos atentos.
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