El drama de ser madre soltera en Marruecos
Las mujeres que quedan embarazadas fuera del matrimonio son acusadas de prostituci¨®n, sufren rechazo y discriminaci¨®n. Movidas por el miedo, muchas optan por abortos inseguros o el abandono
La ley marroqu¨ª dice que todo ni?o nacido fuera del matrimonio es fruto de un acto sexual ilegal. As¨ª est¨¢ establecido y, aunque con el paso del tiempo se han conseguido avances ¡ªcomo se refleja en el nuevo c¨®digo de la familia de 2004, en el que se considera que los hijos de madres solteras tienen derecho a ser inscritos en el registro civil y disponer de un apellido¡ª, las madres siguen siendo consideradas culpables de un delito de prostituci¨®n.
He visto c¨®mo la sociedad desprecia a aquellas mujeres que han concebido una vida sin estar casadas. Algo muy injusto ya que se trata de una exclusi¨®n multinivel: la familia se desentiende, la ley las persigue y la sociedad las repudia. Tener un hijo en Marruecos sin estar casada es una losa que se lleva a cuestas toda la vida.
Como mujer y madre pienso en lo importante que es poder dar a luz en seguridad, sentirte acompa?ada, tener un lugar donde estar seguras, poder aprender una profesi¨®n y, sobre todo, poder dar un futuro a tus hijos. En Marruecos se calcula que hay m¨¢s de 30.000 mujeres solteras que dan a luz cada a?o y solo unas pocas asociaciones repartidas en todo el territorio desarrollan esta labor compleja de acompa?arlas para que puedan tener una vida digna junto a sus hijos.
Es el caso de la asociaci¨®n 100% mamas, que conozco personalmente por mi experiencia en el pa¨ªs. En 2007, al poco tiempo de llegar a T¨¢nger tuve la suerte de conocer a esta entidad, que apoyamos desde Codespa y que se hab¨ªa creado recientemente. En mi relaci¨®n directa con las beneficiarias, lo primero que me llam¨® la atenci¨®n fue la expresi¨®n de los ojos de las mujeres que acud¨ªan a este centro, unos ojos llenos de miedo y tristeza.
Cuando vi a F¨¢tima por primera vez estaba embarazada de ocho meses, su rostro mostraba el miedo al no poder afrontar la situaci¨®n
F¨¢tima (nombre ficticio por petici¨®n de la protagonista de esta historia) lleg¨® a la asociaci¨®n con esta misma expresi¨®n en su mirada. Su vida se hab¨ªa desarrollado en torno a la idea de casarse y de formar una familia, siempre contando con el amparo del marido y de sus parientes como es habitual en las sociedades patriarcales como es el caso en Marruecos. Sin estudios ni formaci¨®n, F¨¢tima, con 27 a?os, ten¨ªa planes para casarse con su novio, pero se qued¨® embarazada antes. Su vida cambi¨® por completo.
Cuando vi a F¨¢tima por primera vez estaba embarazada de ocho meses, su rostro mostraba el miedo al no poder afrontar la situaci¨®n. F¨¢tima se planteaba abandonar, dar a luz en la casa de acogida y dejar al ni?o o la ni?a que viniera en el hospital o en cualquier orfanato. Por el miedo a ser rechazada por la sociedad, por su familia, sus vecinos.
Vi como todo fueron atenciones para ella. Al llegar a la asociaci¨®n le habilitaron un cuarto, le realizaron un reconocimiento m¨¦dico, le asesoraron jur¨ªdicamente, le explicaron sus derechos y los de su hijo. En la casa de acogida de la asociaci¨®n le explicaron el funcionamiento y las tareas. Fue incre¨ªble comprobar c¨®mo all¨ª todas se ayudan. El contacto con las otras mujeres de la asociaci¨®n, el observar a los beb¨¦s en la guarder¨ªa mientras las madres estudiaban, y comprobar c¨®mo, despu¨¦s, muchas encontraban trabajo para mantenerse ellas y a sus hijos, consiguieron ablandar las expresiones de aprensi¨®n de la cara de F¨¢tima.
El d¨ªa en que dio a luz a su hija, F¨¢tima fue acompa?ada al hospital por los profesionales de esta asociaci¨®n ya que es un momento muy dif¨ªcil. Los m¨¦dicos son recelosos si las mujeres van solas. Y, en ocasiones, para no decir que son solteras, y por miedo a la polic¨ªa, se ven obligadas a mentir sobre el padre del beb¨¦, teniendo problemas m¨¢s tarde para inscribirle con un certificado de nacimiento err¨®neo.
F¨¢tima no abandon¨®. Fue valiente y tuvo a su hija, y decidi¨® que seguir¨ªan avanzando juntas. Me cont¨® c¨®mo fue el parto y la alegr¨ªa que sent¨ªa al ser madre. Ama a su beb¨¦ y no se imagina su vida sin ella. Algunas noches, a escondidas, llama a su madre o hermanas y les pide consejos sobre c¨®mo cuidar a la peque?a. Seguramente, nunca volver¨¢ a vivir con su familia. Solo, con suerte, el tiempo ablandar¨¢ las tensiones un poco y podr¨¢ compartir con su familia alguna festividad. Algo dif¨ªcil de imaginar para nosotros y que ellas lo tienen muy interiorizado.
Ahora que ya lleg¨® el beb¨¦, un nuevo reto se plantea: ?c¨®mo va a salir adelante cuando se vaya de la asociaci¨®n? Necesita un trabajo, autonom¨ªa econ¨®mica que le permita atender las necesidades de su peque?a familia, pero F¨¢tima dej¨® el colegio con 15 a?os y nunca se form¨®.
En este sentido, 100% mam¨¢s dispone de un programa integral de acompa?amiento para que F¨¢tima y las otras madres solteras, puedan aprender un oficio y les facilitan el acceso a la guarder¨ªa en el mismo recinto para sus beb¨¦s. Una vez que terminan el periodo de formaci¨®n, las acompa?an a buscar trabajo. Es important¨ªsimo el apoyo que les dan, si dicen que son madres solteras ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil encontrar trabajo por los perjuicios que a¨²n existen. Su vida privada debe quedar al margen... si nadie lo sabe, nadie las juzgar¨¢. Ella me contaba c¨®mo ten¨ªa miedo de ser excluida por la sociedad.
Los m¨¦dicos son recelosos de atender a las embarazadas si van solas
Pero hemos conseguido, entre todos (y sobre todo ella misma), que madre e hija est¨¦n bien. Aprovech¨® la oportunidad que se le dio para poder estudiar y encontr¨® trabajo en una guarder¨ªa. Eso le permite vivir con su cr¨ªa en una peque?a casa. Aunque nada volver¨¢ a ser igual, sus ojos ya no reflejan miedo, ni tristeza. No tiene la vida que imaginaba, pero no se separar¨ªa de su hija por nada en el mundo.
Escribo sobre F¨¢tima, ?pero hay tantas historias como mujeres se enfrentan a esta situaci¨®n! Algunas, m¨¢s afortunadas, consiguen que las familias arreglen un matrimonio y lo celebren antes de que el beb¨¦ nazca. Otras abandonan a los beb¨¦s en hospitales u orfanatos sin que nadie se entere. Tambi¨¦n las hay que ponen en riesgo su vida someti¨¦ndose a abortos clandestinos sin ning¨²n tipo de presencia m¨¦dica. En un contexto de gran estigmatizaci¨®n social, el aborto o el abandono contin¨²a siendo una opci¨®n elegida por muchas mujeres, pues permite en cierta medida "mantener las apariencias" y retornar al hogar familiar. Una decisi¨®n con elevado coste emocional, que no deber¨ªa tomarse por miedo, por falta de recursos o discriminaci¨®n y presi¨®n social.
Estas mujeres son culpadas de ejercer la prostituci¨®n; sin embargo, pocos son los casos de mujeres embarazadas que vienen a la asociaci¨®n por esa causa. La mayor¨ªa de los embarazos no deseados en Marruecos se deben a una total falta de educaci¨®n sexual. Muchas llegan a estas asociaciones sin saber ni el tiempo que llevan embarazadas.
Por todas estas mujeres, discriminadas por su situaci¨®n personal, siento que es necesario seguir luchando para que puedan tener la oportunidad que se merecen.
Marta Borrat es responsable del programa en la regi¨®n T¨¢nger-Tetu¨¢n de la Fundaci¨®n Codespa.
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