"No le voy a dar el pecho a mi beb¨¦. ?Soy mala madre?"

Este fragmento pertenece al libro Luc¨ªa, mi pediatra. Lo mejor de nuestras vidas, de la editorial Planeta, que sale a la venta hoy. Luc¨ªa Gal¨¢n Bertrand, su autora, es pediatra en el Hospital Vithas Internacional Medimar, en Alicante.

Cualquier decisi¨®n tomada por una madre desde el conocimiento y la madurez merece mi m¨¢s absoluto respeto. Si por decisi¨®n propia decides no dar el pecho. habr¨¢ mujeres que te se?alar¨¢n con el dedo, e incluso algunos te grabar¨¢n a fuego el ya conocido "mala madre". Si, por el contrario, le das el pecho y tu pediatra te aconseja darle una ayuda y no se la das, de nuevo sobrar¨¢n los dedos que te apunten, y sin ninguna duda pasar¨¢s igualmente a formar parte del club de las malas madres. Si lo intentas, pero finalmente no lo consigues, o no cumple tus expectativas y decides abandonar la lactancia, un vez m¨¢s te sentir¨¢s criticada y "atacada".

Sin embargo, si decides optar por la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, como propone la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), sin introducir un solo alimento, te mirar¨¢n como a un bicho raro y te tratar¨¢n de "hippy".

Si desde el principio, y ya en el paritorio, comunicas tu deseo de no amamantar, sentir¨¢s que el mundo se paraliza y todas las miradas se depositan sobre ti. ?En qu¨¦ quedamos? ?A qu¨¦ juzgamos? ?Por qu¨¦ juzgamos? ?Para qu¨¦ juzgamos?

La madre es libre de elegir el tipo de alimentaci¨®n que quiere dar a su hijo. Como es libre de decidir la escuela a la que lo inscribir¨¢, o si le quiere contar un cuento por las noches o bailarle una sardana. ?Por qu¨¦ tanto inter¨¦s en criticar, culpabilizar y criminalizar a las madres?

Voy a decir lo que hago yo cuando conozco por primera vez a una reci¨¦n mam¨¢. A lo largo de estos a?os he observado que se dan fundamentalmente tres situaciones.

Situaci¨®n 1

- Hola, Carmen, ?c¨®mo est¨¢s? Soy la pediatra. Dime, ?tienes pensado darle el pecho?

- S¨ª, lo voy a intentar.

- ?Estupendo! ?Lo vamos a intentar y lo vamos a conseguir! Ahora te ayudaremos a que se enganche al pecho y a partir de ah¨ª te iremos dando truquitos. Recuerda que es muy importante que lo tengas al pecho el m¨¢ximo tiempo posible -Y casi sin darme cuenta le suelto todo el discurso¡­ [sobre los beneficios de la lactancia materna].

Situaci¨®n 2

- Hola, Carmen, ?c¨®mo est¨¢s? Soy la pediatra. Dime, ?tienes pensado darle el pecho?

- No. Voy a darle el biber¨®n -contesta decidida.

- Muy bien. Dime una cosa solamente. ?La decisi¨®n est¨¢ tomada? -le pregunto con una sonrisa sincera.

- S¨ª, lo tengo claro. De hecho, el ginec¨®logo ya me ha pautado la pastilla para cortar la leche.

- Perfecto. Pues no te preocupes por nada. Ahora te explicaremos cu¨¢nto suelen comer en cada toma y te ayudaremos con los biberones. ?Todo va a salir bien!

De una forma casi m¨¢gica, la actitud de la madre pasa de estar seria y a la defensiva, intentando justificar su decisi¨®n, a una actitud relajada y optimista, que al fin y al cabo es de lo que se trata.

Situaci¨®n 3

- Hola, Carmen, ?c¨®mo est¨¢s? Soy la pediatra. Dime, ?tienes pensado darle el pecho?

- No, creo que no.

- Dime, ?la decisi¨®n est¨¢ tomada?

- No, la verdad es que no. No s¨¦ qu¨¦ hacer a¨²n. Me gustar¨ªa, pero tengo miedo de que no tenga suficiente leche, porque con mi otra hija la experiencia fue muy mala. Lo pas¨¦ fatal -contesta, angustiada.

- Bueno, Carmen, no te agobies, nunca hay dos experiencias iguales. Si quieres, lo podemos intentar a lo largo del d¨ªa de hoy y ver c¨®mo te encuentras y c¨®mo se encuentra tu beb¨¦. ?Te parece bien?

Este tipo de madres quieren dar pecho, pero tienen mucho miedo. A veces lo consiguen y otras no, pero nosotros debemos acompa?arlas en ese proceso y ayudarlas sea cual sea el camino que vayan a elegir sin juicios de valor ni reproches. No olvidemos que nuestra obligaci¨®n como profesionales es apoyar a todas las madres sea cual sea su decisi¨®n y velar por su bienestar tanto f¨ªsico como emocional para que cr¨ªen a sus beb¨¦s.

Para que las cosas funcionen, la mam¨¢ tiene que estar bien. Y esto pasa por que ella se sienta libre de tomar sus propias decisiones y la gente que la rodee la apoye casi de manera incondicional, sobre todo en las primeras semanas, en que, como ya hemos visto, a veces el camino se hace cuesta arriba. Los profesionales estamos para ayudar, asesorar y dar informaci¨®n cuando las familias nos lo solicitan; nunca para criticar, juzgar, ni culpabilizar.

Si la mam¨¢ est¨¢ bien, todo est¨¢ bien.