20 a?os de 'Fargo': 13 lecciones de vida que nos ense?a ahora m¨¢s que nunca
Vista ahora, la obra maestra de los hermanos Coen es un manual de supervivencia para los tiempos que corren
"Esta es una historia real. Por petici¨®n de los supervivientes, los nombres han sido cambiados. Por respeto a las v¨ªctimas. El resto est¨¢ contado exactamente como ocurri¨®". Hace 20 a?os estas palabras conmocionaron a los espectadores de Fargo (Joel Coen, 1996), a¨²n desconcertados ante la disparatada e impredecible tragedia criminal que estaban viendo. La pel¨ªcula alcanz¨® la condici¨®n de culto inmediatamente, el cual la impuls¨® a lograr casi un a?o m¨¢s tarde 7 nominaciones al Oscar y materializar dos de ellas: mejor guion para los hermanos Joel y Ethan Coen y mejor actriz para Frances McDormand. La llegada de la serie (que ya ha emitido dos temporadas y prepara la tercera) en 2014 no ha hecho sino aumentar la pasi¨®n por este filme.
Un hombre desesperado orquesta el secuestro de su mujer para cobrar el rescate de su suegro. Una polic¨ªa a la que nadie toma en serio ser¨¢ la ¨²nica que vaya a trabajar esa ma?ana. Esta par¨¢bola del bien contra el mal en la que los malos ganan en n¨²mero pero tambi¨¦n en estupidez es, dos d¨¦cadas despu¨¦s (se estren¨® en marzo de 1996), una de esas pocas recomendaciones seguras cuando alguien busca descubrir una gran pel¨ªcula sin miedo a equivocarse. Fargo es adem¨¢s un manual de supervivencia, una especie de tutorial de todas las decisiones de mierda que alguien puede tomar a lo largo de su vida. Radiograf¨ªa la naturaleza rastrera de nuestra civilizaci¨®n enfrent¨¢ndola a los valores decentes que a¨²n sobreviven a pesar de la congelaci¨®n moral. Por lo tanto, algo podemos aprender de sus lecciones. Como esto...
Radiograf¨ªa la naturaleza rastrera de nuestra civilizaci¨®n enfrent¨¢ndola a los valores decentes que a¨²n sobreviven a pesar de la congelaci¨®n moral
1. Nunca subestimes a una embarazada
Si una mujer es capaz de parir, no hay nada que no pueda hacer. Con su embarazo de siete meses, Marge (interpretada por Frances McDormand) es la ¨²nica polic¨ªa que va a la escena del crimen porque sus compa?eros ten¨ªan demasiado fr¨ªo para salir de casa. Su combinaci¨®n de inteligencia y bondad pasa desapercibida para muchos, pero Marge no tiene nada que demostrar. Lo ¨²nico que quiere hacer es cumplir su trabajo, y lo hace sin perder la amabilidad en la que ella cree sin fisuras. "Me temo que no puedo decir que estoy al 100% de acuerdo contigo", es su forma de decirle a su ayudante "no tienes raz¨®n as¨ª que d¨¦jame a m¨ª".
2. Organizar el secuestro de tu pareja es, definitivamente, una mala idea
Por muy obvio que parezca, esta es la gran moraleja de Fargo. Una de esas ideas terribles salidas de la mente de alguien que claramente no recibi¨® el cari?o adecuado durante su infancia. Alguien que ha vivido por encima de sus posibilidades y prefiere seguir haci¨¦ndolo. El plan de Jerry Lundegaard (interpretado por William H. Macy) es tan cutre como tener la casa sucia y en vez de limpiarla prenderle fuego para tener que mudarte. Lo ¨²nico bueno que puede salir de ah¨ª es el cap¨ªtulo de Cr¨ªmenes imperfectos que nos amenizar¨¢ el desayuno.
Sin embargo, este delirante crimen se le ha ocurrido a m¨¢s de uno. En 1962, el abogado Eugene Thompson contrat¨® a unos matones para que asesinasen a su esposa, los cuales subcontrataron a otros hombres para que hicieran el trabajo. Este tel¨¦fono escacharrado del crimen acab¨® en confusi¨®n ("?a qui¨¦n le tocaba matarla al final?") y la mujer de Thompson huy¨® con vida del secuestro. Esta es una de las historias en las que se basaron los Coen para escribir el guion de Fargo.
3. Nunca conf¨ªes una misi¨®n importante en un chapuzas: saldr¨¢ mal seguro
Uno de los personajes t¨®picos del cine policiaco es el criminal de mala muerte que no solo est¨¢ claramente perturbado (eso cabr¨ªa esperarlo), sino que no disimula lo in¨²til que es en su trabajo. El actor Steve Buscemi se ha especializado en este perfil de facineroso que no se calla ni a tiros (literalmente) y que nunca es capaz de rematar su crimen. El personaje de William H. Macy, Jerry, deber¨ªa haber sabido que si quieres un trabajo bien hecho, lo mejor es hacerlo t¨² mismo.
4. No intentes hacer negocios con tu suegro
Por si secuestrar a su propia esposa no fuese una mala idea, el plan B de Jerry es convencer a su suegro de que invierta dinero en un desastroso negocio avalado por coches que no existen. La repugnante falta de integridad de Jerry es tan hortera como la decoraci¨®n de su casa plagada de cerdos y verracos. El suegro le odia a muerte, y puede que se haya forrado con pr¨¢cticas corruptas, pero al menos es mucho m¨¢s listo que ¨¦l.
5. Vale, est¨¢ la econom¨ªa fatal, pero, caramba, no se puede ser tan r¨¢cano
"En esta vida hay m¨¢s cosas aparte del dinero", alecciona la jefa de polic¨ªa Marge Gunderson (Frances McDormand) hacia el final de la pel¨ªcula. Es una conclusi¨®n t¨®pica y blanda, pero incontestable. Todo lo que sucede en la pel¨ªcula es fruto de una letal combinaci¨®n de racaner¨ªa y muy pocas ganas de trabajar. Jerry miente a sus esbirros al decirles que el rescate ser¨¢ de 80.000 d¨®lares (¨¦l pide un mill¨®n), Carl (Steve Buscemi) es tan taca?o que se niega a pagar los cuatro d¨®lares del aparcamiento donde solo ha entrado a robar una matr¨ªcula. A pesar de su condici¨®n de comedia perversamente negra, Fargo reivindica la generosidad y honradez como los valores que permiten que el mundo siga girando.
6. Ser buena persona nunca pasa de moda
La polic¨ªa Marge tiene un matrimonio que muchos c¨ªnicos ridiculizar¨ªan con sorna. Su marido, Norm, solo aparece tumbado en la cama o comiendo. Marge y Norm han construido una lealtad tan honesta que resulta una rareza en el cine del cambio de siglo. Los Coen idearon un pasado para contextualizar a los dos actores: Marge y Norm se conocieron en el cuerpo de polic¨ªa pero, tras quedarse embarazados, ambos decidieron que ¨¦l se quedar¨ªa en casa porque Marge era mejor polic¨ªa. Ese hijo que est¨¢ por venir es la ¨²nica esperanza que salva a Fargo de estar ambientada en el mismo infierno.
7. La impuntualidad se paga cara
En la primera escena de la pel¨ªcula Jerry se re¨²ne con los dos secuestradores y llega una hora tarde. A partir de ah¨ª todo va a peor. Por si el plan no pareciese ya demencial, los criminales juzgan a Jerry por haber tenido esa retorcida idea. Cuando dos matones se escandalizan con tu propuesta es el momento de cancelar el plan.
8. No huyas escaleras arriba: no hay escapatoria
Lo m¨¢s desconcertante y fascinante de Fargo es su temeraria combinaci¨®n de g¨¦neros: es un drama familiar disfuncional, un thriller policiaco, una comedia de enredo, una historia de amor tajante, un retrato costumbrista y un sainete de tropezones y resbalones. Tambi¨¦n es una pel¨ªcula de terror. La escena en la que Carl y Gaear secuestran a Jean, la mujer de Jerry, resulta aterradora y brutalmente violenta. Jean comete un error de manual en el cine de terror: salir corriendo hacia el piso de arriba, donde todos sabemos que no hay escapatoria.
9. Las prostitutas siempre hablan con la polic¨ªa
Por si la idiotez y la codicia no condenasen el plan desde el principio, a Carl y Gaear les pierden las faldas. Ante su escasa galanter¨ªa, prefieren pagar a prostitutas que intentar ser simp¨¢ticos con una mujer. Y ya sabemos que un hombre baja la guardia cuando est¨¢ cachondo. Los matones le cuentan a las dos fulanas ad¨®nde se dirigen cuando las dejan en el burdel, algo que ya hemos visto mil veces en el cine con catastr¨®ficos resultados. En defensa del g¨¦nero masculino, hasta a Thelma, en Thelma y Louise, se le escapaba que quer¨ªan ir a M¨¦xico durante su revolc¨®n con Brad Pitt, sentenciando as¨ª la huida de las dos fugitivas.
10. Las peores ideas surgen cuando hace fr¨ªo
La nieve que invade la pel¨ªcula y los espantosos abrigos correspondientes ilustran esta historia de torpeza y de gente que se cree m¨¢s lista de lo que es. La ¨²nica capaz de pensar con claridad es la polic¨ªa, parando solo durante sus n¨¢useas matutinas. La tensi¨®n de Fargo se acrecienta mediante unos personajes que est¨¢n constantemente pelados de fr¨ªo y con prisa por irse a casa, aunque lo cierto es que estos ya ven¨ªan pirados de antes.
11. Segundas partes a veces fueron buenas
Fargo fue convertida en serie de televisi¨®n en 1997, sin la aprobaci¨®n de los Coen. El episodio piloto segu¨ªa los pasos de Marge, interpretada ahora por Edie Falco (Carmela en Los Soprano), pero no consigui¨® luz verde para grabar la temporada completa y se qued¨® en an¨¦cdota. En 2014 el canal F/X se propuso recrear el esp¨ªritu de la pel¨ªcula en una temporada de 10 episodios que contaba una historia distinta pero compart¨ªa el universo esperp¨¦ntico aunque cotidiano de la pel¨ªcula. Tras su ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico, la segunda temporada plante¨® nuevos personajes y al igual que la pel¨ªcula se inspir¨® en varios cr¨ªmenes reales para construir una trama de ficci¨®n.
12. Prince no sale en la pel¨ªcula, aunque aparezca en los cr¨¦ditos
Durante los cr¨¦ditos finales, el actor que interpreta a la v¨ªctima del tiroteo en el campo no aparece acreditado con su nombre sino con el s¨ªmbolo que a mediados de los 90 el artista anteriormente conocido como Prince (o como demonios se haga llamar ahora) utilizaba como nombre art¨ªstico. Esto impuls¨® el rumor de que el cantante, nacido precisamente en Minneapolis (Minnesota), hac¨ªa un cameo en la pel¨ªcula. Pero Prince no tiene tanto sentido del humor. Todo es una broma de los Coen, a quien nunca debemos tomarnos demasiado en serio.
13. Lecci¨®n final: los vicios y las virtudes del ser humano son ilimitadas
A pesar de inspirarse en cr¨ªmenes perpetrados en la Am¨¦rica profunda, Fargo no est¨¢ basada en hechos reales estrictamente. El r¨®tulo con el que los Coen abren la pel¨ªcula es un gui?o anecd¨®tico que buscaba la parodia y la suspensi¨®n de la incredulidad por parte del p¨²blico ante la rocambolesca tragedia que estaban a punto de ver. No importa. Las im¨¢genes son tan poderosas que revuelven al espectador, observador at¨®nito para el cual Fargo quiz¨¢ no sea real, pero s¨ª es un retrato certero de los vicios y virtudes del ser humano.
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