Ayudar me hace feliz
Por Jos¨¦e Arseneault, Oxfam Interm¨®n
Hace poco me pidieron escribir un post para este blog. Yo contest¨¦: ¡° Yo, un blog, ?casi ni s¨¦ lo que es!¡± ¡°L¨¢nzate¡±, me dijeron. ¡°Que sea algo personal y que hable de emoci¨®n.¡± Con miedo en el cuerpo me lanzo a ello. Me siento poco h¨¢bil porque escribir no es lo m¨ªo, pero espero superar esta dificultad y que pueda llegar a haceros sentir las experiencias que se viven en el nuevo proyecto de Oxfam Interm¨®n. Quiero hablaros de las Tiendas Segunda Oportunidad.
Decir ¡°Tienda¡± me parece raro, extra?o, cuando lo conoces de cerca. Es mucho m¨¢s que una tienda. Es un lugar donde confluyen buenas energ¨ªas. Es un lugar donde las personas quieren hacer algo para cambiar este mundo. Aportar su grano de arena.
Oxfam Interm¨®n empez¨® el proyecto de Tiendas Segunda Oportunidad hace dos a?os y medio. Son tiendas gestionadas por equipos de voluntarios que reciben ropa en donaci¨®n y vuelven a venderla. Esta sinergia -voluntarios, donantes y clientes- hace que se pueda sacar beneficios para los proyectos que lleva a cabo Oxfam Interm¨®n. Hablamos de desarrollo, emergencias, campa?as o comercio justo.
La idea no es nueva. Existe en muchos pa¨ªses y funciona muy bien. Intentamos implantar un proyecto similar en Espa?a. ?Es posible? Estoy convencida de que s¨ª. ?Por qu¨¦? Podr¨ªa contestar a esta pregunta de una manera formal y decir que la poblaci¨®n espa?ola ha cambiado y que ahora¡ blabl¨¢. Cierto, pero hoy mi respuesta no va por ah¨ª. Es algo m¨¢s, algo que siento.
Me parece imposible que un proyecto que re¨²ne tantas energ¨ªas positivas y tantas ganas por cambiar el mundo no pueda funcionar. Mi respuesta no tiene fundamento l¨®gico pero estoy convencida de que es la mejor respuesta. La que se siente.
Ayer en la tienda de la calle San Vicente en Valencia me encontr¨¦ con una clienta. Una clienta habitual. La conoc¨ªa todo el equipo de voluntarios presentes. Yo, subida en la escalera poniendo unos carteles, oigo a Ascen, una voluntaria, decirle a Katy, la clienta: ¡°Gracias por su compra. Como sabe los beneficios de su compra van a la organizaci¨®n¡± Katy le respondi¨®: ¡°A veces vengo a dar ropa y otras veces a comprar. Poder ayudar me hace feliz. Gracias a vosotros¡±. Dar es felicidad y es lo que se comparte en la tienda. Felicidad.
La fuente de inspiraci¨®n de este proyecto son los voluntarios de la tienda. Personas implicadas en cuerpo y alma para que funcione. Muchos de los voluntarios sienten las tiendas como suyas. Son la base del proyecto, la esencia.
Para el d¨ªa internacional de los voluntarios en diciembre pasado, se recogieron testimonios de voluntarios de las tiendas. A la pregunta ¡°?qu¨¦ haces t¨² para cambiar el mundo? Carmen contest¨®: ¡°Aunque cambiar el mundo parece una tarea de titanes, estoy convencida de que es posible si empiezo desde abajo, con las cosas cotidianas de la vida. Siendo amable con los dem¨¢s, sonriendo, ayudando a las personas pr¨®ximas a m¨ª, escuchando, etc. Estos actos a veces son rec¨ªprocos, lo que me da alegr¨ªa y ¨¢nimo para seguir haci¨¦ndolo porque pienso que si todos aportamos lo mejor de nosotros puede ser como una onda expansiva y contagiosa de querer cambiar las cosas.¡±
Me permito reutilizar las palabras de Carmen, deseo que las Tiendas Segunda Oportunidad de Oxfam Interm¨®n sean una onda expansiva y contagiosa que cambie las cosas. Este proyecto permite a todos aportar para cambiar vidas que cambien vidas. Es nuestro lema, el lema que Katy resumi¨® en sus palabras: Ayudar me hace feliz.
En el tren escribo este texto¡ se me caen las l¨¢grimas por lo que siento por este proyecto. ?Qu¨¦ va a pensar la gente? Si me preguntan les contestar¨¦: ¡°Solamente son l¨¢grimas de felicidad!¡±
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