A cien tuits por segundo
Twitter cumple una d¨¦cada en 2016, y en ese tiempo ha transformado los h¨¢bitos de miles de personas
Twitter cumple una d¨¦cada en 2016, y en ese tiempo ha transformado los h¨¢bitos de miles de personas. Tiene cerca de 600 millones de usuarios ¨Cm¨¢s de 300 de ellos activos¨C y ha logrado conquistar un territorio imaginario, ciberespacial, en el que algunos individuos viven con verdadera pasi¨®n. Si las redes sociales son, como acostumbramos a decir, un espejo del mundo real, tal vez sea hora de hacer balance de c¨®mo es ese mundo.
El hombre m¨¢s poderoso del planeta, Barack Obama, tiene 70 millones de seguidores. Es decir, a m¨¢s de un 10% de los usuarios totales de Twitter les interesan las opiniones del presidente estado?unidense. La cantante Katy Perry y Justin Bieber tienen m¨¢s: 83 y 76 millones respectivamente. Cristiano Ronaldo, 40 millones. Orhan Pamuk, el ¨²nico de los ¨²ltimos premios Nobel de Literatura que mantiene una cuenta de Twitter con actividad, tiene 14.000.
La literatura, sin embargo, se est¨¢ convirtiendo tambi¨¦n en un desaf¨ªo tuitero. A la hora de valorar un manuscrito, muchos editores ¨Csobre todo de no ficci¨®n, pero tambi¨¦n de novela¨C tienen en cuenta no s¨®lo la calidad de la escritura y el inter¨¦s del proyecto, sino tambi¨¦n el n¨²mero de followers del autor. ¡°No es tan importante la cantidad como el grado de compromiso que tienen con ¨¦l¡±, dice Roger Domingo, director editorial de Deusto y otros sellos del Grupo Planeta. ¡°A trav¨¦s de ese compromiso se mide si los seguidores consideran al autor una persona cuyas opiniones merecen ser tenidas en cuenta y, por tanto, si comprar¨¢n y recomendar¨¢n su libro¡±. Domingo no cree que este criterio de selecci¨®n desvirt¨²e el papel tradicional del editor: ¡°Seg¨²n la definici¨®n cl¨¢sica, un editor es alguien que busca personas con algo interesante que contar para present¨¢rselas a personas que tienen inter¨¦s por ese algo. Las redes son una herramienta m¨¢s para detectar a unos y a otros¡±.
La literatura se est¨¢ convirtiendo en un desaf¨ªo tuitero: los editores tienen en cuenta los seguidores de los autores
Tener ¨¦xito en Twitter es como tener ¨¦xito en la vida: hace 10 a?os, lo primero era consecuencia de lo segundo; hoy, en 2016, no est¨¢ claro qu¨¦ ¨¦xito va antes. Tal vez por eso la red social crea en algunos de sus usuarios una adicci¨®n casi qu¨ªmica: la psic¨®loga Susan Weinschenk ya describi¨® la descarga de dopamina que generan la mensajer¨ªa instant¨¢nea, Facebook y Twitter. Desde que se dio de alta en 2012, el presidente c¨¢ntabro Miguel ?ngel Revilla ha tuiteado (o retuiteado) 26 veces diarias de media matem¨¢tica, es decir, sin vacaciones ni festivos ni d¨ªas de enfermedad. La escritora y diputada Marta Rivera de la Cruz lo ha hecho 31 veces diarias desde 2011. Y el economista Jos¨¦ Carlos D¨ªez ha enviado a la Red 49 tuits o retuits cada d¨ªa de los ¨²ltimos cinco a?os (es decir, m¨¢s de dos por hora, ma?ana, tarde y noche). Rivera de la Cruz admite que Twitter, ¡°como todas las cosas divertidas¡±, puede convertirse en una adicci¨®n, y confiesa que su relaci¨®n, que antes era impulsiva, ha cambiado desde que se convirti¨® en un personaje pol¨ªtico: ¡°Ahora pienso 20 veces cada tuit, y eso hace que escriba menos y despoja a los mensajes de parte de su encanto. La gracia de Twitter es la espontaneidad. Pero ahora tengo que ser consciente de que un comentario m¨ªo sobre la subida del precio de las patatas puede ser utilizado para decir que ataco a los agricultores¡±.
As¨ª es el mundo de Twitter 10 a?os despu¨¦s de su nacimiento: iguala al rey y al mendigo, transforma los atributos cl¨¢sicos de autoridad, crea adicciones obsesivas y sirve de dedo acusatorio riguroso. Un espejo del mundo real. Un espejo como el de la madrastra de Blancanieves.
elpaissemanal@elpais.es
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.