?Es computable un ser humano?
Solo con el ADN que te has dejado pegado al vaso de tu cubata la polic¨ªa ya puede construir un retrato robot que te delatar¨¢ entre mil rostros an¨®nimos
En 1998, tres a?os antes de que Bill Clinton y Tony Blair anunciaran al mundo la lectura del genoma humano, uno de los grandes cerebros del siglo XX, Sydney Brenner, augur¨® que la biolog¨ªa ser¨ªa pronto una ciencia te¨®rica, y que su objetivo ser¨ªa averiguar si los seres vivos somos computables: si podr¨ªamos leer una secuencia de ADN y deducir de ella una persona, con su cara y sus manos sensuales, sus gestos y sus andares, su mirada y su punto de vista sobre las cosas. ?Hasta qu¨¦ punto estamos computadosen el ADN? ?Qu¨¦ se puede averiguar de m¨ª a partir de un cabello ca¨ªdo o de una l¨¢grima olvidada? ?No ser¨¢ la gen¨®mica la m¨¢s oculta de las c¨¢maras ocultas que pugnan por desnudarnos?
Casi 20 a?os despu¨¦s de la profec¨ªa de Brenner, seguimos sin saber hasta qu¨¦ punto somos computables: cu¨¢ntas deducciones pueden hacerse a partir de nuestra secuencia de ADN (gatacca¡). Pero vamos teniendo indicios de que pueden ser muchas, tal vez m¨¢s de las que podr¨ªamos considerar tolerables. Esta semana hemos conocido los 10 genes de los que depende que tengas una barba rala o poblada, un pelo liso o rizado, una frente despejada o cejijunta, la forma en que el oto?o se apodera de tu cabello y el invierno lo excluye de tu frente. Solo con el ADN que te has dejado pegado al vaso de tu cubata, en una mota de caspa sobre tu americana o en la patilla ra¨ªda de tus gafas de ver la polic¨ªa ya puede construir un retrato robot que te delatar¨¢ entre 1.000 rostros an¨®nimos.
Y las cosas no har¨¢n m¨¢s que empeorar en el futuro pr¨®ximo. La forma de tu nariz no depende de los libros que has le¨ªdo ni de tu educaci¨®n sentimental: depende de los genes, y seguro que la puedes trazar hasta tu abuela paterna. Pronto sabremos leerla en tu genoma, como sabremos leer la separaci¨®n entre tus ojos y la posici¨®n de tus mejillas, el ancho de tu cara y la longitud de tu cuello, tu tipo y tu garbo y tu manera de caminar.
Vale, te dir¨¢s, no me importa mientras solo puedan deducir mis rasgos f¨ªsicos, mientras dejen en paz lo m¨¢s ¨ªntimo de mi mente, lo que nunca confesar¨ªa ni a mejor amigo. Pero qu¨¦ ingenuo eres. La mente no es m¨¢s que cerebro, y el cerebro no es m¨¢s que un trozo de cuerpo como cualquier otro. Cualquier rasgo psicol¨®gico que tenga un componente gen¨¦tico podr¨¢ tarde o temprano leerse en tu genoma: si eres sociable o moh¨ªno, estable o neur¨®tico, experimentador o acomodaticio, apaciguador o pendenciero, planificador o improvisador. Las ciencias cognitivas han demostrado que esos rasgos tienen un fuerte componente gen¨¦tico, y por tanto podr¨¢n leerse en tu saliva y las escamas de tu piel. El hecho de que no exista ya un pred¨ªctor para todo eso solo es imputable a nuestra torpeza t¨¦cnica actual.
Muchachos, somos computables. En vez de empe?arnos en negarlo, vayamos preparando las herramientas legales para proteger nuestro software. La vida es corta, poneos a ello.
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