Viejuno
Se equivocan quienes presumen que la 'viejunez' de Mariano Rajoy tiene que ver con su edad
Aunque en mi vida he tenido altibajos an¨ªmicos, como todos, por fortuna no he experimentado ninguna de esas depresiones de las que la mayor¨ªa de las personas hablan: la de los 30, la de los 40, la de los 50¡ S¨ª he de reconocer, en cambio, que pas¨¦ la de los 53 a?os, que me dur¨® poco tiempo, es verdad, pero que fue feroz y demoledora. Me invadi¨® un 27 de marzo a la hora de comer al enterarme por el telediario de que Mariano Rajoy, que celebraba su cumplea?os ese d¨ªa, ten¨ªa s¨®lo un d¨ªa m¨¢s que yo. ??Yo tengo la misma edad que ese se?or?!, les pregunt¨¦ aterrado a mi mujer y a mi hijo se?alando la imagen de quien en aquel momento aspiraba a presidir el Gobierno de Espa?a.
?En las cr¨®nicas del debate de investidura fallido de esta semana pasada algunos periodistas han se?alado la diferencia de edad y hasta de lenguaje entre el actual presidente del Gobierno en funciones y los aspirantes a quitarle el puesto. Alguno, incluso, ha utilizado una palabra de moda en este momento entre nuestros j¨®venes (las palabras tambi¨¦n se ponen de moda) para calificar a Mariano Rajoy: viejuno; es decir, no viejo por su edad, pero s¨ª por su apariencia, su manera de hablar y de vestir, incluso por su vocabulario y hasta por su pensamiento. Rigod¨®n, vodevil, comedia de enredo, frusler¨ªas, al pan, pan, y al vino, vino o colarla de matute son palabras y expresiones que los j¨®venes de hoy ya no usan, incluso muchos ni las entienden.
Se equivocan, no obstante, quienes presumen que la viejunez de Mariano Rajoy tiene que ver con su edad. Hay fotos de su adolescencia en las que se le ve ya igual de mayor que ahora, con sus gafas de empoll¨®n y su estampa de registrador de la propiedad en ciernes. A la madre de Rajoy, cuando ¨¦ste naci¨®, le debieron de decir que hab¨ªa tenido un registrador de la propiedad y ¨¦ste no ha hecho otra cosa en toda su vida que ejercer de se?or antiguo, que es lo que corresponde a esa profesi¨®n tan seria. En Villafranca del Bierzo, que fue su primer destino, le recuerdan viviendo en el Parador Nacional con 24 a?os y la sucesi¨®n de im¨¢genes que las hemerotecas ofrecen de ¨¦l desde entonces a hoy no hacen otra cosa que corroborar ese aire viejuno que arrastra desde su ni?ez. Que el futuro de Espa?a (ya no hablo del pasado) contin¨²e estando en sus manos da que pensar y no me refiero ahora a su ideolog¨ªa, que es la que corresponde a un registrador de la propiedad por nacimiento al fin y a la postre. Aparte de ello, a m¨ª me deprime saber que me saca s¨®lo un d¨ªa.
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