La revoluci¨®n de Polonia
La polaca Anja Rubik abandon¨® su pa¨ªs para conquistar Par¨ªs y lo consigui¨® Ha reinado 15 a?os en las pasarelas y hoy crea perfumes y dise?a una colecci¨®n de moda
A la modelo Anja Rubik (Polonia, 1983) no la descubrieron por la calle como a muchas de sus compa?eras. Su carrera no empez¨® por casualidad, ni persiguiendo sue?os de princesa. Rubik, de hecho, no solo quer¨ªa ser modelo. Quer¨ªa ser espectacular. Deseaba ¡°tener el mundo a sus pies¡±. Como las mujeres que sal¨ªan en los videoclips de George Michael. ¡°Crec¨ª con esos v¨ªdeos, con Freedom, Too Funky¡¡±, recuerda, sentada en una fr¨ªa nave industrial del neoyorquino barrio de Brooklyn. ¡°Me fascinaban esas mujeres que parec¨ªan tan independientes, tan poderosas¡±.
Rubik creci¨® fuerte y delgada, con unas piernas infinitas con las que quer¨ªa comerse el mundo. ¡°Me present¨¦ a una competici¨®n de modelos. No gan¨¦, pero la agencia que la organizaba acab¨® fich¨¢ndome¡±, relata. Ten¨ªa 15 a?os y muchas ganas de llegar lejos. ¡°Empec¨¦ a viajar por mi trabajo y me di cuenta de que cuando entras en este negocio, si eres inteligente, se te abren muchas puertas. Pasas tiempo con gente tan maravillosa como Karl Lagerfeld o Alber Elbaz y tant¨ªsimos fot¨®grafos¡±, explica.
Rubik ha sido lista. Muy lista. De las primeras de su clase. Ese es el secreto de haber llegado hasta la cima de la moda y mantenerse en ella m¨¢s de tres lustros. Ahora, adem¨¢s de desfilar, dirige una publicaci¨®n de lujo del sector, 25 Magazine, y acaba de lanzar su primer perfume, Original. ¡°Tienes que ser espabilada con los trabajos que escoges, hacer lo que te gusta y no lo que otros esperan de ti. Hace falta valor para hacerlo en esta industria, pero si lo consigues, acabas encontrando tu propio camino y, de paso, conoci¨¦ndote a ti misma¡±, cuenta relajada tras la primera sesi¨®n de fotos de la ma?ana.
"Es f¨¢cil decir que solo somos caras bonitas o sexo caminando sobre la pasarela. Pero tenemos un poder incre¨ªble"
Ella lo hizo poco a poco. Le cost¨® dar con la clave, pero tambi¨¦n tuvo las ideas algo m¨¢s claras que la mayor¨ªa de sus compa?eras. A los 17 a?os abandon¨® su Polonia natal y se instal¨® en Par¨ªs. All¨ª trabajaba como modelo, pero solo los fines de semana o en vacaciones, para ganar el dinero que pagara su escuela privada. A los 19 a?os se mud¨® a Nueva York y ya sab¨ªa con qui¨¦n estaba dispuesta a trabajar y con qui¨¦n no. ¡°Nunca he hecho nada que no deseaba¡±, sentencia. ¡°Nadie deber¨ªa pasar por eso. Si decido posar desnuda, miro muy bien con qui¨¦n voy a trabajar y compruebo si su est¨¦tica o enfoque es el mismo que el m¨ªo. Pero si s¨¦ que me voy a sentir inc¨®moda, no lo hago¡±. Rubik ha posado ligera de ropa en multitud de sesiones y campa?as. La modelo cree que es su origen europeo el que le proporciona un acercamiento m¨¢s natural hacia el desnudo y el erotismo.
¡°Cuando le¨ªa los art¨ªculos sobre el ¨²ltimo calendario Pirelli en el que las mujeres sal¨ªan vestidas, pensaba: ¡®?Por qu¨¦ salir desnuda significa perder la dignidad?¡¯. Por supuesto que es una cuesti¨®n de gusto y de c¨®mo se sienta cada una¡±, dice. ¡°Y lo digo yo que rechac¨¦ trabajar con Terry Richardson para otro calendario Pirelli. Me gusta Terry, he colaborado con ¨¦l muchas veces y trabajar¨¦ de nuevo, pero sab¨ªa que aquel proyecto no ser¨ªa bueno para m¨ª, porque ¨¦l lleva todo al extremo en una direcci¨®n con la que no me siento c¨®moda¡±.
Rubik est¨¢ convencida de que la suya es una profesi¨®n feminista. ¡°Es probablemente la ¨²nica en la que las mujeres cobramos m¨¢s que los hombres. Mucho m¨¢s¡±, se r¨ªe. ¡°Es muy f¨¢cil simplificar este trabajo. Decir que solo somos caras bonitas o sexo caminando sobre la pasarela. Pero ocurren muchas cosas detr¨¢s de cada trabajo. Y tenemos un poder incre¨ªble. De alguna forma, dirigimos la visi¨®n del mundo de la moda, la est¨¦tica global¡±.
Ella lo ha hecho como imagen de Emporio Armani, de Jimmy Choo, de Emanuel Ungaro, de Tod¡¯s, de Est¨¦e Lauder. Ha desfilado para Givenchy, Chanel, Dior, Lacroix, Valentino, Victoria¡¯s Secret. Ha trabajado con los fot¨®grafos m¨¢s prestigiosos y ha protagonizado muchas portadas en las mejores revistas. ¡°Ahora pienso en mis comienzos y creo que me dir¨ªa a m¨ª misma que me relajara. Porque era muy intensa, aceptaba casi todo y me frustraba si no consegu¨ªa algo. Ahora s¨¦ que no merece la pena. Lo que tenga que pasar, pasar¨¢. Aunque t¨² tambi¨¦n tienes que ayudar para crear tu propia suerte¡±, sonr¨ªe. Una de sus primeras campa?as internacionales, probablemente la que catapult¨® su carrera, fue la que hizo para Chlo¨¦, fotografiada por Inez & Vinoodh. ¡°Me encontraba trabajando en los mismos estudios en los que se encontraban ellos y entr¨¦ en el suyo por accidente. Me vieron y me ficharon¡±, se r¨ªe, y luego reconoce: ¡°A veces tienes que manejar tu destino, aquello no fue realmente un accidente¡±.
Fue otro paso m¨¢s en su carrera. Ella no es una modelo que espera sentada la nueva orden del fot¨®grafo o estilista. ¡°A veces eres solo una herramienta, pero yo necesito m¨¢s¡±, a?ade. Por eso ahora se ha vuelto mucho m¨¢s selectiva en sus trabajos y se ha centrado en sus propios proyectos: una colecci¨®n c¨¢psula para una marca que a¨²n no puede desvelar, el siguiente n¨²mero de su revista y la construcci¨®n de un centro cultural en Varsovia.
¡°Me gusta tener la cabeza ocupada. Lo primero ahora es aprender. En ese sentido, el perfume fue una experiencia muy importante¡±. Era la primera vez que se embarcaba en la creaci¨®n de una fragancia. ¡°Decid¨ª hacerlo de manera independiente para que tuviera mi huella, representara mi mundo, mi identidad y mi idea de la belleza. He creado la esencia; he dise?ado la botella y tambi¨¦n la caja, inspirada en el fot¨®grafo Mapplethorpe, y he firmado un manifiesto que va en el interior¡±, explica. Ese mensaje va dirigido a las ¡°mujeres de hoy: fuertes, femeninas, minimalistas y tambi¨¦n algo masculinas¡±, a las que Rubik empuja a atreverse a buscar su propia ¡°originalidad¡±, su camino en este mundo de modelos en el que todas parecen id¨¦nticas pero no lo son. Como ella.
elpaissemanal@elpais.es
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