Antimilitarismo de Pancho Villa
Si una instituci¨®n ha sabido dar un giro total en democracia ha sido el Ej¨¦rcito
A los miles de j¨®venes que se han formado ¡ªy se siguen formando¡ª profesionalmente en las Fuerzas Armadas ¡ªy quien piense que son solo inmigrantes sin oficio ni beneficio deber¨ªa revisar sus prejuicios¡ª sin duda les sorprender¨¢ que alguien, m¨¢s un cargo p¨²blico, ponga trabas a la presencia del Ej¨¦rcito en un sal¨®n educativo. La actitud de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, rechazando en nombre de su Ayuntamiento que las Fuerzas Armadas puedan explicar en el Sal¨®n de la Ense?anza que se celebra hasta el domingo en esa ciudad las opciones formativas que ofrecen los tres ej¨¦rcitos demuestra que algunas formaciones de izquierda (o sus principales rostros) han avanzado menos que el pueblo al que dicen encarnar.
Colau traslad¨® respetuosamente a sus dos interlocutores ¡ªun coronel y un teniente coronel¡ª que su Ayuntamiento prefiere que no haya presencia militar en el sal¨®n ¡°para separar los espacios¡±. ?No hab¨ªamos quedado que est¨¢bamos en contra de la autonom¨ªa militar, tan querida por el franquismo? ?Cu¨¢l piensa Colau ¡ªel Ayuntamiento, si su intenci¨®n era solo trasladar un acuerdo del pleno¡ª que es el espacio adecuado para que las Fuerzas Armadas de Espa?a se relacionen con la sociedad? ?Es poco respetable o deseable para un joven seguir una carrera en la milicia, con 255 oficiales egresados con t¨ªtulos de ingenier¨ªa en 2015 con el nuevo modelo profesional; 950 suboficiales con un t¨ªtulo de t¨¦cnico superior, y formaci¨®n para la tropa con intenci¨®n de que alcance un t¨ªtulo de t¨¦cnico de grado medio? ?O es que solo hay que aspirar a ser profesor de Pol¨ªticas en la Complutense?
La emergencia del ecosistema Podemos ha renovado mucho una situaci¨®n pol¨ªtica bastante anquilosada, incluso corrupta en buena parte de sus terminales, pero ha reverdecido varios de los lugares comunes tambi¨¦n m¨¢s anquilosados de la izquierda nacional. Nadie duda de todo lo que hicieron los militares en este pa¨ªs durante d¨¦cadas contra la causa de la libertad. Pero nadie duda de que si una instituci¨®n ha sabido dar un giro total en democracia han sido las Fuerzas Armadas. Ojal¨¢ hubieran seguido otras su camino, sin querer mirar a ning¨²n p¨²lpito.
Misiones en todo el mundo ¡ªy no har¨¢ falta recordar a nadie la sangre que han supuesto¡ª son solo la cara m¨¢s visible de ese cambio. Es hora ya de que todos consens¨²en prestigiar y adoptar como propios sin m¨¢s pol¨¦micas los s¨ªmbolos e instituciones de la patria constitucional. Que hace solo nueve meses fuese noticia que el l¨ªder de un partido socialista centenario pronunciase un mitin ante una gran bandera de Espa?a dice poco no de ese partido, sino de la naci¨®n.
Durante d¨¦cadas, todos reclamamos que Espa?a tuviese un Ej¨¦rcito profesional como el de Estados a los que se quer¨ªa igualar. Y cuando, pese a las dificultades, posee unas Fuerzas Armadas altamente profesionales, pues parece que tampoco. El Ej¨¦rcito es tan realidad en Espa?a como el puesto del pa¨ªs en la lista mundial del PIB y la preocupaci¨®n ha de ser mejorar sus capacidades, m¨¢s que enredarse en viejas controversias. Quien prefiera un pa¨ªs sin Ej¨¦rcito al estilo de Libia, Sud¨¢n del Sur o Afganist¨¢n que lo plantee para el debate.
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